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por Assim Al Saud Miér Nov 23, 2016 10:32 pm
Cuéntame sobre...
DAE
1: Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita.
Su padre se detuvo para charlar con un desconocido. Dae, que jamás se apartaba de su padre, se quedó observando como un grupo de niños se apelotonaban en un escaparate. La curiosidad nunca influía en que el pequeño niño se apartara de Abi, pero aquella oportunidad arrastró los pies sobre la tierra seca y vislumbró aquello que cautivaba la atención de tanto chamaco. Una vieja televisión puesta sobre un pedestal con una enorme antena captaba un programa infantil. A pesar de verse en blanco y negro, Dae quedó prendando de la absurda caricatura. Sus ojos, por primera vez, se iluminaron adoptando la ingenuidad que todo niño de siete años debería tener. Desde entonces, Félix el gato fue su película favorita.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Dae sabe que cada vez que mire a su hermano Yuhanna, va a recordar aquel beso que se dieron por primera vez en la sala estando solos en casa.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
Cuando mira a Yun, no le molesta ser un imbécil sentimentalista.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Pero si era franco, quizás de lo que más se arrepentía era de no haber dicho: No.
No haré lo que me ordenas.
No le haré daño a los demás.
No me haré daño a mí mismo.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
Hye llamó por quinta vez en menos de cinco minutos y Dae se resignó a atender la llamada. Odiaba que lo saludaran para su cumpleaños. Era incómodo y nunca sabía que decir.
Ese día Hye optó por una estrategia diferente.
Puso a mamá en el teléfono.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
Los disparos venían en todas las direcciones. Dae se quedó junto a su padre resguardados en una vieja casa que pronto se caería a pedazos. Para esas alturas, ya no sabía quién era amigo ni enemigo.
No quería estar allí, pero tampoco tenía a donde ir.
Cumplió quince años protegiéndose día y noche de balas locas, rodeado de gente desconocida que buscaba un refugio de la guerra donde hubiera una pared que los cubriera de la muerte.
Nunca se sintió tan solo.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
Tenía miedo de que Yun se fuera ¿Por qué no podía ser mejor persona para conservarlo?
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
No iba a decir que era desagradable tratar a Yun con mayor afecto. Eso de hablar más con él y de intentar preguntar antes de dar ordenes parecía facilitarlo todo.
No extrañaba usar la fuerza ni intimidar para conseguir sus objetivos.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
Con ellas podía correr y amaba correr. Dae se sentía libre extendiendo ambas piernas sin dirección planificada y llegando a un sitio completamente distinto en cada oportunidad.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Dae quería olvidar muchas cosas. Una de ellas era la pelea que había tenido con Yun. Todo era su culpa y aunque ya hubiese pasado, la culpa le seguía afectando.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Aquella noche soñó que vivía en la tranquilidad de un simple hogar junto a su familia. Trabaja en su taller, reparando autos. Yun se dedicaba a sus asuntos y habían niños corriendo de un lado a otro gritando “papá…mamá”.
Era un hogar pacífico, mundano y feliz.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Dae despertó gritando en su dormitorio. Había tenido una pesadilla sobre un mundo sin gatos. Rápidamente se puso de pie y corrió para abrazar a sus pequeños peludos.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acostaste con alguien, o cómo te imaginas que será.
Dejar a un par de adolescentes solos en casa durante muchas horas debería ser considerado como una amenaza.
Empezaron como era costumbre: retándose entre ellos y presumiendo de dones que no tenían.
Lo siguiente fue terminar en el dormitorio, viéndose semidesnudos y sin puta idea de que hacer, nerviosos hasta los huesos y sin las pelotas para echarse hacia atrás.
Yuhanna y Dae concordaban en algo: el asunto iba de meter algo en un lugar muy pequeño (?).
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
No fueron precisamente unas vacaciones en una isla tropical.
Fue un día de calor cuando comenzó una guerra del agua que era tan escasa. Yahan empezó, Assim le siguió la corriente, Hye no resistió no entrometerse y Fadi fue arrastrado con él. Abraham jalo a Yuhanna al tiempo que le arrojaba una bomba de agua en todo el rostro con Aisha riendo por eso. Dae se unió y se acabaron las raciones por estar pendejeando. Cuando Abi llegó a casa, los madreo a todos sin excepción.
15: Cuéntame sobre un momento en que fuiste muy feliz.
Te amo.
No importaba el contexto, le había dicho que lo amaba.
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
No supo cómo, pero acabo venerando al hada madrina Mei junto a la cuchara mágica del poder mientras danzaban sobre una mesa en un estado lamentable. Estando ebrios existía un mundo de posibilidades fantásticas.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Lio era un ser insufrible que le quitaba la atención de Dylan. Sin embargo, cuando le preguntaban directamente si lo odiaba guardaba silencio y se marchaba. Dae no odiaba a Lio…tal vez quería ser su amigo, pero era muy orgulloso para decirlo.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Iba en segundo de primaria y Dae todavía no sabía leer. Le dijeron a Abi que se llamaba dislexia y que lo superaría con el tiempo.
Nunca le dijeron cuándo.
19: Cuéntame algo que paso en secundaria.
Abi saco a Dae de una oreja, lo arrastro por la calle prometiendo dejarle marcas en las nalgas que se quedarían con él para toda la vida. El puberto no se quejó. Mientras era sacado a la fuerza, se despidió con una mano de la madre de un compañero de escuela con quien había estado coqueteando las últimas semanas.
Casi, casi le hizo caer.
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
Estaba obsesionado con las mujeres mayores y era tan fácil coger con ellas. Dae dejo de prestarle atención a la gente de su edad y empezó a cortejar a sus madres. A la mayoría no le importaba ceder ante un mocoso.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
Sabía que si amaba a Yun como decía hacerlo, no volvería a verlo poner aquella expresión de decepción y dolor en su rostro.
Nunca más lo haría.
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
A veces despierta a media noche o muy de madrugada. Sobresaltado con el corazón encogido. Dae recuerda el día en que perdió su pierna, el dolor de las quemaduras y el miedo que sintió de la muerte.
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
Ni siquiera se detiene a pensar más en ello. Murió, para siempre, ya no es nada. Ni siquiera un mal recuerdo.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
Gio no temía de él como los otros niños. Sin importar lo cruel que se comportó, al terminar la tarde le extendió la tapita desgastada de una botella como símbolo de su amistad.
Fue su primer amigo.
25: Cuéntame sobre tu ex-mejor amigo/a.
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Se remueve en su cama buscando mimos y atenciones. Cuando Dae se enferma se siente en su lecho de muerte y busca cualquier excusa para que Yun no lo deje ni un ratito solo.
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Yun tiene un pedazo de culo. Apretujarlo le hace saber que la vida es hermosa.
Pero también tiene un rostro huraño y un pelo espeso que cae de forma desordenada. Le gusta como se ve porque le parece adorable.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
¿Se necesita una mejor explicación?
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
Podía pasearse con su peor pinta dominguera y arrojarse sobre el sofá a cambiar la televisión con una expresión de pereza total. Dae creía que eso era sexy. Bastaba que Yun acariciara sus nudillos para que lo tomara como una invitación para algo más.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
¿SI O NO? ¿¡SI O NO MALDITA SEA!? Mierda…tanto se lo pensó que se le puso flácida. La puta que lo parió…
31: Cuéntame sobre lo que crees que es la muerte.
Al morir, sus 72 vírgenes les estarían esperando en el paraíso. Listas para convertirse en sus zorras <3 (?).
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
“Feli” como llamaba a aquel italiano de sonrisa bobalicona que cocinaba aquella pasta que tanto le gustaba. Recuerda su casa, lo confortable de su cocina y los cálidos abrazos que le daba cuando era tan solo un niño de cinco años.
33: Cuéntame qué haces cuando estás triste.
Encerrarse en el taller y reparar autos que ya no tenían arreglo. No detenerse hasta darlo completamente por perdido. Dae pasaba su felicidad y tristezas en el mismo y destartalado lugar.
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
Cuando cortaron lo que quedó de su pierna, estuvo a punto de arrepentirse de no morir.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
Hay cuestiones que no tienen respuesta…
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Una bolsa de caramelos de menta, de esos que Yuhanna le trae como obsequio. No le agradan los dulces, pero ¿Quién puede resistirse a esas delicias mentoladas?
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a
Aaron despertó sus primeros instintos de sobre protección. Lo tacho como suyo y se decidió a no dejarlo ir.
Era su propiedad.
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Shanananana~
Era igualito a su padre, físicamente hablando (?).
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
¡DOLIÓ! Si, coño, dolió. Yuhanna le debía una, una igual de dolorosa…
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida
Su historia podía tener un final y ese era compartirlo el resto de su vida con una persona especial.
No entendía que decía, porque estaba en inglés.
Su padre se detuvo para charlar con un desconocido. Dae, que jamás se apartaba de su padre, se quedó observando como un grupo de niños se apelotonaban en un escaparate. La curiosidad nunca influía en que el pequeño niño se apartara de Abi, pero aquella oportunidad arrastró los pies sobre la tierra seca y vislumbró aquello que cautivaba la atención de tanto chamaco. Una vieja televisión puesta sobre un pedestal con una enorme antena captaba un programa infantil. A pesar de verse en blanco y negro, Dae quedó prendando de la absurda caricatura. Sus ojos, por primera vez, se iluminaron adoptando la ingenuidad que todo niño de siete años debería tener. Desde entonces, Félix el gato fue su película favorita.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
El primer beso nunca se olvida. Por más que quieras hacerlo.
Dae sabe que cada vez que mire a su hermano Yuhanna, va a recordar aquel beso que se dieron por primera vez en la sala estando solos en casa.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
El amor es para imbéciles sentimentalistas
Cuando mira a Yun, no le molesta ser un imbécil sentimentalista.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
La lista nunca terminaría…
Pero si era franco, quizás de lo que más se arrepentía era de no haber dicho: No.
No haré lo que me ordenas.
No le haré daño a los demás.
No me haré daño a mí mismo.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
Él siempre estaba ahí, hasta cuando no quería que estuviera.
Hye llamó por quinta vez en menos de cinco minutos y Dae se resignó a atender la llamada. Odiaba que lo saludaran para su cumpleaños. Era incómodo y nunca sabía que decir.
Ese día Hye optó por una estrategia diferente.
Puso a mamá en el teléfono.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
No le gustaba que lo saludaran, pero ese día hubiera dado lo que fuera por escuchar la voz de alguien al otro lado del celular.
Los disparos venían en todas las direcciones. Dae se quedó junto a su padre resguardados en una vieja casa que pronto se caería a pedazos. Para esas alturas, ya no sabía quién era amigo ni enemigo.
No quería estar allí, pero tampoco tenía a donde ir.
Cumplió quince años protegiéndose día y noche de balas locas, rodeado de gente desconocida que buscaba un refugio de la guerra donde hubiera una pared que los cubriera de la muerte.
Nunca se sintió tan solo.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
Por favor, no me dejes.
Tenía miedo de que Yun se fuera ¿Por qué no podía ser mejor persona para conservarlo?
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
Un día le dijo que cambiaría, por él.
No iba a decir que era desagradable tratar a Yun con mayor afecto. Eso de hablar más con él y de intentar preguntar antes de dar ordenes parecía facilitarlo todo.
No extrañaba usar la fuerza ni intimidar para conseguir sus objetivos.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
Le gustaban sus piernas.
Con ellas podía correr y amaba correr. Dae se sentía libre extendiendo ambas piernas sin dirección planificada y llegando a un sitio completamente distinto en cada oportunidad.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Él la ocasiono, para variar.
Dae quería olvidar muchas cosas. Una de ellas era la pelea que había tenido con Yun. Todo era su culpa y aunque ya hubiese pasado, la culpa le seguía afectando.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Lo tenía todo.
Aquella noche soñó que vivía en la tranquilidad de un simple hogar junto a su familia. Trabaja en su taller, reparando autos. Yun se dedicaba a sus asuntos y habían niños corriendo de un lado a otro gritando “papá…mamá”.
Era un hogar pacífico, mundano y feliz.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
ERA HORRIBLE
Dae despertó gritando en su dormitorio. Había tenido una pesadilla sobre un mundo sin gatos. Rápidamente se puso de pie y corrió para abrazar a sus pequeños peludos.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acostaste con alguien, o cómo te imaginas que será.
Eran jóvenes y creían ser expertos en algo de lo que no sabían nada
Dejar a un par de adolescentes solos en casa durante muchas horas debería ser considerado como una amenaza.
Empezaron como era costumbre: retándose entre ellos y presumiendo de dones que no tenían.
Lo siguiente fue terminar en el dormitorio, viéndose semidesnudos y sin puta idea de que hacer, nerviosos hasta los huesos y sin las pelotas para echarse hacia atrás.
Yuhanna y Dae concordaban en algo: el asunto iba de meter algo en un lugar muy pequeño (?).
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Algo así como vacaciones.
No fueron precisamente unas vacaciones en una isla tropical.
Fue un día de calor cuando comenzó una guerra del agua que era tan escasa. Yahan empezó, Assim le siguió la corriente, Hye no resistió no entrometerse y Fadi fue arrastrado con él. Abraham jalo a Yuhanna al tiempo que le arrojaba una bomba de agua en todo el rostro con Aisha riendo por eso. Dae se unió y se acabaron las raciones por estar pendejeando. Cuando Abi llegó a casa, los madreo a todos sin excepción.
15: Cuéntame sobre un momento en que fuiste muy feliz.
Dos palabras…
Te amo.
No importaba el contexto, le había dicho que lo amaba.
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
Sobre hadas madrinas y cucharas mágicas
No supo cómo, pero acabo venerando al hada madrina Mei junto a la cuchara mágica del poder mientras danzaban sobre una mesa en un estado lamentable. Estando ebrios existía un mundo de posibilidades fantásticas.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Era ¿cómo decía él? Ah…si, un pobre “weón”.
Lio era un ser insufrible que le quitaba la atención de Dylan. Sin embargo, cuando le preguntaban directamente si lo odiaba guardaba silencio y se marchaba. Dae no odiaba a Lio…tal vez quería ser su amigo, pero era muy orgulloso para decirlo.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Se llama disxilea, es decir…dislexia.
Iba en segundo de primaria y Dae todavía no sabía leer. Le dijeron a Abi que se llamaba dislexia y que lo superaría con el tiempo.
Nunca le dijeron cuándo.
19: Cuéntame algo que paso en secundaria.
Lo azotaron con una varilla. Valió la pena
Abi saco a Dae de una oreja, lo arrastro por la calle prometiendo dejarle marcas en las nalgas que se quedarían con él para toda la vida. El puberto no se quejó. Mientras era sacado a la fuerza, se despidió con una mano de la madre de un compañero de escuela con quien había estado coqueteando las últimas semanas.
Casi, casi le hizo caer.
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
Descontrol
Estaba obsesionado con las mujeres mayores y era tan fácil coger con ellas. Dae dejo de prestarle atención a la gente de su edad y empezó a cortejar a sus madres. A la mayoría no le importaba ceder ante un mocoso.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
Si volvía a poner a Yun de esa forma, él mismo se golpearía contra una pared.
Sabía que si amaba a Yun como decía hacerlo, no volvería a verlo poner aquella expresión de decepción y dolor en su rostro.
Nunca más lo haría.
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
El dolor sigue presente.
A veces despierta a media noche o muy de madrugada. Sobresaltado con el corazón encogido. Dae recuerda el día en que perdió su pierna, el dolor de las quemaduras y el miedo que sintió de la muerte.
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
No existes.
Ni siquiera se detiene a pensar más en ello. Murió, para siempre, ya no es nada. Ni siquiera un mal recuerdo.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
Una gordinflona luz.
Gio no temía de él como los otros niños. Sin importar lo cruel que se comportó, al terminar la tarde le extendió la tapita desgastada de una botella como símbolo de su amistad.
Fue su primer amigo.
25: Cuéntame sobre tu ex-mejor amigo/a.
Por increíble que parezca, no conoce nada de eso.
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Es un niño.
Se remueve en su cama buscando mimos y atenciones. Cuando Dae se enferma se siente en su lecho de muerte y busca cualquier excusa para que Yun no lo deje ni un ratito solo.
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
¿Guarro o romántico?
Yun tiene un pedazo de culo. Apretujarlo le hace saber que la vida es hermosa.
Pero también tiene un rostro huraño y un pelo espeso que cae de forma desordenada. Le gusta como se ve porque le parece adorable.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
Asiáticos&hermanos
¿Se necesita una mejor explicación?
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
Algunos encienden con nada.
Podía pasearse con su peor pinta dominguera y arrojarse sobre el sofá a cambiar la televisión con una expresión de pereza total. Dae creía que eso era sexy. Bastaba que Yun acariciara sus nudillos para que lo tomara como una invitación para algo más.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
No calientes la sopa si no te la vas a tomar.
¿SI O NO? ¿¡SI O NO MALDITA SEA!? Mierda…tanto se lo pensó que se le puso flácida. La puta que lo parió…
31: Cuéntame sobre lo que crees que es la muerte.
El islam es generoso.
Al morir, sus 72 vírgenes les estarían esperando en el paraíso. Listas para convertirse en sus zorras <3 (?).
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
La casa donde preparan pasta.
“Feli” como llamaba a aquel italiano de sonrisa bobalicona que cocinaba aquella pasta que tanto le gustaba. Recuerda su casa, lo confortable de su cocina y los cálidos abrazos que le daba cuando era tan solo un niño de cinco años.
33: Cuéntame qué haces cuando estás triste.
Chatarra
Encerrarse en el taller y reparar autos que ya no tenían arreglo. No detenerse hasta darlo completamente por perdido. Dae pasaba su felicidad y tristezas en el mismo y destartalado lugar.
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
Quemaba y no había sentido antes algo que se le pareciera.
Cuando cortaron lo que quedó de su pierna, estuvo a punto de arrepentirse de no morir.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
¿Cómo se deja de ser una mierda?
Hay cuestiones que no tienen respuesta…
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Por algo son secretos…
Una bolsa de caramelos de menta, de esos que Yuhanna le trae como obsequio. No le agradan los dulces, pero ¿Quién puede resistirse a esas delicias mentoladas?
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a
En su momento fue una especie de amor.
Aaron despertó sus primeros instintos de sobre protección. Lo tacho como suyo y se decidió a no dejarlo ir.
Era su propiedad.
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Calcetín con rombos man
Shanananana~
Era igualito a su padre, físicamente hablando (?).
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
A la próxima con vaselina.
¡DOLIÓ! Si, coño, dolió. Yuhanna le debía una, una igual de dolorosa…
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida
…y vivieron felices para siempre.
Su historia podía tener un final y ese era compartirlo el resto de su vida con una persona especial.
Assim Al Saud
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por Robin M. Jones Vie Nov 25, 2016 8:28 pm
Dylan
1: Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita.
El sillón era demasiado pequeño para los cinco así que Alfred lo había sentado en su regazo. La música estridente y los animales que hablaban habían llamado su atención desde el primer momento en que pusieron la película. Uno pensaría que su película favorita sería la de algún gran superhéroe pero Dylan estaba feliz con ver y otra vez con sus hermanos la película del Rey León.
La escena de Mufasa todavía le hacía llorar pero no le importaba. Las mejores historias eran aquellas que podías escuchar una y otra vez y encontrarlas tan divertidas como la primera vez.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Tenía 15 años cuando Sergey lo había tomado del cuello y le había arrancado el beso. No había sido más que el choque de sus labios contra los de Sergey, además de que nada tenía que ver con los primeros besos de las películas.
Para él fue perfecto.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
Había terminado hacía muchos años pero para Dylan solo había existido un primer y único amor. Incomparable. Irrepetible. Tan diferente de cualquier otra relación.
Dylan siempre amaría a Sergey. Existiría hasta que muriera en un pequeño rincón de su corazón.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Arthur lo encontró en su cuarto con las mangas de su camisa teñidas de sangre. Lo llevaron al hospital, afortunadamente las heridas no fueron graves y pronto cicatrizaron.
Dylan nunca fue perdonarse por haber preocupado así a su padre. Nunca.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
Su familia había estado completa. Alice, Zack, Alfred, Arthur. ¿Dylan necesitaba a alguien más?
Sólo los necesitaba a ellos para ser feliz.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
Dylan estaba en su cuarto viendo la televisión distraídamente. Alfred le había mandado una caja colorida, seguro alguna especie de objeto de edición ilimitada; Arthur había ido con una caja no tan extravagante, ropa quizá. No se había molestado en abrir. Sus celular había sonado pero Dyl no tenía la fuerza para levantarse e ir a ver.
Era su primer año viviendo solo desde que se había ido a la Universidad.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
Dylan podía hacer una lista y nunca acabaría. Pero si tenía que elegir algo de todo sería simple:
Nunca sería merecedor de nada.
Comparado a sus padres, a sus hermanos ¿Qué tenía él para ofrecer? Nada.
Nunca sería suficiente.
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
El hecho de que pudiera hacer tan buenos y leales amigos todavía le sorprendía. Los atesoraría siempre.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
A él le gustaban sus manos. No eran grandes o delicadas, ni exquisitas pero con ellas podía tocar a la gente. Sostener la mano de sus hermanos. Tocar la mejilla de Lio para despertarlo pues se había dormido en su sofá y debía volver. Pasar sus dedos por el cabello de Jack, porque acostado así en el pasto su cabello resaltaba más y Dylan simplemente no podía evitarlo. Tomar a Dae del brazo sin motivo alguno, lo hacía porque podía. Deslizar sus dedos por la piel de Sergey.
Le gustaba mostrar cariño de manera física y sus manos eran maestras en ello.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Tal vez había sido el peso de una semana estresante; no estaba seguro realmente de que fue lo que le había empujado al límite. Pero había reaccionado. Le había gritado a Alfred. Habían pelado tan fuerte que Dylan no le habló por semanas, aun cuando estaba arrepentido y sus ojos se llenaban de lágrimas cada que pensaba en él.
Fue la única pelea que tuvo con él.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Simple. Estaban en el parque. Sus padres estaban ahí, sus hermanos, sus amigos. Sergey.
Sólo estaban hablando.
Dylan nunca necesitaría nada más.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Había fantasmas que salían de debajo de la cama. Monstruos en el clóset. Criaturas que salían del espejo y bestias acechando en las ventanas. Dylan se fue a dormir con Lionardo después de ello, incapaz de dormir solo.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acóstate con alguien, o cómo te imaginas que será.
Dylan lo hizo porque lo amaba. Sabía que Sergey lo amaba también porque esperó a que fuera por él. Cuando lo hicieron fue cada beso que habían tenido, una y otra y otra y otra vez. Eran las inexpertas manos de Sergey en su piel. Fue la risa nerviosa de Dylan antes de tomar el paso.
No fue perfecto.
Dylan no podía imaginarlo de otra manera.
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Había vomitado cuando se bajó de Space Mountain. Zack se había ido a conseguir el autógrafo de Peter Pan y Alice seguía buscando con la mirada a la Bella. Alfred había comido demasiadas piernas de pavo y Arthur no paraba de tomar fotos.
15: Cuéntame sobre un momento en qué fuiste muy feliz.
Su esfuerzo, sus lágrimas, sus momentos de soledad habían valido la pena. Contrario a todas las expectativas se había logrado graduar de la universidad.
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
Era difícil de decir. El alcohol no era algo que su cuerpo digiriera bien. Cada fiesta era un montón de recuerdos borrosos que sonaban igual.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Dylan se mordió el labio y agachó la mirada. Todavía no podía ver a Yun al rostro sin sentir vergüenza. Esperaba que algún día pudiera ser amigo de la persona más importante en la vida de su mejor amigo. Aun que ese día se veía tan lejano que era imposible no sentirse decepcionado.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Dylan observó a la amable maestra que había recogido sus cosas después de que unos niños lo empujaran para salir del salón. ¿Era esto lo que llamaban un primer crush?
19: Cuéntame algo que pasó en secundaria.
Comenzó a toser con fuerza y escuchó las risas de sus compañeros haciendo eco en el baño. Que horrible era ahogarse con el agua del retrete.
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
No recordaba si alguna vez se había defendido contra un bully antes. Pero Dylan recordaría ese día para siempre. Entre gritos de “¡Pelea! ¡Pelea!” Dylan le había arrancado a golpes dos dientes a su bully.
Nunca más pensó cuando le rompió la nariz.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
No recordaba exactamente por qué, había hecho algo grave. Recordaba la sensación en la boca de su estómago y cómo sus orejas ardían por la vergüenza. Nunca iba a olvidar la manera en que Arthur no se había enojado como usualmente lo hacía, no, solo lo observó de aquella manera que decía ”Esperaba más de ti”
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
Estaba solo.
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
Estaba acostumbrado a esa altura. Cada día era igual pero eso no eliminaba la sensación que le recorría cada qué pasaba. Confiar en que la gente no haría lo que haría era fácil, lo difícil era volver hacerlo cuando te decepcionaban.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
Sus manos temblaban y estaba seguro que las lágrimas habían comenzado a deslizarse por sus mejillas sin control. Su labio ardía donde se lo había abierto a base de mordidas. Lionardo pasaba su mano por su desordenado cabello, y lo atrajo para que se acomodara contra su cuerpo.
—Todo estará bien —fue lo que dijo. Palabras de apoyo que para muchos estarían vacías. Para Dylan significó el mundo escuchar aquello.
25: Cuéntame sobre tu ex mejor amigo/a.
Para sorpresa de él, Lionardo nunca había dejado de serlo.
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Tenía tantos cobertores encima que apenas y podía moverse. Arthur se había ido con la promesa de revisarlo cuando volviera del trabajo. Lo bueno era que Dylan tenía Netflix y Zack le había acercado la comida.
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Alfred tenía unas manos fuertes, unas que parecían poder sostener el mundo por su cuenta.
La sonrisa de Arthur cuando enfrentaba al mundo y estaba ganado no tenía comparación.
Observar el rostro de Jack, con todas sus pecas y aquel lunar, era como voltear a ver el cielo nocturno y no pode quitar la vista de la luna y las estrellas.
Lionardo tenía un par de hombros que te invitaban a que recargaras la cabeza. Podías dormir ahí sabiendo que a Lio no le molestaría. Podías dormir ahí sabiendo que no había nada que temer porqué Lio estaba despierto.
Dae tenía una espalda que te invitaba a brincar sobre ella. Dylan lo había hecho una y otra vez, sabiendo que Dae no lo dejaría caer a menos que así lo quisiera.
Los ojos de Sergey, Dylan nunca había visto unos igual. Eran dos hoyos negros cargados con un odio infinito, pero cuando volteaba a ver a Dylan, cuando le sonreía, sus ojos se volvían amables, cariñosos. Eran expresivos en la presencia de Dylan. Nada en el mundo superaría ver esos ojos.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
Lo admitiría, tenía algo con las manos.
….Y tal vez con los disfraces…
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
Cosas simples, no había necesidad de pensar en cosas elaboradas como esa sexual apariencia de las revistas y las series (aun que era apreciada de vez en cuando) Pero ver a alguien que siempre estaba a la defensiva haciendo algo mundano como leer o ver la televisión, era suficiente como para que Dylan quisiera acercarse y comenzar a ser cariñoso.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
HA HAHHAHAH!!
Escuchar aquella risa a lo lejos era su equivalente a imaginarse a la abuela desnuda.
31: Cuéntame sobre lo que crees es la muerte.
El fin de todo.
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
Cuando Zack y Alice todavía jugaban con él construyeron un fuerte de almohadas que estuvo ahí al menos varios meses. Estaba en el cuarto de Dylan. Se vino abajo entre risas cuando Zack uso una de las almohadas como proyectil en contra de Alice.
33: Cuéntame qué haces cuando estás tristes.
Zack se sentó a su lado justo cuando Alice entraba a la enorme sala con las cajas de pizza. Entre sus piernas todavía estaba el enorme bote de helado.
—¿Listo para el maratón de Disney? —Zack preguntó.
Si Dylan estaba llorando tenía que ver más con que Mufasa había muerto que con los eventos en su vida.
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
Dylan no vio el bate hasta que golpeó su espalda y lo tumbo al suelo. Apenas y podía respirar entre las patadas y los golpes con el bate. Estaba seguro que le habían roto algunas costillas, el labio y apenas y podía abrir un ojo.
El bully al que le rompió la nariz tenía amigos. Con tantos amigos era fácil emboscar a alguien después de clases.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
¿Cómo podía uno dejar de ser un cobarde?
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Dylan nunca lo admitiría, él jamás dejaría que se supiera…Especialmente nunca iba a dejar que Alfred se enterara...pero Dylan de hecho si disfrutaba de pasar tiempo con la familia de Dae, especialmente su padre. Pero si Alfred se enteraba…
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a.
Cuando sus labios se encontraron tanto él como Lionardo estuvieron de acuerdo de lo incómodo que había sido. Lo de ellos era una grandiosa amistad pero nada más…Aun que bueno, quien sabe qué diría el futuro.
Dylan era de mente abierta.
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Escuchar la primera canción de la Princesa Encantada siempre le hacía pensar en Dae y Yun. Aun que de manera más azucarada definitivo había sido así.
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
La rama se rompió bajo su peso y Dylan se rompió por primera vez el brazo. Ojalá alguien le hubiese dicho que las ramas se rompían tan fácilmente. Especialmente si brincabas sobre ellas.
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
Le habría gustado tener un final feliz con Sergey. Su final de película de Disney ¿Pero quién habría imaginado que terminarían así?.
Dylan nunca lo vio venir.
El sillón era demasiado pequeño para los cinco así que Alfred lo había sentado en su regazo. La música estridente y los animales que hablaban habían llamado su atención desde el primer momento en que pusieron la película. Uno pensaría que su película favorita sería la de algún gran superhéroe pero Dylan estaba feliz con ver y otra vez con sus hermanos la película del Rey León.
La escena de Mufasa todavía le hacía llorar pero no le importaba. Las mejores historias eran aquellas que podías escuchar una y otra vez y encontrarlas tan divertidas como la primera vez.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Tenía 15 años cuando Sergey lo había tomado del cuello y le había arrancado el beso. No había sido más que el choque de sus labios contra los de Sergey, además de que nada tenía que ver con los primeros besos de las películas.
Para él fue perfecto.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
Había terminado hacía muchos años pero para Dylan solo había existido un primer y único amor. Incomparable. Irrepetible. Tan diferente de cualquier otra relación.
Dylan siempre amaría a Sergey. Existiría hasta que muriera en un pequeño rincón de su corazón.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Arthur lo encontró en su cuarto con las mangas de su camisa teñidas de sangre. Lo llevaron al hospital, afortunadamente las heridas no fueron graves y pronto cicatrizaron.
Dylan nunca fue perdonarse por haber preocupado así a su padre. Nunca.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
Su familia había estado completa. Alice, Zack, Alfred, Arthur. ¿Dylan necesitaba a alguien más?
Sólo los necesitaba a ellos para ser feliz.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
Dylan estaba en su cuarto viendo la televisión distraídamente. Alfred le había mandado una caja colorida, seguro alguna especie de objeto de edición ilimitada; Arthur había ido con una caja no tan extravagante, ropa quizá. No se había molestado en abrir. Sus celular había sonado pero Dyl no tenía la fuerza para levantarse e ir a ver.
Era su primer año viviendo solo desde que se había ido a la Universidad.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
Dylan podía hacer una lista y nunca acabaría. Pero si tenía que elegir algo de todo sería simple:
Nunca sería merecedor de nada.
Comparado a sus padres, a sus hermanos ¿Qué tenía él para ofrecer? Nada.
Nunca sería suficiente.
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
El hecho de que pudiera hacer tan buenos y leales amigos todavía le sorprendía. Los atesoraría siempre.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
A él le gustaban sus manos. No eran grandes o delicadas, ni exquisitas pero con ellas podía tocar a la gente. Sostener la mano de sus hermanos. Tocar la mejilla de Lio para despertarlo pues se había dormido en su sofá y debía volver. Pasar sus dedos por el cabello de Jack, porque acostado así en el pasto su cabello resaltaba más y Dylan simplemente no podía evitarlo. Tomar a Dae del brazo sin motivo alguno, lo hacía porque podía. Deslizar sus dedos por la piel de Sergey.
Le gustaba mostrar cariño de manera física y sus manos eran maestras en ello.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Tal vez había sido el peso de una semana estresante; no estaba seguro realmente de que fue lo que le había empujado al límite. Pero había reaccionado. Le había gritado a Alfred. Habían pelado tan fuerte que Dylan no le habló por semanas, aun cuando estaba arrepentido y sus ojos se llenaban de lágrimas cada que pensaba en él.
Fue la única pelea que tuvo con él.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Simple. Estaban en el parque. Sus padres estaban ahí, sus hermanos, sus amigos. Sergey.
Sólo estaban hablando.
Dylan nunca necesitaría nada más.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Había fantasmas que salían de debajo de la cama. Monstruos en el clóset. Criaturas que salían del espejo y bestias acechando en las ventanas. Dylan se fue a dormir con Lionardo después de ello, incapaz de dormir solo.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acóstate con alguien, o cómo te imaginas que será.
Dylan lo hizo porque lo amaba. Sabía que Sergey lo amaba también porque esperó a que fuera por él. Cuando lo hicieron fue cada beso que habían tenido, una y otra y otra y otra vez. Eran las inexpertas manos de Sergey en su piel. Fue la risa nerviosa de Dylan antes de tomar el paso.
No fue perfecto.
Dylan no podía imaginarlo de otra manera.
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Había vomitado cuando se bajó de Space Mountain. Zack se había ido a conseguir el autógrafo de Peter Pan y Alice seguía buscando con la mirada a la Bella. Alfred había comido demasiadas piernas de pavo y Arthur no paraba de tomar fotos.
15: Cuéntame sobre un momento en qué fuiste muy feliz.
Su esfuerzo, sus lágrimas, sus momentos de soledad habían valido la pena. Contrario a todas las expectativas se había logrado graduar de la universidad.
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
Era difícil de decir. El alcohol no era algo que su cuerpo digiriera bien. Cada fiesta era un montón de recuerdos borrosos que sonaban igual.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Dylan se mordió el labio y agachó la mirada. Todavía no podía ver a Yun al rostro sin sentir vergüenza. Esperaba que algún día pudiera ser amigo de la persona más importante en la vida de su mejor amigo. Aun que ese día se veía tan lejano que era imposible no sentirse decepcionado.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Dylan observó a la amable maestra que había recogido sus cosas después de que unos niños lo empujaran para salir del salón. ¿Era esto lo que llamaban un primer crush?
19: Cuéntame algo que pasó en secundaria.
Comenzó a toser con fuerza y escuchó las risas de sus compañeros haciendo eco en el baño. Que horrible era ahogarse con el agua del retrete.
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
No recordaba si alguna vez se había defendido contra un bully antes. Pero Dylan recordaría ese día para siempre. Entre gritos de “¡Pelea! ¡Pelea!” Dylan le había arrancado a golpes dos dientes a su bully.
Nunca más pensó cuando le rompió la nariz.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
No recordaba exactamente por qué, había hecho algo grave. Recordaba la sensación en la boca de su estómago y cómo sus orejas ardían por la vergüenza. Nunca iba a olvidar la manera en que Arthur no se había enojado como usualmente lo hacía, no, solo lo observó de aquella manera que decía ”Esperaba más de ti”
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
Estaba solo.
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
Estaba acostumbrado a esa altura. Cada día era igual pero eso no eliminaba la sensación que le recorría cada qué pasaba. Confiar en que la gente no haría lo que haría era fácil, lo difícil era volver hacerlo cuando te decepcionaban.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
Sus manos temblaban y estaba seguro que las lágrimas habían comenzado a deslizarse por sus mejillas sin control. Su labio ardía donde se lo había abierto a base de mordidas. Lionardo pasaba su mano por su desordenado cabello, y lo atrajo para que se acomodara contra su cuerpo.
—Todo estará bien —fue lo que dijo. Palabras de apoyo que para muchos estarían vacías. Para Dylan significó el mundo escuchar aquello.
25: Cuéntame sobre tu ex mejor amigo/a.
Para sorpresa de él, Lionardo nunca había dejado de serlo.
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Tenía tantos cobertores encima que apenas y podía moverse. Arthur se había ido con la promesa de revisarlo cuando volviera del trabajo. Lo bueno era que Dylan tenía Netflix y Zack le había acercado la comida.
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Alfred tenía unas manos fuertes, unas que parecían poder sostener el mundo por su cuenta.
La sonrisa de Arthur cuando enfrentaba al mundo y estaba ganado no tenía comparación.
Observar el rostro de Jack, con todas sus pecas y aquel lunar, era como voltear a ver el cielo nocturno y no pode quitar la vista de la luna y las estrellas.
Lionardo tenía un par de hombros que te invitaban a que recargaras la cabeza. Podías dormir ahí sabiendo que a Lio no le molestaría. Podías dormir ahí sabiendo que no había nada que temer porqué Lio estaba despierto.
Dae tenía una espalda que te invitaba a brincar sobre ella. Dylan lo había hecho una y otra vez, sabiendo que Dae no lo dejaría caer a menos que así lo quisiera.
Los ojos de Sergey, Dylan nunca había visto unos igual. Eran dos hoyos negros cargados con un odio infinito, pero cuando volteaba a ver a Dylan, cuando le sonreía, sus ojos se volvían amables, cariñosos. Eran expresivos en la presencia de Dylan. Nada en el mundo superaría ver esos ojos.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
Lo admitiría, tenía algo con las manos.
….Y tal vez con los disfraces…
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
Cosas simples, no había necesidad de pensar en cosas elaboradas como esa sexual apariencia de las revistas y las series (aun que era apreciada de vez en cuando) Pero ver a alguien que siempre estaba a la defensiva haciendo algo mundano como leer o ver la televisión, era suficiente como para que Dylan quisiera acercarse y comenzar a ser cariñoso.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
HA HAHHAHAH!!
Escuchar aquella risa a lo lejos era su equivalente a imaginarse a la abuela desnuda.
31: Cuéntame sobre lo que crees es la muerte.
El fin de todo.
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
Cuando Zack y Alice todavía jugaban con él construyeron un fuerte de almohadas que estuvo ahí al menos varios meses. Estaba en el cuarto de Dylan. Se vino abajo entre risas cuando Zack uso una de las almohadas como proyectil en contra de Alice.
33: Cuéntame qué haces cuando estás tristes.
Zack se sentó a su lado justo cuando Alice entraba a la enorme sala con las cajas de pizza. Entre sus piernas todavía estaba el enorme bote de helado.
—¿Listo para el maratón de Disney? —Zack preguntó.
Si Dylan estaba llorando tenía que ver más con que Mufasa había muerto que con los eventos en su vida.
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
Dylan no vio el bate hasta que golpeó su espalda y lo tumbo al suelo. Apenas y podía respirar entre las patadas y los golpes con el bate. Estaba seguro que le habían roto algunas costillas, el labio y apenas y podía abrir un ojo.
El bully al que le rompió la nariz tenía amigos. Con tantos amigos era fácil emboscar a alguien después de clases.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
¿Cómo podía uno dejar de ser un cobarde?
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Dylan nunca lo admitiría, él jamás dejaría que se supiera…Especialmente nunca iba a dejar que Alfred se enterara...pero Dylan de hecho si disfrutaba de pasar tiempo con la familia de Dae, especialmente su padre. Pero si Alfred se enteraba…
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a.
Cuando sus labios se encontraron tanto él como Lionardo estuvieron de acuerdo de lo incómodo que había sido. Lo de ellos era una grandiosa amistad pero nada más…Aun que bueno, quien sabe qué diría el futuro.
Dylan era de mente abierta.
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Escuchar la primera canción de la Princesa Encantada siempre le hacía pensar en Dae y Yun. Aun que de manera más azucarada definitivo había sido así.
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
La rama se rompió bajo su peso y Dylan se rompió por primera vez el brazo. Ojalá alguien le hubiese dicho que las ramas se rompían tan fácilmente. Especialmente si brincabas sobre ellas.
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
Le habría gustado tener un final feliz con Sergey. Su final de película de Disney ¿Pero quién habría imaginado que terminarían así?.
Dylan nunca lo vio venir.
Robin M. Jones
Miss simpatía
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por Gio Fernández Sáb Nov 26, 2016 12:29 am
Joanne
1: Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita.
Algo que siempre le causó mucha gracia fue la escena del “What?” en Pulp Fiction. No había nada más divertido que ver a Samuel L. Jackson gritar: “SAY WHAT AGAIN, I DARE, I DOUBLE DARE YOU MOTHERFUCKER”.
Aparentemente “motherfucker” no era una palabra apropiada para el jardín de niños, o eso dijo la profesora en su reporte.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Lo hacían en la televisión y Oqui era su mejor amigo en la tierna infancia ¿Qué se podía esperar? Ahora, esa era una experiencia que prefería no repetir.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
Aún la quería mucho y de vez en cuando aún sentía un pinchazo de frustración. Pero bueno, ella aún era muy joven y poco sabía del amor, tenía la esperanza de algún día querer a alguien tanto como a Mei.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
A lo mejor si fuera más sincera no repelería a todos los que se le acercaban.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
─Eso, Joanne, ya descubriste el truco.
Aún conservaba los primeros patines para el hielo que le había regalado Matthew.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
─¡Le prometieron que iban a estar libres en su cumpleaños, carajo!
Joanne escuchó a través de la puerta a Andrei retando a sus padres, sin hacer ni el menor ruido. De nada sirvió que su hermano mayor hubiera saltado por ella, ese cumpleaños fue el que marcó la tradición de pasarlo sólo con Andrei y Gabs.
Es decir, los indispensables. Lo demás era lo demás
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
─Ufff, cuando termine contigo vas a quedar irreconocible. Agradece que voy a derrochar mi talento contigo.
─Clarisse…
─¿Qué? ¡Tú eres la única que no le saca partido a tu lado femenino!
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
Una vez participó en una competencia de patinaje y de alguna manera había conseguido el tercer lugar. Tal vez sería buena idea retomarlo.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
¡Podría no tener tetas pero al menos tenía culo!
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Ni siquiera recordaba por qué habían discutido de esa manera hasta el punto de no dirigirse la palabra (aunque seguro había sido culpa de ella), pero estar enemistada con Oscarito había sido un momento horrible en su vida. Se prometió a sí misma no volver a pelear de esa manera con él.
O algo así.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Ufff, ¡era una cantidad obscena de galletas Oreo! ¿Por qué su sueño había acabado justo en la mejor parte? Ese sueño sin duda superaba al del hombre alto, y sólo porque por alguna perturbadora razón el tipo había tenido una suerte de metamorfosis que lo dejó con la puta cara de Dae.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Soñar con un hombre alto y apuesto que de repente tiene la jeta de Dae no era de Dios. Fuck.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acostaste con alguien, o cómo te imaginas que será.
En la vida había tenido sexo, probablemente estaba condenada a mantenerse virgen y tener un ejército de gatos o alguna mierda parecida. Eso no quería decir que no se preguntara si le gustaría más hacerlo con un hombre o con una mujer.
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
─… Entonces tú piensas que ir a la feria de Chapultepec cuenta como vacaciones.
─¿Disculpa? ¡La feria de Chapultepec está bien chida! Ni finjas que no te gusta subirte al ratón loco, Jo.
─Uhm… creo que Joanne lo dice porque vivimos a diez minutos de aquí.
─Shhh, Gaby. Ni tú ni Joanne saben de lo bueno de la vida.
15: Cuéntame sobre un momento en que fuiste muy feliz.
¡Lo había conseguido! ¡Iba a estudiar Derecho!
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
Probablemente había sido aquél baile escolar. Mei había estado muy guapa ese día y ella no pudo dejar de mirarla.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
A veces miraba a Robert y se preguntaba cómo sería juntarse con alguien tan sereno, para variar.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
No es que no le hubieran llamado la atención en el jardín de niños, pero no fue hasta la primaria cuando realmente la suspendieron varios días y claro, Alejandro la había castigado cuando ella le contestó que volvería a romper la nariz de ese niño apenas volviera a la escuela y ni siquiera dio explicaciones del por qué lo había hecho.
Iba a romperle la madre a cualquiera que se atreviera a romper las muñecas de Gaby y encima llamarlo marica, eso era un hecho.
19: Cuéntame algo que paso en secundaria.
─Wow. Entonces te gusta Syaoran.
─¡No me gusta ese tonto!
Joanne no podía creer que Oqui justo iba y se prendaba de Syaoran ¡Syaoran! Venga, es que su hermana era mucho más linda, eso se veía a leguas.
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
Mei era muy linda, eso se veía a leguas. Y además siempre era un gusto tomarle la mano, así no se le congelaban las suyas.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
─No puedo creer que tú, entre todas las personas, no aceptes que me gusta Thomas.
Joanne trató de convencerse de que estaba haciendo lo correcto al advertirle a su hermano menor sobre Thomas y marcar su rechazo, pero el semblante decepcionado de Gaby le estaba calando muy hondo.
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
Andrei y Gabriel iban a hacer sus vidas sin ella y entonces… ¿Entonces qué?
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
¿Ni siquiera le iba a decir por qué se había terminado?
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
─Pero bueno ¡Como si el amor se te terminara a los quince años, hija!
Eso ni siquiera se lo habían dicho a ella, era una conversación telefónica entre una madre con su hija en el transporte público. Igual la señora tenía la boca llena de razón.
25: Cuéntame sobre tu ex-mejor amigo/a.
Afortunadamente no tenía nada qué decir, las amistades iban y venían en la vida y prueba de ello era que ya tenía siglos sin hablar con Daniel, pero si un día dejaba de contar con Oqui y Clarisse… Mejor no pensar en eso.
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
─Mierda, qué horrible te ves.
─Gracias, Oscarito, siempre es un placer contar contigo.
Pues seguir sus actividades normales ¿Qué más si no?
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Ella podía decir misa sobre Thomas, pero tenía una espalda bastante atractiva y eso se lo iba a guardar para sí misma.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
─Entonces ¿Tienes un fetiche con los asiáticos o algo así?
─Que haya salido con una chica asiática no quiere decir que tenga un fetiche con ellos, Andrei.
No se podía decir lo mismo de las esposas.
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
Había sido su culpa por mirar a esa desconocida de más en el autobús. Cuando la chica la había atrapado mirando, se relamió los labios y le sonrió de lo más sugerente y… bueno, ella tragó saliva y cerró las piernas durante todo el camino, imaginado cómo sería dejarse hacer.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
─Oh, Dios ¿T-Te acostaste con el chico con el que estabas hablando en la fiesta?
─¿Estás loco, Gaby? Le olía el aliento, así ni un beso ser antoja, imagina lo demás.
31: Cuéntame sobre lo que crees que es la muerte.
Irremediable.
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
─¿Te acuerdas de ese arenero en el que jugabas con Oqui?
─¿Dónde encontramos mierda enterrada? Memorable.
33: Cuéntame qué haces cuando estás triste.
No podía creer que de tantas cosas por hacer justo iba directita al cuarto de Andrei a ver La Familia P.Luche. Pero estaba decaída y justo necesitaba la chispa de su hermano y un programa cómico de mierda para animarse.
Si no funcionaba siempre tenía Youtube y los videos de los borrachos para recordar que había gente más lamentable que ella.
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
─No te vayas a quedar dormida, no te muevas… ¿Por qué la pinche ambulancia tarda tanto?
Joanne miró a Alejandro sin saber qué era lo que le estaba diciendo ni por qué estaba tan alterado, hasta que intentó moverse y fue detenida por un dolor agudo en su costado. Aparentemente caerse de un árbol podía romperte algo.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
A veces se preguntaba si podía pasar un día sin enojarse sin razón.
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Vale, vale, su placer culpable era ver Rebelde ¿Y?
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a
Daniel era alto, cumplía su requisito básico para considerar atractivo a alguien. Lástima que en todo lo demás fuera un mierdas.
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Imposible escuchar una canción de Pimpinela y no pensar en Andrei y Lilith.
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
Algo que le gustaría decirle a la Joanne del pasado era que no pintara las puntas de su cabello de verde fosforecente. Ese color simplemente no le iba.
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida
A veces aún pensaba en Mei, pero ya no era con amargura. Era más bien para preguntarse qué otras oportunidades le iba a traer la vida.
Gio Fernández
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por Alex Sáb Nov 26, 2016 2:30 am
SYAORAN
1. Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita
No tenía una película favorita, sinceramente todas le gustaban, pero si iba a decir una, sería La Dama y el Vagabundo, por qué era la favorita de su hermana.
2. Cuéntame sobre tu primer beso
La vida era tan simple a los 6 años que a veces la extrañaba.
Las niñas de su salón de habían estado cuchicheando y haciendo escándalo todo el rato que molestaba mucho a Syaoran. Él quería ser parte del cotilleo y no le gustaba que lo dejaran atrás, pero no podía dejar a su hermanita sola cuando estaba enferma y no podía salir al recreo a jugar con los demás niños. Apretó fuertemente la mano enguantada de su hermana e hizo un puchero.
-Yo sé de qué están hablando…-Dijo Mei con la voz ronca y quebrada de estar enferma. Syaoran volteó sorprendido a verla, le encantaba que le leyera la mente pero estaba enferma y no podía hablar tanto, ¿Y si se lastimaba más? ¿y si ya no se curaba pronto? Pero, la curiosidad…
-Están diciendo que en un película vieron a alguien besarse. Al parecer, besas a alguien que quieres mucho…-Continuó Mei y Syaoran abrió la boca sorprendido, pero luego frunció el ceño. ¿Cuándo quieres a alguien mucho?
-¿Mucho, mucho?
-Si
¡Entonces tenía sentido que sus padres se besaran de vez en cuándo! Aunque siempre le había dado asquito, ahora suponía que era normal. Al momento, se le iluminó la cara y volteó con su hermana con una sonrisa de mil kilowatts, cómo si tuviera le mejor idea del mundo. Le susurró su idea a Mei, y aunque se había sonrojado todavía más si era posible, accedió a compartir su primer beso con su hermano en el salón de clases minutos antes de que se acabara el recreo.
Era una afirmación de que sí, quería mucho a su hermana y posiblemente era la persona a la que más quería en el mundo, y a pesar de que al día siguiente amaneció con un catarro increíble, no se arrepentía de nada.
De hecho, ahora podía dormir con ella sin el miedo de enfermarse.
¿Contaba?
3. Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica
Le gustaba pensar que el sentimiento era mutuo, que todavía había algo ahí aunque lo más sano era seguir adelante y encontrar a alguien más. Pero no podía simplemente olvidar como cabía perfectamente entre sus brazos y encajaba como pieza de rompecabezas contra él, ni lo arisco que podía ser, ni los rostros distintos que había llegado que no quería que le mostrase a nadie más.
Oscar realmente lo había marcado, y esperaba fuera mutuo, porque a veces era egoísta.
4. Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho
El día en que le alzó la voz a Mei y levantó el brazo nunca lo va a olvidar.
Ella se hizo chiquita y su mirada cambio totalmente. Fue una tontería, una estupidez y nunca debió haberlo hecho. Esto no era un entrenamiento de Tae Kwon Do, era la vida real y casi había lastimado a su hermana.
Ese día, durmió afuera de la casa, y no se atrevió a dirigirle siquiera la mirada por dos semanas.
No era digno de ella.
5. Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños
El primer, y tal vez el único cumpleaños, que pasó con su familia entera. Cuando sus padres, Mei y una pasita pequeña de nombre Huan Yue estaban con él.
6. Cuéntame sobre te peor cumpleaños
El primer cumpleaños cuando se dio cuenta de que ya no podría tener a toda su familia junta.
7. Cuéntame sobre tu mayor inseguridad
No podía cambiar su personalidad de la noche a la mañana, pero sabía que irritaba no solo a una, sino a varias personas.
O al menos eso pensaba.
8. Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida
Cuando cargó por primera vez a Huan Yue en sus brazos y se dio cuenta de que no era tan pesado como parecía, no podía dejar de hacerlo. Era tan pequeño, compacto y tan lindo que tenía que hacerlo más seguido.
El día en que pudo hacer que dejara de llorar, casi rompió en llanto de inmediato, pero pudo aguantar hasta dárselo a su hermana y encerrarse en el baño.
9. Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan
Su rulito. Lo amaba, aunque era un arma de doble filo, y más perjudicial que benéfico.
A veces, sentía que le hablaba.
10. Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido
Fue una tontería, algo que nunca se perdonaría y no volvería a repetir a pesar de ya no recordar la razón. Se había enojado mucho con Mei y dos semanas sin dirigirle la mirada o la voz fue una tortura.
11. Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido
Él estaba encantado con vivir en la película de 101 Dálmatas.
12. Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido
Ver a la maestra de química de secundaria, una encantadora señora de 60 años, en bikini dando un examen sorpresa para el cuál no había estudiado era algo que ojalá pudiese olvidar.
13. Cuéntame sobre la primera vez que acostaste con alguien, o cómo te imaginas que será
Siempre estuvo a punto. Casi. Cerca.
Pero nunca llegó al embrollo. Lo triste, era que había estado llegado más lejos con Andrei que con nadie más.
14. Cuéntame sobre un viaje de vacaciones
En las vacaciones de verano de primero de preparatoria, habían ido a la playa por una semana. Syaoran amaba nadar, era divertido y algo que podía disfrutar en conjunto. Esa semana, Xian estuvo con ellos, metiéndose al mar, repartiendo los emparedados de jalea, mantequilla de maní y nutella que habían hecho entre todos la noche anterior, comprando paletas y nieve para los cuatro o simplemente sentándose en la arena a observar las olas.
También, fue una de las veces en las que se sentó con él pasadas de la media noche a hablar como si fueran adultos mientras Huan Yue y Mei dormían en el bungalow. Se enteró de muchas cosas, y lo perdonó por otras tantas.
15. Cuéntame sobre un momento en que fuiste muy feliz
Le había dicho que sí…
Espera, ¡¿Le había dicho que sí?!
Levantó el rostro tan rápido que casi se descoloca la nuca y empezó a ver puntitos. Frente a él, estaba Oscar con, posiblemente, el rostro igual que él: sonrojado a más no poder y un poco avergonzado.
16. Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido
No recordaba nada.
¿Cuenta? Debería, fue algo muy salvaje.
17. Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a
Syaoran quiere ser amigo de todo el mundo, esa era la cuestión.
Quería ser más cercano a sus familiares lejanos y no tan lejanos. Quería ser amigo del señor que vendía los dulces en la calle y quería ser amigo de la amable señora de la tienda.
18. Cuéntame sobre algo que pasó en primaria
Después de la clase de educación física en quinto de primaria, la maestra de historia no había asistido y tenían la hora libre. En su momento, había pensado que tenía mucha suerte, pero ahora se moría de nervios y sentía que se desmayaría en cualquier momento.
Pero tenía que admitir que, haber aceptado jugar a “Verdad o Reto” y que le tocará tocar los pechos de… ¿cómo se llamaba?
Ya ni lo recordaba, pero lo había marcado mucho en su vida.
19. Cuéntame algo que pasó en secundaria
La maestra de química ya debería saber que no debería dejar que Syaoran y Andrei hicieran equipo en el laboratorio. En especial cuando se trataba de una práctica que podía dejar malheridos.
“Está bien echar agua al ácido, pero no está bien echar ácido al agua… ¿o era al revés?”
Era al revés.
20. Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria
En esa fiesta de navidad, había tenido tanta suerte. Oscar había accedido a ir con él y al final, había experimentado de primera mano que era estar bajo un muérdago.
Claro que se habían dejado llevar, y claro que habían sido interrumpidos por una llamada de Mia, pero no importaba, había sido perfecto a pesar de los cortes en su lengua.
21. Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien
Había decepcionado a varias personas muchas veces durante toda su vida, pero nunca como cuando tuvo que admitirle a Xian y a Mei que había vuelto a tomar, y había probado el cigarro.
22. Cuéntame sobre tu mayor temor
La soledad.
23. Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó
Su padre, cuando no volvió de la tienda en más de 10 años.
24. Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho
Joder, iba perdiendo y ese chaval le había pegado justo en la parte desprotegida de su rostro con el talón de pie, seguramente a propósito, el muy cabrón. Se sentó junto a su entrenador para que le checaran la herida y decidieran si podía continuar la pelea. Soltó un gruñido cuando su entrenador le aplastó los cachetes y le apuntó el pecho con el dedo tan fuerte que casi le atraviesa las costillas.
-Todavía no se acaba.- Había dicho y acentuado tan fuerte que le escupió en la cara. Syaoran tragó en seco.- Todavía quedan 40 segundos y si te has rendido déjame decirte que eso es bastante patético, ¿no recuerdas todo lo que enseñe?
Mírame a los ojos.-Ablandó su tono un poco y, mientras le quitaba el sudor del rostro, busco su mirada de tal manera que Syaoran no pudo apartar la propia.- Confía en todo lo que sabes, ataca antes que él, y no te rindas hasta que suene el pitido, ¿vale?
-…Vale.
-Después de todo, ya sabes cómo caer.
Syaoran sí sabía cómo caer, y supo cómo levantarse antes de que acabara.
25. Cuéntame sobre tu mejor ex mejor amigo/a
No lo contaba como ex amigo, pero a veces deseaba no haber perdido contacto con Chirú.
26. Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a
Se acurrucó entra tanta cobija y almohada que se perdía. Mei había accedido a pasarla con él en su día libre, y justo cuando empezaron a ver La Dama y el Vagabundo, hizo chocolate caliente con malvaviscos.
27. Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más
Después de todos estos años, Syaoran había perdido la vergüenza en admitir que lo primero en que se fijaba de alguien, eran los pechos.
28. Cuéntame sobre tus fetiches
Lentes.
29. Cuéntame sobre las cosas que te excitan
Aunque no tenía un libido sexual tan activo como los demás de su edad, seguía siendo joven y de vez en cuando, dejarse llevar no le hacía daño y era bastante inevitable.
En especial si Oscar se aferraba a él de tal manera que su piel ardía bajo sus manos, su cabello era suave entre sus dedos y los lentes del menor estaban chuecos y apretujados entre ambos, causando molestia en la nariz de Syaoran.
Lo mejor de pelear, era reconciliarse.
30. Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas
A pesar de parecer mentira, no le gustaba ver los vídeos porno que ponían los niños en el salón mientras la maestra no estaba. Le daba ansiedad verlos hacer todo tipo de cosa, tal vez porque eran de carne y hueso y no era normal ni sano hacer tales cosas. El pobre pensaba en lo doloroso que debían de hacer algunas.
31. Cuéntame sobre lo que crees que es la muerte
Lo único que lo separaría de sus hermanos.
32. Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia
Syaoran amaba ir al parque de diversiones de niño. Amaba que Xian les compraba todo tipo de chuches bajo la condición de que se portasen bien y los dejaba subir a casi todos los juegos. Le gustaba mucho subirse a la montaña rusa a pesar de que había vomitado sobre los zapatos de Mei.
Todavía amaba mucho ir al parque de diversiones, pero desde que perdieron a Huan Yue de pequeño en ese lugar, ya no iban tan seguido.
33. Cuéntame qué haces cuando estás triste
Desde que se había metido a hacer deporte, lo usaba como excusa para muchas cosas. Pero cuando se sentía triste o frustrado, se mataba haciéndolo hasta que sus piernas no daban para más y sus nudillos empezaban a arder por las heridas que se hacía contra el material del dummy.
Después, cuando se acostaba en el piso y ya no podía levantarse a repetir los ejercicios de lo cansado que estaba, llamaba a su hermana y le contaba todo su pesar mientras trataba de no llorar tanto.
34. Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido
Una vez, cuando estaba entrenando con su hermana, se rompió el brazo derecho. Sabía que su hermana era fuerte, pero esa vez había bajado la guardia e hizo una defensa mal hecha. Durante meses, se sintió como un completo inútil ya que no podía hacer muchas cosas antes simples por el malestar en su brazo.
35. Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer
Desearía dejar de tener una muletilla, y desearía dejar de ser tan indeciso.
36. Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos
Le gustaba maquillarse y vestirse con las cosas de su hermana, pero ya lo superó, ¿vale?
…¿Vale?
37. Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a
Aisha fue una etapa muy especial en su vida. Era totalmente su tipo, y tenían cierta química que le hacía creer varias cosas.
Tal vez, si hubieran tenido más tiempo juntos…
38. Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas
Le gustaba mucho cantar canciones de Vaselina a todo pulmón mientras manejaba junto con Andrei, pero la de Cant Hold Us era igual de importante en la lista de reproducción de su celular cuando estaba con su compadre, pues sentía que realmente podían hacer de todo.
No era lo mismo cuando la escuchaba solo.
39. Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes
De haber sabido que tenía tantos primos y familiares regados por el mundo, se habría esforzado más en conocerlos. Siempre había querido tener más familiares, y tras haber conocido a su primo Dae de adolescente, deseó haber visto películas junto a sus hermanos, Dae y Hye los fines de semana, jugar en el jardín a pesar de que hiciera calor e intercambiar regalos de cumpleaños.
40. Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
No contaba como final cuando siempre volvían a empezar.
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por Im Kim Yun Sáb Nov 26, 2016 3:07 am
Yun
- Spoiler:
- 1: Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita.
Ohana significa familia, y la familia nunca te abandona.
Era un chiquillo y tan pronto salió del cine le pidió a su mamá que le comprara un peluche de Stitch. Acabó con una pijama azul con gorro de orejas que usó hasta que no entró más en ella.
A la fecha puede ver esa película sin aburrirse. Se sabe los diálogos y todo.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Ni siquiera lo vio venir.
Estaba en primero de secundaria, en el momento y el lugar equivocados. Sólo quería pasar por inexistente, terminar el día sin problemas y sobrevivir a educación física sin caerse (de nuevo).
Lo hizo en frente de todos. Un tipo de otro grupo llegó de la nada y le robó su primer beso.
Creyó que era chica y la humillación les acompañó a ambos el resto del ciclo escolar… y otro poco más. Después de eso Yun nunca volvió a dejarse el cabello tan largo.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
El amor no era para él o él no estaba hecho para el amor romántico. Creyó que seguro de que moriría solo como la vieja de los gatos…
Cuando mira a Dae holgazanear en el sofá con un par de bolas de pelo que pidió explícitamente que no metiera a la sala, cree (quiere) que sus expectativas siguen siendo más o menos las mismas. Y es que esa sensación de plenitud cuando está con él le hace pensar que compartir una vida al lado de una persona especial (y un montón de gatos) no es tan descabellado.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Tal vez de no haber sido tan rencoroso habría podido llevar una relación con su padre. Incluso un saludo de vez en cuando es mejor que nada.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
Tenía cinco años y la casa estaba repleta. Shun le había tomado de la mano en reacción al escandaloso “¡Feliz cumpleaños!” que soltó la multitud congregada en un espacio demasiado pequeño.
Yun siempre había odiado las sorpresas y las multitudes, pero ese día se le iluminó el rostro.
Año nuevo era una fecha truculenta para planear viajes o para recordar el simple cumpleaños de un par de niños, así que no era raro que pasaran la fecha únicamente ellos tres, con algo de suerte con la presencia de uno o dos de sus tíos o tías.
Pero ese día, todos estaban ahí… sus tíos, tías, primos y una cantidad sobrenatural de tarta de piña.
Fue el mejor cumpleaños de todos.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
“Todo va a estar bien, cielo”, le dijo su madre mientras le acariciaba el cabello con ternura. Shun estaba afuera de la mano de su tío, con expresión compungida y un enorme puchero en los labios por no poder entrar a ver a su hermano.
Yun no se sintió con fuerzas para ponerse a llorar. Tenía mucho frío, le dolía el pecho para respirar, le ardían los ojos y era como si le clavaran montones de pequeñas agujitas en todo el cuerpo.
Tenía siete y le dijeron que era bronquitis, pero en ese momento se sentía como estar a un paso de estirar la pata.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
Los espejos son su peor enemigo. Le restriegan en la cara que no solamente es un incompetente y tiene una mala personalidad, sino que también tiene un rostro muy genérico, un cuerpo muy débil, la piel muy pálida…
Y es que es muy distinto saber que no puedes cumplir las expectativas de los demás cuando deseas ser suficiente para alguien más. Cuando sabes que ni siquiera puedes competir contra alguien más.
(¿Y qué hará si Dae se da cuenta de que siempre tuvo mejores opciones que él?)
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
La única vez que se dedicó a tocar como era debido y ganó aquel concurso se sintió capaz. Talentoso, incluso.
A veces cuando se siente con la autoestima muy baja se sienta frente al piano que ganó aquella vez y toca un buen rato hasta que el bajón pasa.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
Era torpe a morir, pero todo quedaba atrás cuando colocaba sus dedos delicadamente sobre las teclas del piano y comenzaban a moverse, precisos y fluidos como si estuviese hecho sólo para interpretar esos nueve minutos de melodía. Para trazar finas líneas en un lienzo y transformar hojas de papel en elaboradas figuritas o pisar las cuerdas del violín sin cometer un solo error.
(Para hacerle regalitos tontos a su madre como cuando era un niño, para ayudar a Shun a dibujar sus tareas de anatomía, para jugar con el cabello de Jean Pierre, para tocar alguna canción de Disney junto a Robin, para delinear los músculos de Dae mientras duerme y no se entera de lo mucho que le gusta hacer eso…)
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Ese día no hubo gritos, ni siquiera se levantaron la voz. No se interrumpieron mientras hablaban y cada centímetro de separación era vital para no ponerse a llorar ahí mismo.
No se dirigían la mirada.
(Yun nunca se sintió tan insignificante).
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Era el festival de los faroles. Las luces ya salpicaban el cielo y a pesar de que hacía frío, sentía las manos tibias. A su lado estaba Dae y le tomaba de la mano, de la otra había un niño cuyo rostro no era capaz de reconocer.
Del otro lado de la terraza estaba su familia. Shun, Taiwán y Vietnam sonreían y cuchilleaban entre ellos mientras terminaban de armar su linterna antes de soltarla. Lo hacían todos los años.
Ese día se despertó maldiciendo a Dae por meterle al subconsciente la idea de criar un chiquillo.
(En los sueños siempre era más fácil que en la vida real…)
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Cuando sonó el teléfono estaba solo, en una habitación vacía y obscura. El tono de llamada era inconfundible, “Walk” de Pantera le hizo atender de inmediato.
―¿Dae? ―
Lo que le respondió fue un sollozo ahogado al otro lado de la línea.
―No, es… yo… lo siento, Kimi. ―Era Hye, y Yun no necesitó nada más para entender lo que sucedía.
Se despertó con el corazón en la garganta y las mejillas húmedas. Ni siquiera razonó cuando tomó el celular con las manos torpes y temblorosas, fracasando más de una vez en el intento de buscar el contacto que buscaba.
Los tonos del timbre duraron una eternidad.
―¿Yun…? ―Estaba vivo. Cojo y todo, pero vivo.― ¿Qué quieres? ―Sintió que el peso sobre su pecho desaparecía de a poco y se dejó caer de nuevo en la cama, hecho un ovillo y sintiéndose muy, muy estúpido por haber reaccionado así ante un mal sueño. No pudo responderle. ―Ey, ¿pasa algo?
―Perdón, no sabía en qué estaba pensando. No es nada. ―
Le habría pedido que se quedara hablando con él hasta que se quedara dormido si no le hubiese podido más la vergüenza.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acóstate con alguien, o cómo te imaginas que será.
Espera sinceramente que no sea en medio de un pasillo, gracias. Y de preferencia en un sitio donde no duela tanto la espalda.
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Tailandia era un infierno húmedos y los mosquitos los secuaces de Satán. Nunca jamás en su vida aceptaría la propuesta de unas vacaciones de verano por mucho que apreciara al tío Yalito. N-U-N-C-A, sobre todo porque era difícil decirle que no cuando les pedía ayudarle con sus vestidos y cosas de travesti.
Ergo, esa vez Shun y él fueron malcriados de tal manera que subieron cinco kilos en un mes. Fue hermoso al grado que no importó mucho luchar contra el botón de los pantalones en tiempos posteriores.
15: Cuéntame sobre un momento en qué fuiste muy feliz.
Yun apareció como un rayo y apretujó a Dae tan fuerte que por un momento se quedó sin aire, o a lo mejor es que tenía años que no sonreía tanto.
―¡Me dieron la beca! ―Le estampó un beso en la boca y si ese día Dae le hubiese dicho que adoptaran seis niños probablemente le habría dicho que sí al calor de la euforia.
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
Una vez en un aniversario de no sé qué la cosa se descontroló en lo que comenzó como una reunión familiar. Todos bebieron de más y Yun recuerda vagamente haberse reído hasta el borde de las lágrimas cuando el buen China perdió todo el honor y se puso a hacer mierdas confusas y llorar por sus hermanitos emancipados.
Las fotos de aquella reunión fueron oro. La favorita de todos es donde Birmania sale con la cara pintada con bigotes de gato y un monóculo.
(Birmania, por supuesto, no sabe que ésta existe. Nadie es tan imbécil).
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Irónicamente, Fadi. A veces aún le pesa haber sido tan duro con él… pero arreglar esa clase de cosas no es su área y ni siquiera tiene idea de cómo empezar como para considerarlo un plan viable.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Un troglodita de curso superior le molestaba con regularidad. Le insultaba y golpeaba cuando pasaba a su lado… hasta que un día le empujó tan fuerte que cayó al suelo y se fracturó la mano.
Fue la primera vez que vio a Shun tan enojado…. y la primera vez que le vio golpear a otra persona sin detenerse a pensar en las consecuencias de sus actos. Creyó que le había quebrado la nariz (Shun aún se lamenta de no haberlo logrado).
19: Cuéntame algo que pasó en secundaria.
Una chica se le acercó y no se le despegó por HORAS, intentó hacerle plática con esfuerzo y le hablaba de cosas que no tenían mucho sentido.
Por segunda ocasión, en secundaria fue confundido. Al menos esta vez fue con Shun y no con otra niña, aunque traer al ligue de su hermano acosándole fue una cosa súper incómoda (y ocurrió más de una vez).
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
La primera vez que bebió fue en un viaje de la escuela. Fue raro y probablemente la única y primera vez en la que pudo conversar con otra persona de forma natural en ese sitio.
No estuvo tan mal, exceptuando que después hubo evidencia de él actuando como un idiota sonriente y pegajoso. Fue terrible lidiar con las personas con las que estuvo de pegajoso; ni siquiera podía mirarles a la cara. Particularmente a aquel sujeto al que le dijo que era guapo.
Nunca de nuevo.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
“No quiero ir al internado, mamá”. Ella le sonrió y le dejó tomar su decisión pero Yun sabía que ella esperaba que fuera el próximo Chopin o algo magnífico que nunca podría ser.
La música era su hobby, un medio de expresión… pero no quería dedicar su vida a ello.
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
Ganarse el odio de las personas que aprecia y quedarse encerrado en un lugar pequeño son las dos cosas que más pánico le provocan.
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
Fue culpa suya por dar las cosas por sentado. Un ejercicio de confianza ciega en un despliegue de estúpida credulidad.
Era culpa suya, por no estar presente, por ser un terco inflexible y por dejar mucho que desear, pero aun sabiendo todo lo anterior la decepción le golpeó con fuerza después de que Dae le confesara su “asunto” con Dylan.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
El corazón le latía muy fuerte, el aire era insuficiente, quería vomitar y le temblaban las manos. No podía hacerlo, iba a decepcionar a su madre, los iba a decepcionar a todos, se iba a equivocar y todos le iban a apuntar y reírse de él y todo iba a salir mal. Estaba a punto de echarse a correr y tirar por saco su presentación en ese concurso al cual nunca estuvo seguro si quería entrar.
Hasta que apareció ella. Kim era casi como otra figura materna, salvo por el hecho de que se sentía más identificado con la vietnamita que con su propia madre. Su abrazo le hizo sentir tranquilo y más seguro.
“Lo que hagas siempre será perfecto a pesar de que te equivoques”. Vietnam siempre sabía (y sabe) decir lo correcto para hacerle sentir mejor.
25: Cuéntame sobre tu ex mejor amigo/a.
Tiene pocos y por suerte los conserva a ambos. No se explica cómo…
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Suele tirarse a morir sin avisarle a nadie que está mal hasta que alguien de pura casualidad se da cuenta y se toma las molestias que Yun no suele darse en lo respectivo al autocuidado.
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Su afición por los ojos de color es bien conocida.
(Y la espalda de Dae. Son buenos días cuando hace mucho calor y le da por andar medio en pelotas por todos lados).
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
Es un tipo simple bastante obtuso en el tema. Más allá de lo obtuso, ¿pero supone que eso de que le cubran los ojos no está tan mal?
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
Le gusta que le muerdan, sobre todo si es en el cuello.
Se volvía de gelatina y caía redondito sin mucho esfuerzo. A Dae le costó dar con el dato a pesar de ser un blanco sencillo debido a esa fijación que tenía con manosearle el culo y distraerse en ello.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
¿Pero qué necesidad tenía Dae de abrir la boca y proyectar su imbecilismo? Le hacía enojar y mataba todo el ambiente.
31: Cuéntame sobre lo que crees es la muerte.
El fin de todo hasta que se demuestre lo contrario o de pronto se dé cuenta de que reencarnó en un gato huraño.
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
El ático era un lugar lleno de pelusas y arañas, pero él y Shun lo adoraban. Tenían un campo de juegos improvisado a partir de cajas, almohadas, cobijas y muchos juguetes regados. Podían pasar horas ahí hasta caer rendidos peligrosamente cerca de la escalera.
Por las mañanas mágicamente aparecían de nuevo en su habitación… en la misma cama, porque a Shun nunca le gustó dormir solo.
33: Cuéntame qué haces cuando estás tristes.
La táctica de encerrarse y dejar de ser humano en compañía de Netflix por días enteros es una gran táctica que aprendió directamente de Robin. Dependiendo de su estado de depresión la probabilidad de que se hunda en comida chatarra como papas fritas, palomitas y nachos es alta.
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
Algo le golpeó en la nuca con fuerza y cayó al suelo como un costal de papas, viendo estrellas y sintiendo un dolor tal que vio negro casi un minuto entero.
Fadi se fue con todo y su bate, pero realmente no fue capaz de comprender qué carajo había dicho porque el muy infeliz casi le saca la cabeza.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
Si tan solo pudiera ser más como Shun y expresarse de las formas correctas tal vez todo sería más sencillo…
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Muy en el fondo también le gustan esas películas mamonas de romance que ve con Jean Pierre y Robin. A veces hasta le hacen lagrimear y todo porque es un sentimental reprimido.
Ya, lo admitió.
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a.
Robin fue la primera persona por la que creyó tener sentimientos románticos pero el asunto rápidamente se transformó en lo más cercano que tiene a una hermana.
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Es un músico a toda regla así que es inevitable que relacione a las personas con una melodía (o varias) en especial… pero el asunto es que desde que vio a JP y Robin cantando “I don’t care” de Icona Pop esa canción la deja exclusivamente para ellos (y también el Himno a la alegría, para darle seriedad). A Dae lo relaciona con Summer (Presto), de Vivaldi… y Maybe de Yurima la relaciona mucho con Jack quien sabe por qué (¿).
Podría seguir infinitamente…
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
Si tan solo hubiera sabido que le iban a tomar cantidades industriales de fotos con todos los disfraces y vestidos tontos que su mamá y su tío Tailandia amaban ponerle (y a Shun), se habría considerado seriamente hacer las paces consigo mismo y los rencores de su pasado para mudarse con su padre…
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
De alguna forma aquella pelea con Dae sí fue algo parecido a finalizar una etapa en su relación y el inicio de otra.
A veces la mierda del medio del camino servía para mejorar.
Im Kim Yun
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por Assim Al Saud Sáb Nov 26, 2016 8:05 pm
1: Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita.
Alheli, la modestia.
Hyoo poseía cierta negación a la tecnología ¿película favorita? Todavía no veía una.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Clavelinas, tan ligeras…
El primer roce de su boca contra la de alguien más. Un acercamiento tímido y nervioso. Fue tan suave y diminuto que apenas sintió la humedad de los labios ajenos. Pero Hyoo nunca olvidaría el fuerte y embriagante aroma que desprendía la ropa de Yuhanna en ese momento, más que el beso en sí.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
Clavel rojo, amor vivo y puro.
Yuhanna era una luz que no extinguía nunca. Constante cuidaba su amor, dedicado en grandes, pequeños o insignificantes detalles. Hyoo devolvía esos gestos, lo mejor que podía. Y temía que algún día esa intensidad de marchitara. Si alguna vez había querido tanto a alguien, no lo recordaba.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Anémona, abandono y culpa.
Ese día las horas se fueron como un río triste, el corazón le tembló hasta altas horas de la noche y sus manos inquietas no dejaron de laburar la tierra. Hyoo se arrepentía, hasta lo más profundo del alma, de no haberle dicho algo mejor a Hakan. Sabía que la frustración del otro se iría, se lo llevaría el viento tan rápido que no se daría cuenta, sin embargo…una partecita suya deseaba que así no fuera y la culpa le devoraba por dentro.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
Azucena, felicidad y corazón inocente.
Eran una familia humilde, por no decir tan bruscamente…pobre. Los lujos que podían darse eran tan reducidos que los cumpleaños consistían en un beso y un abrazo.
Aquel cumpleaños su madre le regalo algo especial. Una kira de hermosos colores tradicionales. Hyoo se emocionó tanto, que no le importó vestir como una mujer. Crecería a la sombra de otra identidad, llevando el cabello largo como una mujer casada para lucir el traje en su máximo esplendor.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
Hojas de Laurel, no cambiaré nunca.
Su madre gritó tan fuerte que el eco de su voz pudo retumbar en las altas montañas nevadas de Bután. Le arrebato la criatura que se retorcía debajo de sus manos y azotó su pequeña mano tan violentamente contra su cara que, por un instante, temió perder la cabeza. Hyoo empezó a llorar.
—¡Deja de hacerlo!, les haces daño Hyoo ¿Por qué no quieres entender? Los estas matando ¿Es que no te importa?
Hyoo tenía seis años cuando un fugaz pensamiento rondó por su cabeza: no puedo dejar de hacerlo.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
Narciso, el egoísmo e inseguridad.
A cada paso que da se deshoja y cabizbajo se lamenta, convirtiéndose completo en silencio. Hyoo no alza la cabeza, le da vergüenza. No se considera lo suficiente. Yuhanna le da tanto y él tan poco. Sigue sin hacer la gran diferencia y aun así no lo suelta, porque no quiere que se vaya.Podría estar con alguien mucho mejor...
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
Jacintos, el afecto y la constancia.
Cuando Hyoo se propone algo (lo que sea), lo consigue.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
Begoña, belleza.
La delicadeza de los minúsculos detalles están infravalorados. Lo protege, porque le gusta sentir el tacto de sus manos contra las finas capas oscuras. Hyoo adora su cabello largo, ese que peina con tanto cuidado. Pero le gusta más cuando es Yuhanna quien lo acaricia, la sensación es escalofriante y a la vez placentera.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Calas naranjas, esquivez.
Sus manos temblaron y rodearon aquel cuello que deseaba estrangular. Lo mataría…
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Helecho, la bella armonía.
Paz. La nieve tejiendo frío por donde caía y la noche dejándose escuchar con aquella sonata de criaturas nocturnas, un tronco ardiendo en una fogata cálida y el mundo en una perfecta armonía.
Cuando Hyoo despertó, todavía cargaba con la sensación del fuego calentando sus manos.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Hojas de sauce, desesperación.
El contrafilo del hacha se azotaba con saña sobre la tierna y delicada carne de un individuo, cuyos gritos agonizantes de dolor le hacían perder más el control. Y no podía detenerse. Deseaba verlo partido en cientos de pedacitos, regocijándose con la sangre que manchaba las finas plantas del monasterio. Lo disfrutaba y cuando despertó…seguía feliz.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acostaste con alguien, o cómo te imaginas que será.
Clavel doble rojo, un amor un tanto ardiente.
Quería engullir todo lo que existía de él, consumir cada parte por pequeña que esta fuera, a gritos o en silencio. Enloquecer con sus caricias y llegar a pensar que sin Yuhanna todo se volvería desierto y sombrío.
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Lirios, para saludar.
Hyoo no iba de vacaciones. Él prefería trabajar y estudiar sin descanso. Pero cuando su madre salía del país, siempre le rogaba que le diera saludos a todos aquellos que conocían.
15: Cuéntame sobre el tiempo en que has sido más feliz en tu vida.
Rosa, amor, pasión, ternura, romance y unión.
—Ah… es chocolate.
Con una probada, Hyoo se sintió renacer en un mundo nuevo.
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
Violeta, lealtad.
Hyoo no era de fiestas, pero cuando fue a buscar a Yuhanna por encontrarse en un estado deplorable, se admiró que incluso sumergido en alcohol todavía dijera que él era su único amor. Y eso que esperaba extorsionarlo con información complicada. Tkz.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Espiga de trigo. Riqueza.
Pasado el tiempo Hyoo empezó a preguntarse si eran algo así como amigos. Le daba pena preguntarle a Al si esos espacios de silencio y tranquilidad que compartían los convertía en algo más que conocidos. Al menos tenía algo seguro: lo mucho que disfrutaba de su pacifica compañía.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Gerbera, ¿me amas?
Gritó, pataleo y chilló durante horas. Cuando le dijo a su madre que deseaba ser un monje, no esperó que tuviera que crecer el resto de su vida lejos de ella. Esa noche lloro hasta quedarse profundamente dormido. Hyoo pensó que mamá por fin, había dejado de quererlo.
19: Cuéntame algo que paso en secundaria.
Flor de cerezo, promesas.
No le harás daño a nadie y buscaras la paz.
El hombre que está en paz consigo mismo, está en paz con el mundo.
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
Hojas de parra, vergüenza.
—Señorita, no me molestaría colarme por su ventana para hacerla mi esposa.
Hyoo salió corriendo, escondiendo el bochorno entre sus manos mientras el joven le rogaba que se detuviera.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
Hortensias, para los caprichosos.
Hyoo miró a los ojos a aquellos hombres que lo educaron desde temprana edad. Podía ver la decepción.
—Nuestras expectativas contigo fueron demasiado altas.
—Lo lamento—. Y diciendo aquello, les entregó aquellas ropas anchas que llevó por más de 13 años.
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
Hojas de dracena, robaré tu corazón.
No quería enamorarse...
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
Hojas de pino, libertad.
No podía comprender porque… ¿Por qué su madre no iba por él si decía quererle tanto? Al parecer, el amor por la extrema libertad estaba por sobre los sentimientos que guardaba hacía su padre.
—No lo entiendes, Hyoo. Yo lo conocí siendo libre y siendo libre es como más me gusta.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
Hojas de naranjo, generosidad y gratitud.
Un día Hyoo cocinó para Raz. Y este fue tan generoso de comer y disfrutar aquel almuerzo que parecía sacado de las cocinas del inframundo.
25: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Azhar, el orgullo es más fuerte
Cuando Hyoo se enferma. Nadie lo sabe.
26: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Iris azul, placer.
A veces Buda se dedicaba a esculpir gente a mano mientras a otros los armaba con los restos.
Hyoo no tenía aquella costumbre de mirar a los demás, pero no negaría que le causaba una confusa felicidad ver a Hanna cambiarse de ropa y urg...no, mejor no mirar...o mejor si. Agggg...
27: Cuéntame sobre tus fetiches.
Orquídeas, amor sublime y sexualidad.
Agresividad. Morder hasta causar marcas oscuras sobre la piel y sus manos quitándole el aire. Y si lo recibía en vez de causarlo…tampoco estaba mal.
28: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
[i]Tupilanes, besos y amor apasionado.
Un acto tan común como un beso podía causar una oleada de sensaciones y cosquilleos molestos. Que Yuhanna lo sujetara con firmeza y le susurrara palabras en francés al oído era la forma más rápida de tenerlo acorralado.
29: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
Jazmín, amabilidad.
Que su novio fuese tan cuidadoso podía quitarle las ganas hasta de vivir…
30: Cuéntame sobre lo que crees que es la muerte.
Gardenia, felicidad.
¿La muerte? Renacer, empezar de nuevo y ser feliz.
31: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
Iris blanco, confianza, esperanza y pureza.
El jardín del palacio real, no existía nada que pudiera compararse. Hyoo fue llevado por el monarca de turno y conoció los más de trecientos ejemplares de orquídeas que la reina enviaba a cuidar. Ese día juró que, algún día, tendría un jardín de orquídeas más grande y más hermoso que el de la reina de Bután.
32: Cuéntame qué haces cuando estás triste.
Varas de madroño, simpatía.
Raz no sabía que cuando Hyoo no se sentía bien, verle hacer bromas y buscar sus cariños podía hacerle cambiar de tristeza y felicidad.
33: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
Aster, variedad.
Mucho ruido: un azote.
Quedarse dormido en plena meditación: varillazos en las plantas de los pies.
Correr en el monasterio: varillazos en las manos.
Colar mascotas a los dormitorios: quedarse sin cenar.
Escribir con mala ortografía: escalar descalzo el regreso al monasterio.
Si, aparentemente ya era bueno soportando dolores de lo mas variados.
34: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
Campanula, coqueteos disimulados.
Nunca daba muestras de estar interesado, pero le gustaba enviar mensajes confusos ¿Por qué? Era divertido ver las expresiones desesperadas de los demás.
35: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Lilys, simple felicidad.
Montar a caballo. Le encanta estar encima de uno y pasear en solitario.
36: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a
Amaranto, el amor platónico.
Nunca supo si fue amor.
El chico vestía con vivos colores, exclusivos de la realeza. Tenía un caminar elegante y se dejaba ver en otoño y primavera, cuando el frío de las tierras altas no le lastimaba los pies.
37: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Dalia, para decirte que quiero abrazarte.
Desgraciadamente, conoce más de plantas y flores que de canciones.
38: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
Margaritas, inocencia en la juventud.
Si hubiera visto la maldad en los ojos de aquella persona, no le habría invitado a tomar el té. Le obligó a golpearlo hasta no dar más.
¿Qué iba a saber él que la frase "¿te invito un té o café?" era otra forma de ofrecer sexo casual?
39: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida
Girasol, respeto entre otras cosas.
¿Con qué objetivo buscar el fin?[/i]
Alheli, la modestia.
Hyoo poseía cierta negación a la tecnología ¿película favorita? Todavía no veía una.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Clavelinas, tan ligeras…
El primer roce de su boca contra la de alguien más. Un acercamiento tímido y nervioso. Fue tan suave y diminuto que apenas sintió la humedad de los labios ajenos. Pero Hyoo nunca olvidaría el fuerte y embriagante aroma que desprendía la ropa de Yuhanna en ese momento, más que el beso en sí.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
Clavel rojo, amor vivo y puro.
Yuhanna era una luz que no extinguía nunca. Constante cuidaba su amor, dedicado en grandes, pequeños o insignificantes detalles. Hyoo devolvía esos gestos, lo mejor que podía. Y temía que algún día esa intensidad de marchitara. Si alguna vez había querido tanto a alguien, no lo recordaba.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Anémona, abandono y culpa.
Ese día las horas se fueron como un río triste, el corazón le tembló hasta altas horas de la noche y sus manos inquietas no dejaron de laburar la tierra. Hyoo se arrepentía, hasta lo más profundo del alma, de no haberle dicho algo mejor a Hakan. Sabía que la frustración del otro se iría, se lo llevaría el viento tan rápido que no se daría cuenta, sin embargo…una partecita suya deseaba que así no fuera y la culpa le devoraba por dentro.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
Azucena, felicidad y corazón inocente.
Eran una familia humilde, por no decir tan bruscamente…pobre. Los lujos que podían darse eran tan reducidos que los cumpleaños consistían en un beso y un abrazo.
Aquel cumpleaños su madre le regalo algo especial. Una kira de hermosos colores tradicionales. Hyoo se emocionó tanto, que no le importó vestir como una mujer. Crecería a la sombra de otra identidad, llevando el cabello largo como una mujer casada para lucir el traje en su máximo esplendor.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
Hojas de Laurel, no cambiaré nunca.
Su madre gritó tan fuerte que el eco de su voz pudo retumbar en las altas montañas nevadas de Bután. Le arrebato la criatura que se retorcía debajo de sus manos y azotó su pequeña mano tan violentamente contra su cara que, por un instante, temió perder la cabeza. Hyoo empezó a llorar.
—¡Deja de hacerlo!, les haces daño Hyoo ¿Por qué no quieres entender? Los estas matando ¿Es que no te importa?
Hyoo tenía seis años cuando un fugaz pensamiento rondó por su cabeza: no puedo dejar de hacerlo.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
Narciso, el egoísmo e inseguridad.
A cada paso que da se deshoja y cabizbajo se lamenta, convirtiéndose completo en silencio. Hyoo no alza la cabeza, le da vergüenza. No se considera lo suficiente. Yuhanna le da tanto y él tan poco. Sigue sin hacer la gran diferencia y aun así no lo suelta, porque no quiere que se vaya.Podría estar con alguien mucho mejor...
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
Jacintos, el afecto y la constancia.
Cuando Hyoo se propone algo (lo que sea), lo consigue.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
Begoña, belleza.
La delicadeza de los minúsculos detalles están infravalorados. Lo protege, porque le gusta sentir el tacto de sus manos contra las finas capas oscuras. Hyoo adora su cabello largo, ese que peina con tanto cuidado. Pero le gusta más cuando es Yuhanna quien lo acaricia, la sensación es escalofriante y a la vez placentera.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Calas naranjas, esquivez.
Sus manos temblaron y rodearon aquel cuello que deseaba estrangular. Lo mataría…
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Helecho, la bella armonía.
Paz. La nieve tejiendo frío por donde caía y la noche dejándose escuchar con aquella sonata de criaturas nocturnas, un tronco ardiendo en una fogata cálida y el mundo en una perfecta armonía.
Cuando Hyoo despertó, todavía cargaba con la sensación del fuego calentando sus manos.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Hojas de sauce, desesperación.
El contrafilo del hacha se azotaba con saña sobre la tierna y delicada carne de un individuo, cuyos gritos agonizantes de dolor le hacían perder más el control. Y no podía detenerse. Deseaba verlo partido en cientos de pedacitos, regocijándose con la sangre que manchaba las finas plantas del monasterio. Lo disfrutaba y cuando despertó…seguía feliz.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acostaste con alguien, o cómo te imaginas que será.
Clavel doble rojo, un amor un tanto ardiente.
Quería engullir todo lo que existía de él, consumir cada parte por pequeña que esta fuera, a gritos o en silencio. Enloquecer con sus caricias y llegar a pensar que sin Yuhanna todo se volvería desierto y sombrío.
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Lirios, para saludar.
Hyoo no iba de vacaciones. Él prefería trabajar y estudiar sin descanso. Pero cuando su madre salía del país, siempre le rogaba que le diera saludos a todos aquellos que conocían.
15: Cuéntame sobre el tiempo en que has sido más feliz en tu vida.
Rosa, amor, pasión, ternura, romance y unión.
—Ah… es chocolate.
Con una probada, Hyoo se sintió renacer en un mundo nuevo.
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
Violeta, lealtad.
Hyoo no era de fiestas, pero cuando fue a buscar a Yuhanna por encontrarse en un estado deplorable, se admiró que incluso sumergido en alcohol todavía dijera que él era su único amor. Y eso que esperaba extorsionarlo con información complicada. Tkz.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Espiga de trigo. Riqueza.
Pasado el tiempo Hyoo empezó a preguntarse si eran algo así como amigos. Le daba pena preguntarle a Al si esos espacios de silencio y tranquilidad que compartían los convertía en algo más que conocidos. Al menos tenía algo seguro: lo mucho que disfrutaba de su pacifica compañía.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Gerbera, ¿me amas?
Gritó, pataleo y chilló durante horas. Cuando le dijo a su madre que deseaba ser un monje, no esperó que tuviera que crecer el resto de su vida lejos de ella. Esa noche lloro hasta quedarse profundamente dormido. Hyoo pensó que mamá por fin, había dejado de quererlo.
19: Cuéntame algo que paso en secundaria.
Flor de cerezo, promesas.
No le harás daño a nadie y buscaras la paz.
El hombre que está en paz consigo mismo, está en paz con el mundo.
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
Hojas de parra, vergüenza.
—Señorita, no me molestaría colarme por su ventana para hacerla mi esposa.
Hyoo salió corriendo, escondiendo el bochorno entre sus manos mientras el joven le rogaba que se detuviera.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
Hortensias, para los caprichosos.
Hyoo miró a los ojos a aquellos hombres que lo educaron desde temprana edad. Podía ver la decepción.
—Nuestras expectativas contigo fueron demasiado altas.
—Lo lamento—. Y diciendo aquello, les entregó aquellas ropas anchas que llevó por más de 13 años.
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
Hojas de dracena, robaré tu corazón.
No quería enamorarse...
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
Hojas de pino, libertad.
No podía comprender porque… ¿Por qué su madre no iba por él si decía quererle tanto? Al parecer, el amor por la extrema libertad estaba por sobre los sentimientos que guardaba hacía su padre.
—No lo entiendes, Hyoo. Yo lo conocí siendo libre y siendo libre es como más me gusta.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
Hojas de naranjo, generosidad y gratitud.
Un día Hyoo cocinó para Raz. Y este fue tan generoso de comer y disfrutar aquel almuerzo que parecía sacado de las cocinas del inframundo.
25: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Azhar, el orgullo es más fuerte
Cuando Hyoo se enferma. Nadie lo sabe.
26: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Iris azul, placer.
A veces Buda se dedicaba a esculpir gente a mano mientras a otros los armaba con los restos.
Hyoo no tenía aquella costumbre de mirar a los demás, pero no negaría que le causaba una confusa felicidad ver a Hanna cambiarse de ropa y urg...no, mejor no mirar...o mejor si. Agggg...
27: Cuéntame sobre tus fetiches.
Orquídeas, amor sublime y sexualidad.
Agresividad. Morder hasta causar marcas oscuras sobre la piel y sus manos quitándole el aire. Y si lo recibía en vez de causarlo…tampoco estaba mal.
28: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
[i]Tupilanes, besos y amor apasionado.
Un acto tan común como un beso podía causar una oleada de sensaciones y cosquilleos molestos. Que Yuhanna lo sujetara con firmeza y le susurrara palabras en francés al oído era la forma más rápida de tenerlo acorralado.
29: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
Jazmín, amabilidad.
Que su novio fuese tan cuidadoso podía quitarle las ganas hasta de vivir…
30: Cuéntame sobre lo que crees que es la muerte.
Gardenia, felicidad.
¿La muerte? Renacer, empezar de nuevo y ser feliz.
31: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
Iris blanco, confianza, esperanza y pureza.
El jardín del palacio real, no existía nada que pudiera compararse. Hyoo fue llevado por el monarca de turno y conoció los más de trecientos ejemplares de orquídeas que la reina enviaba a cuidar. Ese día juró que, algún día, tendría un jardín de orquídeas más grande y más hermoso que el de la reina de Bután.
32: Cuéntame qué haces cuando estás triste.
Varas de madroño, simpatía.
Raz no sabía que cuando Hyoo no se sentía bien, verle hacer bromas y buscar sus cariños podía hacerle cambiar de tristeza y felicidad.
33: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
Aster, variedad.
Mucho ruido: un azote.
Quedarse dormido en plena meditación: varillazos en las plantas de los pies.
Correr en el monasterio: varillazos en las manos.
Colar mascotas a los dormitorios: quedarse sin cenar.
Escribir con mala ortografía: escalar descalzo el regreso al monasterio.
Si, aparentemente ya era bueno soportando dolores de lo mas variados.
34: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
Campanula, coqueteos disimulados.
Nunca daba muestras de estar interesado, pero le gustaba enviar mensajes confusos ¿Por qué? Era divertido ver las expresiones desesperadas de los demás.
35: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Lilys, simple felicidad.
Montar a caballo. Le encanta estar encima de uno y pasear en solitario.
36: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a
Amaranto, el amor platónico.
Nunca supo si fue amor.
El chico vestía con vivos colores, exclusivos de la realeza. Tenía un caminar elegante y se dejaba ver en otoño y primavera, cuando el frío de las tierras altas no le lastimaba los pies.
37: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Dalia, para decirte que quiero abrazarte.
Desgraciadamente, conoce más de plantas y flores que de canciones.
38: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
Margaritas, inocencia en la juventud.
Si hubiera visto la maldad en los ojos de aquella persona, no le habría invitado a tomar el té. Le obligó a golpearlo hasta no dar más.
¿Qué iba a saber él que la frase "¿te invito un té o café?" era otra forma de ofrecer sexo casual?
39: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida
Girasol, respeto entre otras cosas.
¿Con qué objetivo buscar el fin?[/i]
Assim Al Saud
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por Azeneth Al Assad Dom Nov 27, 2016 2:31 pm
Yahangir
- Spoiler:
- 1: Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita.
Ir de visita a Irán era lo mejor. Podía pasar todo el tiempo del mundo con Assim, atrancarse de golosinas robadas y si despertaba asustado por una pesadilla solo quedaba acurrucarse junto a su hermano para volver a dormir.
Las noches de fines de semana estaban reservadas exclusivamente para películas y Emir ya se había resignado a tener que ver estúpidos dibujos animados hasta nuevo aviso.
La película era pirata y se veía terrible, pero Yahan estuvo quieto y atento como nunca viendo a Spirit, el caballo más asquerosamente genial del mundo.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Había visto a Abi hacerlo con alguna de sus esposas/parejas/amantes/loquefuera. Entonces cometió el error de preguntarle a Yuhanna que era eso que se hacía con la boca que los adultos les gustaba tanto.
La respuesta cursi e imprecisa conllevó a él dándole un beso en la boca a Assim. Ninguno le vio nada raro, pero ese día Yuhanna se llevó un buen madrazo cortesía de Dae por andar diciendo cosas pendejas a niños pendejos.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
El amor es para mamones como Hanna Montana, además cuando se ve al espejo tan bello y perfecto es evidente que sólo podría sentir algo así por alguien tan perfecto como él mismo y esa es una hazaña muy cabrona.Yahanmine¿dónde?
(Pero entonces le dice “imbécil” a Aurora, pero se siente más como un “me encanta que seas así”. La abraza hasta cubrirla con todo su cuerpo y entierra la nariz en su nuca para llenarse del aroma de su cabello, el tintineo de su risa porque le hace cosquillas. Y besa a Al y le enseña con calma, le dice dónde poner las manos y le empuja de a poquito hasta el límite que imponga y de pronto él orbita a su alrededor como su pequeño satélite personal.
Con ellos Yahan deja de ser el centro del universo y les cede el puesto, pero es que es muy imbécil y no se ha dado cuenta).
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Estaba cagado.
Nunca le había gritado a su padre, nunca. Y cuando lo hizo, nunca sintió tanto miedo de una persona como ese día.
Se juró a sí mismo no volverlo a hacer si quería mantener su integridad física más o menos intacta.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
Aurora le había abrazado y besuqueado hasta que se acordó que tenía que darle su obsequio. Alphonse le había dado unas palmaditas incómodas que le desacomodaron el pelo a modo de una felicitación de lo más deprimente que se compensaron con un delicioso pastel de chocolate con muchas fresas frescas.
No los había visto en mucho tiempo y aunque fue el primer cumpleaños que pasó sin nadie de su familia para felicitarlo, fue el mejor entre muchos.
(Sólo no se lo digan a Assim…).
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
Yahan no lloraba. Era grande, había visto muchas cosas terribles en su vida y a pesar de su corta edad ya sabía agarrar, armar y desarmar un arma como era debido. Sabía vivir con lo poco que tenían y corría más rápido y sigiloso que nadie cuando era necesario.
Yahan no lloraba, porque eso era de niñas y maricas, pero ese día se deshizo en lágrimas toda la noche, en un rincón frío para que nadie pudiera verlo. Afuera se escuchaban explosiones y metralletas a lo lejos, pero nada de eso era tan malo como los quejidos al lado de la puerta.
Dae había perdido la pierna, su padre estaba adentro con él y Yahan nunca se había sentido tan solo y asustado como ese día.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
¿Inseguridad? HAHAHA, déjenle eso a los seres inferiores, gracias.
(Aunque si fuera aunque sea la mitad de inteligente que Assim, sólo la mitad...)
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
Está orgulloso de absolutamente todo lo que hace. Aunque como es súper modesto, se tomará la azarosa tarea de buscar algo particular para decir…
Aquella vez que sacó un diez perfecto en química. Una experiencia bastante cercana al paraíso.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
No hay nada pequeño en su cuerpo ni nada que no le pueda gustar. Es un ser de pura perfección y sensualidad condensada hecha hombre (¿)
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
No le dirigió la mirada a Abi por semanas y él hacía como que ni siquiera existía.
Yahan se convenció de que no necesitaba el reconocimiento ni el cariño de nadie excepto de su hermano (pero muy, muy, muy en el fondo sí se sentía herido por las palabras del viejo).
Pasó casi una semana en que se le quitara la marca de los dedos que le dejó pintados en la mejilla.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Estaban en su casa. Las paredes seguían en su sitio, los sillones gastados seguían insuficientes e intactos y había que hacer maniobras exuberantes para lograr que todos pudieran acomodarse más o menos bien.
Yahan estaba sentado en las piernas de Dae. Él no tenía una prótesis y había un montón de comida chatarra para que todos tragaran hasta arrepentirse de todas sus decisiones.
Ese día se despertó con hambre y duró así varios días más.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Corría a todo lo que le daban las piernas. Estaban justo detrás de él y si no era lo suficientemente rápido le atraparían y eso sería todo para él.
Entonces algo explotó bajo sus pies y cuando volvió a abrir los ojos tuvo que revisar que tuviera todo en su lugar.
No volvió a conciliar el sueño esa noche.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acóstate con alguien, o cómo te imaginas que será.
Si le preguntan, probablemente hablará de una chica de pechos grandes y labios cuantiosos… pero la verdad es que es un fanfarrón y aunque ha tenido sus momentos acalorados con más de una persona nunca ha llegado a tercera base.
La verdad es que no piensa mucho al respecto. Mientras que la pase bien qué más da el sitio o las circunstancias.
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Emir los llevó a Kish y nunca se divirtió tanto en su vida. Se la pasó todo el día en la playa hasta quedar negro como el carbón y la piel como si se hubiese acostado en una parrilla por horas consecutivas.
Al día siguiente tuvo que quedarse tirado boca abajo con la espalda y la parte de atrás de las piernas embadurnadas de crema de aloe para aliviar el ardor infernal que se había ganado por imprudente. Valió totalmente la pena.
15: Cuéntame sobre un momento en que fuiste muy feliz.
Era grande, rojo, con estampas de flamas y a control remoto.
Presumió ese Monster Truck hasta que todos se sintieron enfermos de su existencia.
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
Se había colado a una fiesta gracias a Abry. Tenían barra libre y él nunca, nunca había probado el alcohol.
Recuerda haber ligado con una chica rubia y alta hermosa, pero tres cervezas después se había tirado a perder al baño y había llamado tantas veces a Al que le había respondido el teléfono a pesar de que eran pasadas las 3 de la mañana. Después de eso no recuerda mucho más pero sabe que mientras estuvo consciente la pasó genial (¿).
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
No necesita(más)amigos, sólo sirvientes que le juren lealtad eterna y sirvan a sus malévolos (¿?) propósitos.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Las palabras escritas en la arena eran confusas, sobre todo cuando era el disléxico de Dae el que se encargaba de la lección del día y ponía letras en donde no debía. Yahan abrazó sus rodillas, asqueado de todo.
―Extraño mi escuela. ―Aunque su maestra era una bruja y sus compañeros eran muy aburridos, hasta echaba de menos pudrirse en su silla por horas. Ahora sonaba a una escena paradisiaca y no a castigo divino. ―¿Crees que alguno de mis compañeros siga vivo?
Dae encontraba muy normal la muerte, pero admitió para sí mismo que escuchar eso de un chiquillo de seis años fue más crudo de lo que esperaba.
―Deja de preguntar estupideces y estudia.
―¿Para qué? ¡Además lo escribiste mal!
19: Cuéntame algo que pasó en secundaria.
―Pido arriba. ―
Assim miró las muletas con las que Yahan rengueaba miserablemente luego de su fractura de tibia y peroné en la pierna izquierda y medio haberse rostizado el muslo derecho. No quiso juzgarlo pero fue inevitable.
―Después de que puedas subir sin matarte la cama de arriba es tuya.
Yahangir hizo pucheros pero asintió dócilmente y se tumbó a descansar un rato. La habitación parecía más pequeña ahora que se había estirado.
Nunca creyó que fuera a mudarse con Irán bajo esas circunstancias…
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
Tantos años y recién se daba cuenta. Oh por Alá. Debía ser broma…
―Assim, ¿te gusta alguien? ―Su hermano del alma se rio por la pregunta absurda pero Yahan sabía lo evidente.
Por la puta, a Assim le gustaba ese loco de Yaroslav y todavía tenía el cinismo de no salir de la negación luego de tantos años. Sintió un poco de pena por él pero le palmeó la espalda de buena gana y le siguió el juego porque bueno, seguro que eso era más sano para su salud mental que levarle la contraria.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
Él nunca se equivocaba ni tomaba decisiones incorrectas, sólo diferentes a las que esperaban. Entonces ¿por qué ponía esa expresión cada que le veía?
Tsk, igual no era asunto suyo.
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
Intentó respirar pero el aire parecía atorarse en su garganta. Boqueó con desesperación y se llevó las manos al cuello.
Entonces todo se volvió negro.
Desde entonces, no hay nada a lo que le tenga más miedo que a la sensación de asfixia y las nueces se han transformado una de sus más acérrimas enemigas.
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
Yahan le dirigió una mirada de traición, de esa que cala en el alma. ―¿Qué es esto? ―Removió la comida de su plato de mala gana. El asco era real. ―¿por qué hay habas en mi plato? Y queso de cabra…
Aisha gruñó pero no le dirigió más de tres segundos de atención.
―Es lo que hay. ―Yahan gimió lastimeramente. Sabía que se lo tenía que comer de todas formas.
―Te odio. Hanna Montana es mejor cocinando que tú.
La indignación de Aisha también fue real. Ahora estaban a mano.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
―Dices ser tan bueno pero aún no veo que hayas hecho nada en tu vida. ―Las palabras de Emir siempre eran crudas y severas. ―Deja de perder el tiempo o al menos no le hagas perder el tiempo a los demás.
Ese día Yahan lo tomó como un reto personal.
(Emir sabía que ocurriría si se presionaban los botones adecuados… esa sabandija que parecía más a él de lo que era sano).
25: Cuéntame sobre tu ex mejor amigo/a.
Woah. Impresionante que no tenga nadie en la lista. Es que así de buen amigo es.
(Mentira, es una mierda y lo sabe)
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Últimamente su deporte favorito era acurrucarse en el regazo de Al y lloriquearle para que le hiciera mimos. Ni siquiera tenía que estar muy enfermo para ponerse en ese plan.
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Cuando Alphonse y Aurora le daban la espalda entraba en un dilema existencial. Eran un par de traseros dignos de mención, la cosa era cuando Aurora traía shorts cortos y se distraía con las líneas de sus muslos… o los brazos de Popeye de Al.
Yahan no sufría nada, así en cuentas resumidas.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
Le gusta mucho morder y dejar marcas en todas partes. Ver que dejó huellas satisface su instinto posesivo.
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
Alphonse le estiró el cabello una vez en protesta por una mordida demasiado ensañada y le pilló con la guardia muy abajo escucharle jadear y encontrarle con tal expresión en el rostro. Fue inesperado y por un instante creyó que había metido la pata.
Resultó ser completamente lo contrario.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
Al inicio fue hasta tierno, pero luego de rato que Alphonse le pregunte cómo se hace tal o cual cosa en medio de la acción… Alá, eso le mata las ganas a cualquiera…
31: Cuéntame sobre lo que crees es la muerte.
¿Para qué coño quiere 72 vírgenes? Mejor unas maduras experimentadas, ¿qué carajo estaba pensando Alá cuando prometió algo así…?
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
Creyó que era una habitación de niña, pero ahí solo estaba Fadi leyendo uno de sus aburridos libros sin dibujitos. Se ganó una paliza por preguntarle si de pura casualidad tenía una vagina en lugar de pene y fue vetado de por vida de entrar a ese cuarto.
Naturalmente eso se convirtió en una cordial invitación para pasarse por ahí todo el tiempo posible.
Además, había algo con verle leer que le gustaba. A lo mejor porque estaba tan abstraído que cuando le atacaba con bolitas de papel masticado ponía las mejores expresiones del mundo.
33: Cuéntame qué haces cuando estás triste.
Luego de descubrir que correr y patear un balón no sirve de nada siempre cae en el sofá y se pone a jugar con su gato Bessos. Le gusta que se acueste casi sobre su cuello y hacerle ronronear hasta que el gato o él se quedan dormidos. Si es muy severo le manda mensajes tontos a Assim o llama a Aurora.
En el mejor de los casos estará Al para exigirle que le consienta con comida rica y atacar su espacio personal.
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
Gritó tan fuerte que le dolió la garganta. El ardor le cegó por un momento, ¿o fue su pierna? Ni puta idea, sólo sabía que le dolía como el infierno. La tela chamuscada se le fundió con el músculo expuesto y cuando pudo sacar la otra pierna de entre los escombros, poco le faltó para vomitar.
Se había quemado varias veces en su vida y también se había fracturado varios huesos, pero nada se comparaba a ese día.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
Tal vez a veces se pasa tantito de más a la hora de soltar sus comentarios insensibles. Tal vez le incomoda darse cuenta cuando ha herido a personas importantes para él.
(Sólo él puede hacerles daño, pero a veces piensa que ni siquiera él debería hacerlo).
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Cuando tenía 6 años le gustaba ver My Little Pony. Ahora sabe que Transformers es una película malísima, pero se escuda diciendo que Megan Fox lo vale a pesar de que la que más le gusta es esa donde hay dinosaurios robot gigantes (¿?).
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a.
Ella era una zorra insoportable y nunca se explicó cómo o por qué le gustaba tanto esa loca de Larina.
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Todos cantaban como el culo y su inglés era pésimo, pero tan pronto sonaba Paranoid de Black Sabbath se distraían y la tropa Al Saud entraba en sintonía durante casi tres minutos consecutivos.
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
De haber sabido cuando eran las rondas de los prefectos desde el principio a lo mejor se habría podido ahorrar un par de suspensiones y habría sido más sencillo robarse esos exámenes ya respondidos…
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
Lloró como un bebé cuando Bessos murió. Le regalaron otro gato igual, pero no era lo mismo cuando la bola de pelo que te había acompañado desde que era un renacuajo pasaba a mejor vida.
Azeneth Al Assad
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por Razvan Mihai Hérderváry Lun Dic 05, 2016 12:17 am
Rylan (Jason)
1: Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita.
Era tonto en verdad, pero de niño, una de esas navidades que pasaba solo en casa, Jason recordaba haber prendido la televisión. En la mesa había un vaso de leche y un plato de galletas. Jason se había acomodado en el sofá con un cobertor sobre sus hombros. Estaba, como siempre, a punto de ver el eterno maratón de películas navideñas. Fue la primera vez que vio la película del Grinch.
No estaba seguro de porqué se había encariñado tanto con la película ¿se identificaba con el Grinch, acaso? Quién sabe, solo sabía que Navidad no era Navidad hasta que no veía la película del Grinch.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Estaba muy joven y había sido con una niña en su salón. Formaba parte de un reto pero después de eso, la niña y él anduvieron por dos semanas antes de romper por una tontería.
Cosas de niños.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
Era fácil con Fadi. Nunca entendió por qué y reflexionar sobre ello era algo que le causaba temor. Su relación, incluso si Fadi lo creía así, nunca fue como las que tenía con las demás personas. Él no cogía con Fadi porque debía hacerlo, Fadi no le daba dinero y tampoco (al menos al inicio) era particularmente bueno en el asunto…Aún así lo disfrutaba, incluso esos ratos de silencio en los que ambos estaban con sus cosas. Rylan normalmente no soportaba a la gente una vez habían terminado de tener relaciones, o ellos se iban o Rylan lo hacía. Con Fadi…no tenía esa necesidad.
Suponía, que si había algo parecido al amor en su vida…había sido lo que había tenido con Fadi.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Si Rylan pudiera volver en el tiempo, nunca habría huido de casa.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
Rylan estaba sentado en una banca, la nieve caía suavemente sobre él pero Rylan apenas y podía sentirla sobre su chaqueta. El cigarro en su boca casi se acababa cuando escuchó suaves pasos sobre la acera.
—¿Qué haces aquí? —Fadi traía con él su instrumento. Rylan sabía que acababa de tener un ensayo, por eso mismo estaba afuera de su escuela esperando por él. Tiró el cigarro al suelo, la nieve se encargó de matarlo.
—¿Tienes tiempo libre? —se puso de pie de un salto. Era un viernes y Rylan sabía que Fadi debía tener aunque sea un poco de tiempo libre—, Tengo ganas de ir a comer.
Fadi alzó la ceja incrédulo. Ellos no planeaban citas, Rylan no estaba seguro si esto podía ser considerado una cita. Así que Rylan realmente no culpaba a Fadi por sorprenderse ante el pedido—, …Seguro, sólo si tú pagas —respondió finalmente.
Fadi no sabía que era cumpleaños de Rylan.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
Jason huyó de su casa en su cumpleaños número 14.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
Rylan no estaba seguro de tener una.
Pero a veces, cuando perdía su control sobre el pozo sin fondo que era su ira, Rylan temía. El control era lo único que lo hacía Rylan. Controlar sus emociones era importante para él.
Perder el control no era una opción.
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
¿Orgullo? Había olvidado que era eso.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
A Rylan le gustaban sus tatuajes. Tal vez tenía que ver con el hecho de que los eligió y no nació con ellos pero le gustaban. La nota musical quedaba muy bien en su mejilla, hacía que sus ojos resaltarán. Le gustaban las flores en su cuello tanto como el símbolo de Batman en su mano derecha.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Tomó una bocanada de aire y cuando el tipo se dio la vuelta, seguramente dando la pelea por terminada, Jason arremetió contra él. Había tomado una de las tantas botellas vacías que había en el departamento y la había estrellado contra su cráneo. Su cuerpo cayó al suelo pero Jason no se quedó a ver si estaba vivo o muerto porque salió corriendo.
Por segunda vez, Jason había huido de casa.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Rylan estaba sentado en una sala y de repente, él no era Rylan sino una mejor versión de él. Una versión que no había cometido aquel estúpido error. Una que tenía amigos, familia, gente con la que contar cuando se sentía deprimido.
Rylan no era Rylan.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Estaba en aquel pequeño cuarto otra vez. Sólo que ahora no era solo él, sino que Fadi también estaba ahí. Había vuelto a ser Jason y Rylan no estaba seguro de que podría sobrevivir aquello de nuevo; sabía que no tenía las fuerzas. Solo que ahora el tipo no iba por él sino por Fadi primero.
Cuando se levantó de aquella pesadilla y Fadi estaba en su cama durmiendo plácidamente, supo que lo que tenían era más importante que cualquier cosa que Rylan hubiese tenido con alguien más.
Y le aterraba.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acóstate con alguien, o cómo te imaginas que será.
Jason tenía 12 años. La mujer tenía una lengua de seda y sus manos eran amables. Le había tomado el rostro, sonriendo complacida con lo que había visto—, ¿Eres como una muñeca de porcelana, no? —le dijo. Por un par de semanas, hasta que la mujer se aburrió de él, fue su muñequita.
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Rylan no salía de vacaciones. Lo que conocía eran aquellas cuatro paredes. Las mismas viejas calles de la ciudad y, sí sabías donde buscar, seguro eran más entretenidas que un viaje a Disney World.
15: Cuéntame sobre un momento en qué fuiste muy feliz.
Rylan estaba sentado en la cómoda cama de Fadi. Su compañero estaba sentado haciendo tarea y no parecía nada perturbado por la presencia de Ryl en su habitación ¿Ya se habría acostumbrado? A lo lejos, ahogados por la puerta, Rylan podía oír los ruidos que la madre de Fadi hacía al cocinar; e inclusive podía oír al tío de Fadi.
Rylan a veces se preguntaba qué era tener una familia. Seguro se sentía así.
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
Era difícil elegir solo una.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Rylan no tenía amigos…sólo conocidos con los que tiraba ocasionalmente. Pero si debía agregar a alguien nuevo en su lista, el novio de Hyoo parecía una buena selección.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Jason no estaba seguro de cómo sentirse al respecto. Pero los chocolates que le regalaron en el intercambio de navidad no valían ni la mitad de lo que él le había regalado a su compañero. Corrección, sí sabía cómo sentirse, estaba enojado. Cualquier niño espera más para navidad que unos míseros chocolates que ni podía comer porque odiaba los dulces.
19: Cuéntame algo que pasó en secundaria.
Jason sintió la garganta arder con la primer bocanada del cigarro. Se le aguaron los ojos y los mayores con los que se juntaban soltaron la carcajada cuando comenzó a toser.
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
Jason no acabó la prepa pues huyó sin terminar si quiera el primer año. Nunca se le ocurrió retomar sus estudios, lo que hacía para vivir no requería de un diploma.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
Rylan pensó que nunca se sentiría de nuevo como aquella vez que desapreció permanentemente de la vida de Fadi, pero cuando abrió la puerta de aquél y vio al niño con su mismo nombre parado frente a él con una mirada que gritaba a los 4 vientos: ¿Por qué?, supo que estaba equivocado.
Seguro había decepcionado a más personas pero solo había dos que le habían hecho sentir algo por ello.
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
Jason a veces podía sentir su pesada mano contra su cuello, se retorcía bajo ella pero aquella mano no cedía. Luchaba por no respirar pero al final lo hacía y su nariz ardía por el agua, sus pulmones protestaban porque lo que querían era aire y no aquel líquido.
—Esto lo hago por tu bien —decía cuando le sacaba la cabeza del agua. Jason tosía y trataba desesperadamente por respirar algo. Se aferraría a la más mínima cantidad de oxígeno. El castigo duraría horas.
Rylan recordaba con claridad la primera vez que comenzó a aplicar el castigo tanto como la última vez que dejó tocarlo. Cada que abría la regadera o se acercaba a una piscina, una alberca; cualquier cuerpo de agua Rylan podía revivir esos momentos, como si apenas hubiesen pasado ayer.
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
A Rylan honestamente no le importaba.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
Rylan estaba sentado de piernas cruzadas en el suelo y Gaspar estaba frente a él. Era una noche tranquila y a Ryl se le estaba enfriando la lengua por tenerla de fuera tanto tiempo pero Gaspar estaba observando atentamente su perforación sin acercarse de más a su espacio personal.
—Me gustan —declaró finalmente después de una extensiva revisión de cada una de sus perforaciones. Rylan sintió una especie de jalón en su pecho, algo diferente a la nada a la que estaba acostumbrado. No sonrió porque se sentiría falso en sus labios.
—Gracias. Me gustan tus tatuajes —respondió en su lugar.
25: Cuéntame sobre tu ex mejor amigo/a.
¿Por dónde empezaba?
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Tomar una botella entera de whisky era un remedio familiar pasado por generaciones en su familia.
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Presionó su dedo en el medio de las dos cejas de Fadi. Sonrió malicioso—, Se te van a hacer arrugas prematuras— Fadi le dio un manotazo y un insulto pero Rylan solo soltó una carcajada.
En realidad, Fadi era la primera persona a la que le dedicaba una mirada exhaustiva. Normalmente, Rylan no elegía a las personas por el físico sino por el simple hecho de que pudieran pagarle pero…bueno, podría pasar toda la noche listando las cosas que le interesaban de Fadi y nunca acabaría.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
Oh, boy
La pregunta sería ¿Cuáles no era sus fetiches? Por la cantidad correcta de dinero, Rylan estaba dispuesto a intentarlo todo.
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
La cosa era que para Rylan no existía algo que lo “excitara” hacía las cosas por mera reacción, si las disfrutaba o no, pues no importaba porque era trabajo. Era bueno fingiendo.
Claro que, todo cambió cuando conoció a Fadi. No tenía nada que ver con su cuerpo o si era sexy o no. La simple idea de Fadi era suficiente para…hacerle sentir algo. Ese algo que buscaba en sus otras relaciones pero que simplemente no lograba conseguir.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
Honestamente, Rylan suponía que todos le quitaban las ganas. Hacerlo con desconocidos, aun que emocionante al inicio, se volvía aburrido cuando descubrías sus gustos o lo egocéntricos que eran en la cama. Era fácil perder el interés incluso a mitad del acto pero Rylan seguía porque había dinero de por medio.
31: Cuéntame sobre lo que crees es la muerte.
Había probado la muerte un par de veces. La muerte sonaba a esa vida que tenía en la que pasaba cada día sin sentir nada, por muy emo que sonara.
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
Jason se balanceó en el columpió del parque mientras trataba de ignorar los gritos de los otros niños a su alrededor. En ese parque era a donde iba cuando se sentía solo o triste; estar casi tocando el cielo gracias al columpio hacía que todos sus problemas parecieran pequeños e inexistentes.
33: Cuéntame qué haces cuando estás tristes.
Rylan ya no se sentía triste, se sentía vacío o enojado pero nunca triste. Odiaba esa sensación, le daban ganas de vomitar. Se sentía patético y débil cómo cuando vivió en aquel cuarto y se había prometido que nunca más se sentiría así de nuevo.
Pero en sus peores días, Rylan prefería emborracharse o drogarse hasta perder el conocimiento.
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
El olor a carne quemada inundó su nariz y quiso vomitar. Sus lágrimas salían sin control de sus ojos pero no podía parar. Se retorcía en la cama pero las esposas le impedían movimientos bruscos; seguro que se estaba desgarrando la piel en sus muñecas pero su cerebro era incapaz de registrarlo.
Jason estaba rogando pero su voz era apenas un murmullo en sus oídos. No podía oír nada, el dolor que sentía nacer en su abdomen era tan abrumador que atontaba todos sus otros sentidos.
El sujeto solo sonrió antes de enterrar de nuevo en su abdomen el pequeño metal que había calentado con su encendedor.
Estaba marcando sus iníciales.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
Si pudiera, la idea de sentir algo más que rabia sonaba tentadora.
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Rylan nunca lo admitiría, prefería morir antes de siquiera decirlo en voz alta y definitivamente Fadi nunca podría saberlo. Pero…en realidad le gustaba el pastel de chocolate. Era el único postre que podía comer.
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a.
La única vez que creyó estar enamorado cometió el más grande error de su vida. No dejaría que se repitiera de nuevo incluso si Fadi no era como él.
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Era gracioso como cada vez que la canción de Talk Dirty to me sonaba pensaba en Hakan.
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
Ojalá le hubiesen dicho lo mucho que dolía y lo tardado que era hacer un tatuaje. La primera vez fue simplemente brutal.
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
Tomó mucho tiempo comprender que el tipo no iba a entrar por su puerta y volver su vida un inferno. Esa noche pudo dormir sin necesidad de tomar. Esa noche finalmente se sintió como el inicio de un nuevo capítulo en su vida.
Era tonto en verdad, pero de niño, una de esas navidades que pasaba solo en casa, Jason recordaba haber prendido la televisión. En la mesa había un vaso de leche y un plato de galletas. Jason se había acomodado en el sofá con un cobertor sobre sus hombros. Estaba, como siempre, a punto de ver el eterno maratón de películas navideñas. Fue la primera vez que vio la película del Grinch.
No estaba seguro de porqué se había encariñado tanto con la película ¿se identificaba con el Grinch, acaso? Quién sabe, solo sabía que Navidad no era Navidad hasta que no veía la película del Grinch.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Estaba muy joven y había sido con una niña en su salón. Formaba parte de un reto pero después de eso, la niña y él anduvieron por dos semanas antes de romper por una tontería.
Cosas de niños.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
Era fácil con Fadi. Nunca entendió por qué y reflexionar sobre ello era algo que le causaba temor. Su relación, incluso si Fadi lo creía así, nunca fue como las que tenía con las demás personas. Él no cogía con Fadi porque debía hacerlo, Fadi no le daba dinero y tampoco (al menos al inicio) era particularmente bueno en el asunto…Aún así lo disfrutaba, incluso esos ratos de silencio en los que ambos estaban con sus cosas. Rylan normalmente no soportaba a la gente una vez habían terminado de tener relaciones, o ellos se iban o Rylan lo hacía. Con Fadi…no tenía esa necesidad.
Suponía, que si había algo parecido al amor en su vida…había sido lo que había tenido con Fadi.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Si Rylan pudiera volver en el tiempo, nunca habría huido de casa.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
Rylan estaba sentado en una banca, la nieve caía suavemente sobre él pero Rylan apenas y podía sentirla sobre su chaqueta. El cigarro en su boca casi se acababa cuando escuchó suaves pasos sobre la acera.
—¿Qué haces aquí? —Fadi traía con él su instrumento. Rylan sabía que acababa de tener un ensayo, por eso mismo estaba afuera de su escuela esperando por él. Tiró el cigarro al suelo, la nieve se encargó de matarlo.
—¿Tienes tiempo libre? —se puso de pie de un salto. Era un viernes y Rylan sabía que Fadi debía tener aunque sea un poco de tiempo libre—, Tengo ganas de ir a comer.
Fadi alzó la ceja incrédulo. Ellos no planeaban citas, Rylan no estaba seguro si esto podía ser considerado una cita. Así que Rylan realmente no culpaba a Fadi por sorprenderse ante el pedido—, …Seguro, sólo si tú pagas —respondió finalmente.
Fadi no sabía que era cumpleaños de Rylan.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
Jason huyó de su casa en su cumpleaños número 14.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
Rylan no estaba seguro de tener una.
Pero a veces, cuando perdía su control sobre el pozo sin fondo que era su ira, Rylan temía. El control era lo único que lo hacía Rylan. Controlar sus emociones era importante para él.
Perder el control no era una opción.
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
¿Orgullo? Había olvidado que era eso.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
A Rylan le gustaban sus tatuajes. Tal vez tenía que ver con el hecho de que los eligió y no nació con ellos pero le gustaban. La nota musical quedaba muy bien en su mejilla, hacía que sus ojos resaltarán. Le gustaban las flores en su cuello tanto como el símbolo de Batman en su mano derecha.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Tomó una bocanada de aire y cuando el tipo se dio la vuelta, seguramente dando la pelea por terminada, Jason arremetió contra él. Había tomado una de las tantas botellas vacías que había en el departamento y la había estrellado contra su cráneo. Su cuerpo cayó al suelo pero Jason no se quedó a ver si estaba vivo o muerto porque salió corriendo.
Por segunda vez, Jason había huido de casa.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Rylan estaba sentado en una sala y de repente, él no era Rylan sino una mejor versión de él. Una versión que no había cometido aquel estúpido error. Una que tenía amigos, familia, gente con la que contar cuando se sentía deprimido.
Rylan no era Rylan.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Estaba en aquel pequeño cuarto otra vez. Sólo que ahora no era solo él, sino que Fadi también estaba ahí. Había vuelto a ser Jason y Rylan no estaba seguro de que podría sobrevivir aquello de nuevo; sabía que no tenía las fuerzas. Solo que ahora el tipo no iba por él sino por Fadi primero.
Cuando se levantó de aquella pesadilla y Fadi estaba en su cama durmiendo plácidamente, supo que lo que tenían era más importante que cualquier cosa que Rylan hubiese tenido con alguien más.
Y le aterraba.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acóstate con alguien, o cómo te imaginas que será.
Jason tenía 12 años. La mujer tenía una lengua de seda y sus manos eran amables. Le había tomado el rostro, sonriendo complacida con lo que había visto—, ¿Eres como una muñeca de porcelana, no? —le dijo. Por un par de semanas, hasta que la mujer se aburrió de él, fue su muñequita.
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Rylan no salía de vacaciones. Lo que conocía eran aquellas cuatro paredes. Las mismas viejas calles de la ciudad y, sí sabías donde buscar, seguro eran más entretenidas que un viaje a Disney World.
15: Cuéntame sobre un momento en qué fuiste muy feliz.
Rylan estaba sentado en la cómoda cama de Fadi. Su compañero estaba sentado haciendo tarea y no parecía nada perturbado por la presencia de Ryl en su habitación ¿Ya se habría acostumbrado? A lo lejos, ahogados por la puerta, Rylan podía oír los ruidos que la madre de Fadi hacía al cocinar; e inclusive podía oír al tío de Fadi.
Rylan a veces se preguntaba qué era tener una familia. Seguro se sentía así.
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
Era difícil elegir solo una.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Rylan no tenía amigos…sólo conocidos con los que tiraba ocasionalmente. Pero si debía agregar a alguien nuevo en su lista, el novio de Hyoo parecía una buena selección.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Jason no estaba seguro de cómo sentirse al respecto. Pero los chocolates que le regalaron en el intercambio de navidad no valían ni la mitad de lo que él le había regalado a su compañero. Corrección, sí sabía cómo sentirse, estaba enojado. Cualquier niño espera más para navidad que unos míseros chocolates que ni podía comer porque odiaba los dulces.
19: Cuéntame algo que pasó en secundaria.
Jason sintió la garganta arder con la primer bocanada del cigarro. Se le aguaron los ojos y los mayores con los que se juntaban soltaron la carcajada cuando comenzó a toser.
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
Jason no acabó la prepa pues huyó sin terminar si quiera el primer año. Nunca se le ocurrió retomar sus estudios, lo que hacía para vivir no requería de un diploma.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
Rylan pensó que nunca se sentiría de nuevo como aquella vez que desapreció permanentemente de la vida de Fadi, pero cuando abrió la puerta de aquél y vio al niño con su mismo nombre parado frente a él con una mirada que gritaba a los 4 vientos: ¿Por qué?, supo que estaba equivocado.
Seguro había decepcionado a más personas pero solo había dos que le habían hecho sentir algo por ello.
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
Jason a veces podía sentir su pesada mano contra su cuello, se retorcía bajo ella pero aquella mano no cedía. Luchaba por no respirar pero al final lo hacía y su nariz ardía por el agua, sus pulmones protestaban porque lo que querían era aire y no aquel líquido.
—Esto lo hago por tu bien —decía cuando le sacaba la cabeza del agua. Jason tosía y trataba desesperadamente por respirar algo. Se aferraría a la más mínima cantidad de oxígeno. El castigo duraría horas.
Rylan recordaba con claridad la primera vez que comenzó a aplicar el castigo tanto como la última vez que dejó tocarlo. Cada que abría la regadera o se acercaba a una piscina, una alberca; cualquier cuerpo de agua Rylan podía revivir esos momentos, como si apenas hubiesen pasado ayer.
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
A Rylan honestamente no le importaba.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
Rylan estaba sentado de piernas cruzadas en el suelo y Gaspar estaba frente a él. Era una noche tranquila y a Ryl se le estaba enfriando la lengua por tenerla de fuera tanto tiempo pero Gaspar estaba observando atentamente su perforación sin acercarse de más a su espacio personal.
—Me gustan —declaró finalmente después de una extensiva revisión de cada una de sus perforaciones. Rylan sintió una especie de jalón en su pecho, algo diferente a la nada a la que estaba acostumbrado. No sonrió porque se sentiría falso en sus labios.
—Gracias. Me gustan tus tatuajes —respondió en su lugar.
25: Cuéntame sobre tu ex mejor amigo/a.
¿Por dónde empezaba?
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Tomar una botella entera de whisky era un remedio familiar pasado por generaciones en su familia.
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Presionó su dedo en el medio de las dos cejas de Fadi. Sonrió malicioso—, Se te van a hacer arrugas prematuras— Fadi le dio un manotazo y un insulto pero Rylan solo soltó una carcajada.
En realidad, Fadi era la primera persona a la que le dedicaba una mirada exhaustiva. Normalmente, Rylan no elegía a las personas por el físico sino por el simple hecho de que pudieran pagarle pero…bueno, podría pasar toda la noche listando las cosas que le interesaban de Fadi y nunca acabaría.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
Oh, boy
La pregunta sería ¿Cuáles no era sus fetiches? Por la cantidad correcta de dinero, Rylan estaba dispuesto a intentarlo todo.
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
La cosa era que para Rylan no existía algo que lo “excitara” hacía las cosas por mera reacción, si las disfrutaba o no, pues no importaba porque era trabajo. Era bueno fingiendo.
Claro que, todo cambió cuando conoció a Fadi. No tenía nada que ver con su cuerpo o si era sexy o no. La simple idea de Fadi era suficiente para…hacerle sentir algo. Ese algo que buscaba en sus otras relaciones pero que simplemente no lograba conseguir.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
Honestamente, Rylan suponía que todos le quitaban las ganas. Hacerlo con desconocidos, aun que emocionante al inicio, se volvía aburrido cuando descubrías sus gustos o lo egocéntricos que eran en la cama. Era fácil perder el interés incluso a mitad del acto pero Rylan seguía porque había dinero de por medio.
31: Cuéntame sobre lo que crees es la muerte.
Había probado la muerte un par de veces. La muerte sonaba a esa vida que tenía en la que pasaba cada día sin sentir nada, por muy emo que sonara.
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
Jason se balanceó en el columpió del parque mientras trataba de ignorar los gritos de los otros niños a su alrededor. En ese parque era a donde iba cuando se sentía solo o triste; estar casi tocando el cielo gracias al columpio hacía que todos sus problemas parecieran pequeños e inexistentes.
33: Cuéntame qué haces cuando estás tristes.
Rylan ya no se sentía triste, se sentía vacío o enojado pero nunca triste. Odiaba esa sensación, le daban ganas de vomitar. Se sentía patético y débil cómo cuando vivió en aquel cuarto y se había prometido que nunca más se sentiría así de nuevo.
Pero en sus peores días, Rylan prefería emborracharse o drogarse hasta perder el conocimiento.
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
El olor a carne quemada inundó su nariz y quiso vomitar. Sus lágrimas salían sin control de sus ojos pero no podía parar. Se retorcía en la cama pero las esposas le impedían movimientos bruscos; seguro que se estaba desgarrando la piel en sus muñecas pero su cerebro era incapaz de registrarlo.
Jason estaba rogando pero su voz era apenas un murmullo en sus oídos. No podía oír nada, el dolor que sentía nacer en su abdomen era tan abrumador que atontaba todos sus otros sentidos.
El sujeto solo sonrió antes de enterrar de nuevo en su abdomen el pequeño metal que había calentado con su encendedor.
Estaba marcando sus iníciales.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
Si pudiera, la idea de sentir algo más que rabia sonaba tentadora.
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Rylan nunca lo admitiría, prefería morir antes de siquiera decirlo en voz alta y definitivamente Fadi nunca podría saberlo. Pero…en realidad le gustaba el pastel de chocolate. Era el único postre que podía comer.
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a.
La única vez que creyó estar enamorado cometió el más grande error de su vida. No dejaría que se repitiera de nuevo incluso si Fadi no era como él.
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Era gracioso como cada vez que la canción de Talk Dirty to me sonaba pensaba en Hakan.
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
Ojalá le hubiesen dicho lo mucho que dolía y lo tardado que era hacer un tatuaje. La primera vez fue simplemente brutal.
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
Tomó mucho tiempo comprender que el tipo no iba a entrar por su puerta y volver su vida un inferno. Esa noche pudo dormir sin necesidad de tomar. Esa noche finalmente se sintió como el inicio de un nuevo capítulo en su vida.
Razvan Mihai Hérderváry
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por Assim Al Saud Lun Dic 05, 2016 9:08 pm
Assim
1: Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita.
Estaba vieja, usada y no era competencia contra otras más jóvenes y llenas de vida. Sin embargo, no importó para que el protagonista fuese en búsqueda de su dueño. A pesar de ser llamado inútil y torpe, no se rindió.
La tostadora valiente era una de esas muchas películas de mierda que no se podían olvidar.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Pues…un día cuando era niño Yahan lo beso y fue incómodo (?).
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
¿Cómo había pasado de odiar y temer de Yaro a necesitarlo tanto? Assim no creía que existiese un amor más forzado que el suyo.
Y la porquería de sentimiento no parecía querer irse. Agggg
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Se burló en su cara, porque Assim desconocía la forma en que debía pedir disculpas.
Ese día pudo sentir el odio real de Yuhanna encima. Su miedo y la culpa, no le permitieron explicarle que no quiso humillarlo frente a todos…quería que quedase cool frente a la persona que le gustaba y no causar una risa colectiva en todos los que estaban presentes escuchando a viva voz la poesía romántica que escondía en sus cuadernos.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
Emir la puso frente a sus ojos y no pudo creer lo que estaba ocurriendo…
—Salió un ojo de la cara. Cuídala o entre todos te vamos a descalabrar los dientes a golpes.
Assim abrazó la moto KTM SXF - 350. Era de color naranja, como la de su ídolo.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
Fue un día antes de su cumpleaños. Se lastimo la mano y no pudo presentare a competir aquella temporada.
Ese día no recibió llamadas y visitas. Ni de Yahan.
Quería estar solo.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
Su apariencia…jamás estaba contento consigo mismo. Nunca era suficiente.
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
Assim se quitó el casco y abrazó el trofeo con una deslumbrante sonrisa de felicidad absoluta.
—Sigue así, muchacho. Y en unos años destronarás a Tony Carioli.
Pondría todo de sí y algún día, le quitaría la corona al rey.
Ese fue el comienzo.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
¿Cosas que le gustan de sí mismo? Nada.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Solía discutir con Dari muy seguido. Aquella vez no significó nada para el shino (a él nunca le importaba nada, eso tenían en común). Más ese día, traía noches de insomnio ante las malas noticias que recibía desde Iraq. Lo último que necesitaba era de las estupideces de ese mequetrefe.
Dari siguió burlándose y colapso. No alzó la voz, no lo maldijo. Simplemente se retiró ignorando su presencia durante meses.
No fue una pelea mutua ni la más grande, pero si fue la que se tomó más enserio de su propio lado.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Era jodidamente…rico. Y a los chicos ricos de medio oriente, nadie les dice que no.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Yahan no estaba y el mundo se cayó frente a sus narices.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acóstate con alguien, o cómo te imaginas que será.
La kalashnikov calibre 22 apunto su cien izquierda y Assim supo que se debía callar.
Apoyado con ambas manos en una esquina sobre el viejo escritorio color terracota, cerró los ojos con fuerza apretando los dientes hasta hacerse daño.
El soldado iraní se introdujo, penetrando con brutalidad. Aun así, Assim no se quejó. Guardo silencio, contuvo las lágrimas y subió sus pantalones cuando todo termino. Retirándose como si allí no hubiese sucedido nada.
Tenía trece años y no hubo fuegos artificiales ni mucho menos mariposas en el estómago.
Mierda...a él de verdad le gustaba mucho...
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Fue durante el invierno.
Hacía un frío bestial, el viento se colaba por cada rendija. No obstante, aquellas fechas de pesada nieve terminaban en algo maravilloso: esquí.
Jugarretas, muñecos, guerra de bolas de nieve. Para Assim lo especial de aquellas vacaciones no fue ir al centro de esquí como solía hacerlo cada cierto día del año. Lo especial era estar con sus hermanos. Y lo disfrutó como si fuese a ser la última vez.
Rieron, bromearon, comieron helado hasta que los labios se les pusieron azules y luego fueron por té y chocolate caliente a casa.
Dormir ese día apretujado contra cuatro cavernícolas incluyendo a Yahan no fue irritante, sino, reconfortante y acogedor. Fue la primera y última vez que durmió más de cinco horas seguidas.
15: Cuéntame sobre un momento en qué fuiste muy feliz.
¡Por fin le habían sacado esa máquina de tormento que traía sobre los dientes!
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
No fue una fiesta como tal. Eran un montón de viejos reunidos alrededor de una fogata, fumando de sus pipas y contando historias.
Assim odiaba su cultura, hasta que conoció a las familias nómades y sus costumbres tan estrafalarias. Ya no se admiraba de que sus padres estuviesen tan locos como ellos.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Uhm…Aurora tenía un aire a Giulia. Si no fuera porque ya tenía bastante con una parlanchina, se habría molestado en charlar más con la mejor amiga (…) de su hermano.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Fue una epifanía.
Estando en el sofá junto a Yahan mientras cambiaban la programación de la TV, estaba allí: Brokeback Mountain.
No podía quitar los ojos de la pantalla ni dejar de chuparse el dedo. Para cuando termino, Yahan estaba destornillándose de la risa.
— Que mamada más estúpida.
Avergonzando por estar emocionado, le dio la razón para no quedar como un zoquete frente a su hermano.
—Totalmente patético.
19: Cuéntame algo que pasó en secundaria.
Assim llegó a casa como todos los días. Se encerró en el baño a refregar con viruta y jaboncillo las marcas del rostro y los brazos.
Se miró al espejo, el reflejo de un rostro magullado por los golpes.
Se había prometido no llorar más por ello.
Entonces ¿Por qué no podía dejar de hacerlo?
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
Algo sucedió aquel verano en que Assim se quitó las gafas y los aparatos de la boca.
Se veía mucho más alto, su ropa combinaba y por fin, se ataba las agujetas de los zapatos.
La intervención de Azeneth y Abraham había sacado el cisne detrás de ese cruel apodo de pato feo.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
Su maestro favorito observó el documento, analizando las opciones futuras de Assim. Negó con la cabeza, frustrado.
—Esperé mucho de ti, Assim. Te vi como alguien que podía cambiar el mundo. Pero tú no quieres cambiar el mundo, pretendes estar en la cima de el.
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
—Fadel Fadhil Nazzal al Khalayhah. Es el nombre que te otorgó la tribu Beduina de Beni Hassan.
Abi había olvidado el sentimiento de sorpresa. Dejó el periódico a un lado exhalando el humo oscuro de la pipa mientras alzaba una ceja.
—¿Qué me delato?—con fingido desinterés, fijó sus ojos en aquel pequeño demonio que no parecía pasar nada por alto. Assim se mordió el labio inferior, seguido de ello escupió un “todo” con hostilidad.
—Abdelaziz Ibn Abderramán Al Saud, es tu nombre de mártir—Abi silbó, apartando la pipa a un lado ya sin ganas de esconder su asombro—Yahan y Dae pudieron morir y no se habrían llevado ni tu puto apellido al otro lado.
—Mis victorias como mártir son las de mis hijos. Alá los habría recibido como campeones.
Assim maldigo para sus adentros, conteniendo la insolencia que podría costarle cien varillazos en las piernas..
Ese hombre sentado con cruel indiferencia, era su padre. Y era casi idéntico a él…
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
—Ahahahaha idiota. Yo pienso que eres muy guapo.
Abraham revolvió sus cabellos y se fue dedicándole una sonrisa. Nunca supo si lo decía enserio o no, pero apenas se daba cuenta que Abry (hasta la fecha) no se había burlado ni una vez de su apariencia.
25: Cuéntame sobre tu ex mejor amigo/a.
Con suerte tiene una amiga…
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Dormir…dormir y dormir ¿Qué más se puede hacer estado jodidamente enfermo?
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Mierda, Yaro es tan guapo que no puede dar con una parte de su cuerpo que le guste más que otra.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
Bukkake
Chicos con faldas.
No podía resistirse ante unas bonitas piernas y menos cuando estaban al descubierto. No importaba la prenda, si era una falda, lo ponía como loco.
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
No era lo obvio, como se podía imaginar. Cualquiera podía tocar su entrepierna o jugar con zonas erógenas para despertar sus ganas de tirar.
Lo que no todos podían hacer era acercarse por su espalda y acercar sus labios a su oído para susurrar palabras que le hicieran pensar: si, vale la pena.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
Una mujer desnuda.
¿..Qué? Sencillamente no le gustaban.
31: Cuéntame sobre lo que crees es la muerte.
Una mierda muy considerada. El tormento era para los vivos.
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
La mujerzuela rubia era un cubo de azúcar. La conoció una vez y fue la ocasión en donde supo más o menos que era tener una mamá de verdad. Mientras Yahan perdía tiempo con la nenita de Fadi, él se la pasaba en la cocina y la huerta de Lily comiendo fresas y asaltando el refrigerador al cual no solían faltarle postres. Ella le dejaba comer lo que quisiera, lo mimaba todo el día y le hablaba tan bonito que no podía detestarla.
33: Cuéntame qué haces cuando estás tristes.
Giulia ya se encontraba en el dormitorio de Assim apachurrándolo para cuando Yahan abrió la puerta de golpe.
—¡Traje gomitas de oso y marshmallows! ¿Cuál es la emergencia?
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
No fue el más doloroso, pero si el más humillante.
No podía olvidar cuando tenía trece años y ese hombre que le doblaba la edad lo arrincono en contra de su voluntad.
El dolor de viejas heridas desaparecía o dejaba cicatrices de las cuales presumir.
¿Y la vergüenza? La vergüenza se quedaba marcada de una forma muy distinta en la conciencia.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
Se veía tan estúpido como Dae.
¿Qué más podía hacer? No podía cruzar la frontera, no podía saber de ellos de ninguna forma. Y ese infeliz jamás había escuchado ninguna de sus plegarias.
Pero allí estaba, como todos os días, orando en la mezquita por sus hermanos y su padre.
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
No era tan secreto que trataba a sus perros como bebés.
Aunque si era algo que evitaba a toda costa hacer delante de los demás.
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a.
Conoció a Huan Yue por casualidad y fue algo así como un primer amor. Hasta había pensado que sería lindo que fuera su esposa.
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
La ropa de color no se mezcla con la blanca.
Que gracioso fue ver a sus padres con sus túnicas formales hechas una bandera hippie…
Hahahaha hasta el madrazo lo valió.
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
Su primer negocio viento en popa. Era el final de una vida modesta. Por fin.
Estaba vieja, usada y no era competencia contra otras más jóvenes y llenas de vida. Sin embargo, no importó para que el protagonista fuese en búsqueda de su dueño. A pesar de ser llamado inútil y torpe, no se rindió.
La tostadora valiente era una de esas muchas películas de mierda que no se podían olvidar.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Pues…un día cuando era niño Yahan lo beso y fue incómodo (?).
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
¿Cómo había pasado de odiar y temer de Yaro a necesitarlo tanto? Assim no creía que existiese un amor más forzado que el suyo.
Y la porquería de sentimiento no parecía querer irse. Agggg
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Se burló en su cara, porque Assim desconocía la forma en que debía pedir disculpas.
Ese día pudo sentir el odio real de Yuhanna encima. Su miedo y la culpa, no le permitieron explicarle que no quiso humillarlo frente a todos…quería que quedase cool frente a la persona que le gustaba y no causar una risa colectiva en todos los que estaban presentes escuchando a viva voz la poesía romántica que escondía en sus cuadernos.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
Emir la puso frente a sus ojos y no pudo creer lo que estaba ocurriendo…
—Salió un ojo de la cara. Cuídala o entre todos te vamos a descalabrar los dientes a golpes.
Assim abrazó la moto KTM SXF - 350. Era de color naranja, como la de su ídolo.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
Fue un día antes de su cumpleaños. Se lastimo la mano y no pudo presentare a competir aquella temporada.
Ese día no recibió llamadas y visitas. Ni de Yahan.
Quería estar solo.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
Su apariencia…jamás estaba contento consigo mismo. Nunca era suficiente.
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
Assim se quitó el casco y abrazó el trofeo con una deslumbrante sonrisa de felicidad absoluta.
—Sigue así, muchacho. Y en unos años destronarás a Tony Carioli.
Pondría todo de sí y algún día, le quitaría la corona al rey.
Ese fue el comienzo.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
¿Cosas que le gustan de sí mismo? Nada.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Solía discutir con Dari muy seguido. Aquella vez no significó nada para el shino (a él nunca le importaba nada, eso tenían en común). Más ese día, traía noches de insomnio ante las malas noticias que recibía desde Iraq. Lo último que necesitaba era de las estupideces de ese mequetrefe.
Dari siguió burlándose y colapso. No alzó la voz, no lo maldijo. Simplemente se retiró ignorando su presencia durante meses.
No fue una pelea mutua ni la más grande, pero si fue la que se tomó más enserio de su propio lado.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Era jodidamente…rico. Y a los chicos ricos de medio oriente, nadie les dice que no.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Yahan no estaba y el mundo se cayó frente a sus narices.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acóstate con alguien, o cómo te imaginas que será.
La kalashnikov calibre 22 apunto su cien izquierda y Assim supo que se debía callar.
Apoyado con ambas manos en una esquina sobre el viejo escritorio color terracota, cerró los ojos con fuerza apretando los dientes hasta hacerse daño.
El soldado iraní se introdujo, penetrando con brutalidad. Aun así, Assim no se quejó. Guardo silencio, contuvo las lágrimas y subió sus pantalones cuando todo termino. Retirándose como si allí no hubiese sucedido nada.
Tenía trece años y no hubo fuegos artificiales ni mucho menos mariposas en el estómago.
Mierda...a él de verdad le gustaba mucho...
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Fue durante el invierno.
Hacía un frío bestial, el viento se colaba por cada rendija. No obstante, aquellas fechas de pesada nieve terminaban en algo maravilloso: esquí.
Jugarretas, muñecos, guerra de bolas de nieve. Para Assim lo especial de aquellas vacaciones no fue ir al centro de esquí como solía hacerlo cada cierto día del año. Lo especial era estar con sus hermanos. Y lo disfrutó como si fuese a ser la última vez.
Rieron, bromearon, comieron helado hasta que los labios se les pusieron azules y luego fueron por té y chocolate caliente a casa.
Dormir ese día apretujado contra cuatro cavernícolas incluyendo a Yahan no fue irritante, sino, reconfortante y acogedor. Fue la primera y última vez que durmió más de cinco horas seguidas.
15: Cuéntame sobre un momento en qué fuiste muy feliz.
¡Por fin le habían sacado esa máquina de tormento que traía sobre los dientes!
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
No fue una fiesta como tal. Eran un montón de viejos reunidos alrededor de una fogata, fumando de sus pipas y contando historias.
Assim odiaba su cultura, hasta que conoció a las familias nómades y sus costumbres tan estrafalarias. Ya no se admiraba de que sus padres estuviesen tan locos como ellos.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Uhm…Aurora tenía un aire a Giulia. Si no fuera porque ya tenía bastante con una parlanchina, se habría molestado en charlar más con la mejor amiga (…) de su hermano.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Fue una epifanía.
Estando en el sofá junto a Yahan mientras cambiaban la programación de la TV, estaba allí: Brokeback Mountain.
No podía quitar los ojos de la pantalla ni dejar de chuparse el dedo. Para cuando termino, Yahan estaba destornillándose de la risa.
— Que mamada más estúpida.
Avergonzando por estar emocionado, le dio la razón para no quedar como un zoquete frente a su hermano.
—Totalmente patético.
19: Cuéntame algo que pasó en secundaria.
[Muérete, marica]
[Maricón]
[Matate, homosexual de mierda]
[Maricón]
[Matate, homosexual de mierda]
Assim llegó a casa como todos los días. Se encerró en el baño a refregar con viruta y jaboncillo las marcas del rostro y los brazos.
Se miró al espejo, el reflejo de un rostro magullado por los golpes.
Se había prometido no llorar más por ello.
Entonces ¿Por qué no podía dejar de hacerlo?
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
Algo sucedió aquel verano en que Assim se quitó las gafas y los aparatos de la boca.
Se veía mucho más alto, su ropa combinaba y por fin, se ataba las agujetas de los zapatos.
La intervención de Azeneth y Abraham había sacado el cisne detrás de ese cruel apodo de pato feo.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
Su maestro favorito observó el documento, analizando las opciones futuras de Assim. Negó con la cabeza, frustrado.
—Esperé mucho de ti, Assim. Te vi como alguien que podía cambiar el mundo. Pero tú no quieres cambiar el mundo, pretendes estar en la cima de el.
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
—Fadel Fadhil Nazzal al Khalayhah. Es el nombre que te otorgó la tribu Beduina de Beni Hassan.
Abi había olvidado el sentimiento de sorpresa. Dejó el periódico a un lado exhalando el humo oscuro de la pipa mientras alzaba una ceja.
—¿Qué me delato?—con fingido desinterés, fijó sus ojos en aquel pequeño demonio que no parecía pasar nada por alto. Assim se mordió el labio inferior, seguido de ello escupió un “todo” con hostilidad.
—Abdelaziz Ibn Abderramán Al Saud, es tu nombre de mártir—Abi silbó, apartando la pipa a un lado ya sin ganas de esconder su asombro—Yahan y Dae pudieron morir y no se habrían llevado ni tu puto apellido al otro lado.
—Mis victorias como mártir son las de mis hijos. Alá los habría recibido como campeones.
Assim maldigo para sus adentros, conteniendo la insolencia que podría costarle cien varillazos en las piernas..
Ese hombre sentado con cruel indiferencia, era su padre. Y era casi idéntico a él…
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
—Ahahahaha idiota. Yo pienso que eres muy guapo.
Abraham revolvió sus cabellos y se fue dedicándole una sonrisa. Nunca supo si lo decía enserio o no, pero apenas se daba cuenta que Abry (hasta la fecha) no se había burlado ni una vez de su apariencia.
25: Cuéntame sobre tu ex mejor amigo/a.
Con suerte tiene una amiga…
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Dormir…dormir y dormir ¿Qué más se puede hacer estado jodidamente enfermo?
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Mierda, Yaro es tan guapo que no puede dar con una parte de su cuerpo que le guste más que otra.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
Chicos con faldas.
No podía resistirse ante unas bonitas piernas y menos cuando estaban al descubierto. No importaba la prenda, si era una falda, lo ponía como loco.
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
No era lo obvio, como se podía imaginar. Cualquiera podía tocar su entrepierna o jugar con zonas erógenas para despertar sus ganas de tirar.
Lo que no todos podían hacer era acercarse por su espalda y acercar sus labios a su oído para susurrar palabras que le hicieran pensar: si, vale la pena.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
Una mujer desnuda.
¿..Qué? Sencillamente no le gustaban.
31: Cuéntame sobre lo que crees es la muerte.
Una mierda muy considerada. El tormento era para los vivos.
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
La mujerzuela rubia era un cubo de azúcar. La conoció una vez y fue la ocasión en donde supo más o menos que era tener una mamá de verdad. Mientras Yahan perdía tiempo con la nenita de Fadi, él se la pasaba en la cocina y la huerta de Lily comiendo fresas y asaltando el refrigerador al cual no solían faltarle postres. Ella le dejaba comer lo que quisiera, lo mimaba todo el día y le hablaba tan bonito que no podía detestarla.
33: Cuéntame qué haces cuando estás tristes.
Giulia ya se encontraba en el dormitorio de Assim apachurrándolo para cuando Yahan abrió la puerta de golpe.
—¡Traje gomitas de oso y marshmallows! ¿Cuál es la emergencia?
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
No fue el más doloroso, pero si el más humillante.
No podía olvidar cuando tenía trece años y ese hombre que le doblaba la edad lo arrincono en contra de su voluntad.
El dolor de viejas heridas desaparecía o dejaba cicatrices de las cuales presumir.
¿Y la vergüenza? La vergüenza se quedaba marcada de una forma muy distinta en la conciencia.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
Se veía tan estúpido como Dae.
¿Qué más podía hacer? No podía cruzar la frontera, no podía saber de ellos de ninguna forma. Y ese infeliz jamás había escuchado ninguna de sus plegarias.
Pero allí estaba, como todos os días, orando en la mezquita por sus hermanos y su padre.
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
No era tan secreto que trataba a sus perros como bebés.
Aunque si era algo que evitaba a toda costa hacer delante de los demás.
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a.
Conoció a Huan Yue por casualidad y fue algo así como un primer amor. Hasta había pensado que sería lindo que fuera su esposa.
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Uno, dos…Yaro viene por ti.
Tres, cuatro…cierra la puerta.
Cinco, seis…toma un crucifijo.
Siete, ocho…mantente despierto.
Nueve, diez…Nunca más dormirás.
Tres, cuatro…cierra la puerta.
Cinco, seis…toma un crucifijo.
Siete, ocho…mantente despierto.
Nueve, diez…Nunca más dormirás.
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
La ropa de color no se mezcla con la blanca.
Que gracioso fue ver a sus padres con sus túnicas formales hechas una bandera hippie…
Hahahaha hasta el madrazo lo valió.
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
Su primer negocio viento en popa. Era el final de una vida modesta. Por fin.
Última edición por Assim Al Saud el Lun Ene 07, 2019 1:27 pm, editado 1 vez
Assim Al Saud
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20151
por Yahangir Al Saud Mar Dic 06, 2016 8:21 pm
Dari
- Spoiler:
- 1: Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita.
Pese a que la tía Taiwán y mamá tuvieran sus cosas siempre era bienvenido para pasar la tarde, comer chucherías y perder el tiempo aunque su estancia fuera corta. A la tía Wan le encantaba tener un kínder casa adentro, acomodaba el teatro en casa y si no tenía nada que hacer, a veces también se tiraba a ver películas infantiles con ellos.
Ese día Shun puso La princesa Mononoke sin pedir opinión a nadie y Ashitaka se convirtió oficialmente en su primer crush en 2D.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
El contacto fue suave y tímido, lo suficiente como para lograr que se le colorearon las mejillas y se le revolviera un poco el estómago… pero entonces el chico puso una expresión tan contrariada que no supo qué pensar. Se había puesto rojo y había atinado a limpiarse la boca con el dorso de la mano antes de salir pitando de ahí.
No fue hasta que escuchó la risas burlescas a sus espaldas se dio cuenta de que le habían tendido una trampa y había caído redondito en ella.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
El romance está sobrevalorado. Dari prefiere tratar el asunto con pinzas, no vaya a ser que muerda o una mierda similar…
(Si a veces duele con sentimientos superficiales suena a que con amor de por medio es una putada).
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Pregunta complicada cuando la lista es larga. Ha cometido errores terribles y tomado decisiones atroces, sin embargo de lo que más se arrepiente es de haber sido débil, porque cuando flaqueas aunque sea un instante no dudan en aplastarte como a un insecto.
Definitivamente, se arrepiente de haber llorado frente a su abusador.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
―Esta es Naran. Me encargaré de ella mientras estés con Chun Yan, pero mientras sigas aquí serás su jinete y deberás cuidarla más que a tu vida. ―Mongolia palmeó el lomo de la yegua con más afecto del que alguna vez podría profesar hacia otro humano. Era dorada, joven, tranquila y suya.
Era lo más cercano a amor de padre que recibiría en su vida, también.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
Creyó que después de la paliza que le dio todo se habría acabado… pero entonces ese infeliz volvió, furioso como un basilisco y tuvo que armar todo un escándalo frente a su casa, ebrio, gritando pendejadas y amenazando con estupideces que no podría cumplir.
Dari fingió demencia con su mejor expresión de moscamuerta y nadie le puso en tela de juicio. Así fue como es que a los catorce descubrió que tenía un don natural para fingir demencia, salirse con la suya y de paso no tener que explicar nada que no quisiera nombrar. Aun así arruinó todo el ambiente y se la pasó molesto el día entero.
(Léase como Asshole: The Origins).
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
En el fondo sigue sintiéndose como un niño frágil, de lágrimas fáciles y emociones volubles. Dari lo odia.
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
Tenía hilo de tripa, una aguja fea, las manos temblorosas y un potrillo casi recién nacido que alcanzó a salvarse de ser la cena de un lobo pero no de tener las tripas medio de fuera.
Dari se consideraba un maestro en el arte de desollar, pero arreglar cosas era algo así como su antítesis. Lo cosió en base a puro empirismo y un voto de fe, a espera de que sobreviviera lo suficiente como para que alguien más letrado en el tema hiciera su parte.
Y lo logró, sorpresivamente.
(Dari decidió que la veterinaria era un buen motivo para graduarse de la escuela).
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
Se puso aquellas medias con gatitos y se calzó sus botines de taco alto favoritos antes de echar un vistazo en el espejo.
Entre todas las curiosidades que guardaba en sus suéteres de bolsillos amplios, probablemente lo que más disfrutaba era usarse a sí mismo como arma. Unas buenas piernas siempre servían para desarmar a cualquiera, plus si se trata de un heterosexual crédulo o una lesbiana con muy mala suerte.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Tuvo su primer novio cuando tenía trece. Él tenía 18, un gran imbécil cuando se lo proponía y a menudo soltaba comentarios abusivos ocultos entre bromas, pero era alto, guapo, carismático y le consentía sus caprichos los días que le dejaba toquetearle un poco más de lo permitido.
Hasta que de pronto ya no quiso permitirlo. Y es que si la primera vez salió mal, la segunda fue peor. Regresó a casa lloroso, con el labio hecho mierda y sangre en los nudillos.
Pero al menos esa ocasión no era suya. Se sintió libre y ligero.
(Podría hacerlo de nuevo, sí).
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Cabalgar a pelo era la mejor experiencia del mundo. La estepa mongola se abría paso hasta donde alcanzaba la vista, dorada con motas verdes y un ger solitario donde Mongolia tonteaba con el arco y mamá le berreaba algunos regaños que caían a oído sordos.
Al mirar atrás, Hyoo le pasaba justo al lado, con una risa oculta por el viento que le silbaba en las orejas.
Era una competencia, y Dari se sentía pleno, libre y como si nada en el mundo pudiera detenerle.
(Acompañado, también).
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Fue como vivirlo por segunda vez. El suelo frío y el olor a alcohol, la sangre en su boca, el dolor en el cuerpo y las lágrimas calientes sobre las mejillas. No se podía mover y él se reía muy cerca de su oído.
Ese día se rehusó a salir de su habitación y ni siquiera su madre pudo entrar. Le temblaban las manos y era como asfixiarse.
Fue la primera y última crisis de pánico que tuvo en su vida. Luego lo arregló cubriéndolo con mucho cinismo y un desapego absoluto.
(Fue sencillo llegar a la conclusión. Si no te importa, entonces tampoco duele).
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acóstate con alguien, o cómo te imaginas que será.
Era más fuerte y más grande que él, olía a alcohol y sudor y había veneno en sus palabras (―¿Ya empezaste a llorar? Hahahaha te va a gustar, sólo quédate quieto…―). Las manos callosas le sujetaban con tanta fuerza que le hacían daño y cuando intentó escapar, le tomó por el cabello para tirarle contra el suelo y tomarle ahí mismo.
Cuando su mente se quedó en blanco todo fue fácil. Sólo tenía que imaginar que galopaba en la yegua de crin dorada que su padre apartó para él y todo desaparecía.
Se cortó el cabello después de eso de tal forma que pudiera ocultar los pedazos de cuello cabelludo expuesto y se prometió a sí mismo que nunca volvería a sucederle.
(Se prometió que despellejaría vivo a quien lo intentara).
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
El invierno en las montañas de Altai era la cosa más brutal del mundo. El aire gélido le lastimaba el pecho, le dolían las nalgas de tanto cabalgar montaña arriba y a pesar de la cantidad absurda de pieles que vestía, poco faltaba para que se le cayera un dedo del frío.
Ese día, después de casi una década de insistencia, pudo usar el águila real de Mongolia para cetrería y fue la mejor cosa que pudo haber experimentado en el mundo.
15: Cuéntame sobre un momento en qué fuiste muy feliz.
La puerta se abrió antes de que pudiera sacarse el Qi Pao y casi se rompe un tobillo por el exabrupto. Mamá había llegado del trabajo antes de tiempo y le había agarrado con las manos en la masa.
Pensó en mil y un excusas para explicar por qué estaba usando zapatillas, maquillaje y ropa de mujer, pero en ese momento no fue capaz de decir nada además de una disculpa ahogada. Sin embargo su madre sonrió, acarició su cabeza y le abrazó con afecto.
―¿No prefieres uno de tu talla, aru? ―
Tenía 9 y fue la primera vez que lloró de felicidad.
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
Fue a un bar gay y todo se salió de control. Los drags eran personas divertidas, había material por todas partes y nadie le decía una mierda si ligaba descaradamente en un sitio público.
Una lesbiana de cabello casi a rapa se le insinuó y todo fue sumamente hilarante. Acabó bebiendo con ella aunque no era el propósito y encontró un mundo nuevo donde era más fácil respirar, con todo y el humo y el encierro de un sitio muy pequeño para tanta gente.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
A veces cuando va a fastidiar a Hakan y se encuentra de casualidad a Jack rondando, la tentación de acercarse y hablar de cualquier tontería es poderosa, pero sinceramente aún no descubre cómo lidiar con las personas decentes sin sentirse un poco… expuesto.
(Tiene debilidad por los niños bonitos).
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
―Mamá ¿por qué no soy una niña?
China encontró la pregunta muy inusual, pero le respondió sin ser realmente consciente de la naturaleza de la misma. Tenía muchos acuerdos por leer, papeles por firmar y países locos por lidiar.
―Pues… porque eres un niño, aru. Como tu papá. ―
Dari frunció el ceño y se retiró de la oficina en silencio, con muchas dudas y muchas quejas. La idea le atormentó durante muchos años más.
19: Cuéntame algo que pasó en secundaria.
Recibió diez varillasos en las piernas y ocho en las manos por “atentar contra el código moral de la institución”. No se había quitado un moño que le habían puesto en el receso y eso fue suficiente para que su “amanerada” forma de ser ameritara el castigo físico cortesía de su profesora.
Si antes los mensajes en tinta roja y notas en el casillero de “Los maricas como tú deberían morir” eran el pan de cada día, a partir de ese momento todo fue de mal en peor. Regresar con el cuerpo golpeado y lleno de cardenales fue parte de su día a día.
Sumergirse en agua helada para evitar que se le esparcieran los moretones y que fueran más fáciles de maquillar se transformó en una ciencia.
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
Asalariado, relativamente joven y bien afeitado. Ni siquiera se le pasó por la cabeza pensarla dos veces antes de aceptar la invitación de ese hombre casado.
Encontró que los amoríos fugaces eran entretenidos. Las personas se iban antes de caer en el aburrimiento, se mantenían un par de semanas o meses si todo salía bien, el sexo era bueno y sin compromisos y no había que preocuparse en rendirle cuentas a nadie en caso de que encontrara algo mejor en el camino.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
―No quiero que uses esas mierdas en mi casa.
Mongolia era una basura integral; resultaba toda una experiencia que se sintiera irritado por verle por ahí en ropa de chica cuando en su repertorio presumía de cosas de lo más bajas.
―¿Por qué lo haría? Montar con vestido arruinaría la tela. ―Dari se rio por la expresión adusta en el rostro de su progenitor, encontrando en el disgusto ajeno una satisfacción que podía ocultar fácilmente los huecos que dejaba atrás las inseguridades que le producía saberse incapaz de llenar expectativas de una persona importante.
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
Las inyecciones eran nada comparado a las masas de agua.
Cuando era pequeño cometió el error de pisar sobre hielo muy delgado. Acabó con un miedo brutal al agua profunda y el subyacente terror a las agujas luego de una neumonía severa. Al final no supo si la acupuntura era mejor o peor que ser pinchado regularmente para suministrarle los antibióticos.
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
Esperar cualquier cosa de alguien más es una decisión imbécil. Prefiere que lo sorprendan las bondades de la vida.
Por otra parte…
―Entonces tu eres Hyoo… ―
A Dari le habían prometido un hermano mayor genial y se encontró con un muchacho muy incómodo y muy inepto. Sinceramente fue un poco decepcionante.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
“No golpees más, golpea mejor”, dijo su madre mientras le enseñaba la posición correcta para practicar Wing Chun. La frase cobró sentido cuando su padre, cual consejero de Satán, le dijo “Esas son ñoñerías hippies. El truco está en no tener piedad... igual nadie la tendrá para ti”.
Dari vio la luz y se evangelizó en la moral cuestionable de Mongolia.
25: Cuéntame sobre tu ex mejor amigo/a.
Lo único que tiene (y ha tenido) es a Hakan. Espera conservar a esa mierdecilla otro rato más, le hace reír mucho y si está de buenas, hasta le hace de comer.
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Tirarse a morir no es opción. Con su padre… él no se daría cuenta ni aunque agonizara y su madre casi nunca está en casa como para ponerse de llorón por cualquier cosa.
Dari siempre lidia sus momentos de debilidad en solitario. Las bajas en el sistema inmune no son la excepción.
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Le quitó los feos anteojos a ese insecto que respondía al nombre de Assim y encontró que lo que tenía bajo los pantalones no era su único atributo llamativo. Acarició sus pestañas con la punta de los dedos, más abstraído de lo que debería. Un manotazo le devolvió a la Tierra pero igual no le hizo desistir de seguir acosándole otro poquito más.
―Woah, tienes unos ojos muy lindos, patito. Quién lo diría, con lo desagradable que eres uno si se percata de tus virtudes.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
―Aún no he dicho que puedes tocarme ―Dari se relamía los labios con anticipación, deshaciéndose de las manos ansiosas que buscaban abrirse paso entre sus prendas. La exasperación en su expresión siempre era la mejor parte del acto.
Saber que dominaba le producía satisfacción… incluso cuando manejaba la situación detrás de una trabajada docilidad. A fin de cuentas, lo importante era mantener el control desde la posición que fuera.
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
Suave, delicado hasta hacerle jadear y desesperarse y olvidarse de mantener el porte. Besos espolvoreados por aquí y allá sin ninguna meta y manos pacientes jugueteando por sus piernas…
Si lo hacían bien con un poco de preliminares podían tenerle en vilo, impaciente y tembloroso en cuestión de nada.
(En el fondo sí le gusta que le traten como si estuviera hecho de porcelana).
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
…pero entonces tenían que salir con sus mamadas de promesas cursis en medio del sexo cuando ni podía recordar sus nombres. Nauseabundo, patético y más matapasiones que una anciana en enaguas.
31: Cuéntame sobre lo que crees es la muerte.
Un daño colateral de la vida. ¿Para qué darle más vueltas al asunto?
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
“Eres bueno dibujando… ¿quieres decorar algo por mí?”
El ger de Mongolia no era remotamente lujoso. No había piso alfombrado como en casa de mamá ni agua corriente al girar una llave, aunque sí era un espacio familiar, cálido y con un aire reconfortante y pacífico que Pekín no le ofrecía ni de lejos.
La madera estaba pintada de naranja y él podía pasar horas dibujando diminutas flores y animales amorfos con los pinceles baratos que papá le obsequió.
33: Cuéntame qué haces cuando estás tristes.
Tumbarse en el pecho de Hakan y tranquilizarse escuchando el latido de su corazón se ha vuelto una costumbre de la que jura y perjura que puede deshacerse fácilmente. Que sólo es conveniencia y blablablá…
La verdad es que le ha tomado cariño a ese oso peludo, lo cual por cierto es una pésima decisión de vida.
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
Usaron una navaja de sacapuntas y escribieron “Marica” en su antebrazo. No sabe qué fue lo más profundo: la humillación o el corte.
Siempre lo oculta con mangas largas o algún brazalete grande. El siguiente paso es hacerse un tatuaje… si tan solo no le temiera tanto a las agujas.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
A lo mejor eso de golpea ahora y piensa después podía ser un inconveniente…
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
…ok, a lo mejor aquella cosa con muchos vegetales que cocina Hakan sí le gusta pero no quiere admitirlo porque se sentiría muy ridículo.
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a.
Era alto, amable y tenía la sonrisa más bonita del mundo.
Dari pensaba en Syaoran más como su primer amor que como un primo… y a la fecha lo hacía. Lo único que seguía manteniendo sus manos lejos de él era probablemente el cargo de conciencia. No podría mancillar a un ser de luz como él (¿).
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Una vez viendo mierdas en ese maravilloso mundo llamado youtube llegó a la parte más wtf y descubrió ese video de “Big dick”. Se rio hasta las lágrimas y ahora piensa en Assim cada que lo ve.
(La parte del piano lo MATA).
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
Un golpe directo a la tráquea puede ser más efectivo que uno en los testículos…y potencialmente más letal.
Pensándolo bien, que bueno que cuando se enteró ya sabía cómo hacerlo sin provocar la muerte y, más que nada, que ya no deseaba asesinar a nadie.
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
La ansiedad que le provocaba ver y escuchar a alguien corpulento cerca de él fue despareciendo de a poco; de pronto ya no le daba náuseas la idea de entrar a la ducha de la escuela y al mirarse al espejo no le daban ganas de llorar y el deseo de desaparecer no fue más que un borrón difuso del pasado.
Darse cuenta de que él podía hacerle frente al mundo aun siendo pequeño, débil y con cara de bebé fue como ver la vida con nuevos ojos.
Yahangir Al Saud
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por Robert Beilschmidt Miér Dic 07, 2016 10:28 pm
Alina
1: Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita.
''WOAH. Gente flotando mientras baila''. Alina recuerda haber pensado eso la primera vez que vió Anastasia. Le gustó tanto la escena de Una vez en Diciembre que retrocedía la película para poder ver todo una y otra vez, hasta que finalmente terminó por rayar el disco. Y también hacía que su papá bailara con ella, a lo que Vash, a regañadientes, accedía.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Ya no recuerda su nombre, pero era un niño bonito, e iba dos cursos arriba de ella. Siempre la saludaba en los recreos, a veces le ayudaba a comprar su comida, apartando a los niños más grandes; o la acompañaba cuando por uno u otro motivo tenía que pasar el recreo sola. Era simpático y amable. Un día, él le regaló un colgante de fantasía con forma de osito, de esos que se consiguen en maquinitas. Él le dijo que quería que le guardara un secreto, y cuando Alina se acercó lo suficiente como para que le confiaran el asunto al oído, él le dio un beso en la mejilla.
Se había puesto rojita, era la primera vez que alguien que no era de su familia, pero no le molestó ese gesto, es más, iba a guardar su secreto muy bien.
Nunca más volvió a ver a ese niño, pero aún tiene el colgante guardado entre sus cosas.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
Si le preguntan, alzará los hombros. No ha llegado la persona, o el tiempo adecuado. O simplemente no ha buscado, quien sabe. Tampoco es que pierda la cabeza en ese asunto. Cuando ve a Al junto a Aurora o Yahan, sonríe contenta, pero no puede evitar sentir un poquito de envidia sana.
No niega que le gustaría que la amaran de esa forma, y corresponder con la misma intensidad.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Cuando se lo proponía, tenía una boca muy grande que decía estupidez y media, de la que luego se arrepentía.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
Generalmente, sus cumpleaños eran bastante íntimos. Si estaban presentes Alphonse y Fadi, la casa ya estaba llena. Recuerda un cumpleaños en especial, en el cual los tres se la pasaron en el corral donde Vash tenía a sus cabras. Una de ellas dio a luz.
Ahora no solo hay pastel de cumpleaños para Alina, también para Cocoa, la cabra.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
Su cumpleaños número 7 prometía ser una fiesta genial, pero no contaba con la maldad de la Varicela. Durante cinco días tuvo que estar anclada a su cama, la peor tortura para una persona inquieta. No hubo fiesta, ni globos, ni nada. Con mucha suerte una magdalena que ni pudo comer por completo porque tenía de esas ampollas de color rojo hasta en la lengua. Todo mal.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
‘’¿Y si ellos lo querían a él, y no a mi?’’
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
Fijó el blanco, inhaló y luego jaló el gatillo. El sonido de un disparo cortó el aire, y ella cerró los ojos. No los abrió hasta que escuchó el sonido de un papel siendo agitado cerca de su rostro. Ahí fue cuando se encontró con un agujero que pasaba por el centro de un blanco dibujado en el papel. Abrió los ojos como dos platos grandes y luego miró a su papá ¡Estaba sonriendo! De esa forma que indicaba que había hecho algo muy bien y que no se veía a menudo. Él estaba feliz.
Y sí, se sentía muy orgullosa de haber provocado una de esas escasas sonrisas.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
Mira esos ojos, papu.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
—Él no es tu hermano, tonta. Supéralo.
Alina recuerda haber detenido su andar, se giró, se acercó al idiota y, en menos de un parpadeo, su puño derecho estaba estrellándose en la cara de ese sujeto. Luego le siguió otro par de golpes y un tirón de cabello antes de que el montón de niños y jóvenes que comenzó a amontonarse en torno a la pequeña riña llamara la atención de los inspectores de la escuela y se la llevaran a ella y al chico a inspectoría.
No se arrepentía de nada. Nadie se metía con Alphonse o el resto de su familia en su presencia y salía airoso. Tal vez no tenía la fuerza física de su hermano, pero eso no significaba que, de vez en cuando, no pudiera repartir un par golpes.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Simplemente estaba sentada sobre el césped en una cálida tarde de verano. Estaba acompañada de una persona que no pudo identificar, pero que le transmitía mucha seguridad. Realmente no sabe si ha sido ‘’el mejor’’, pero la sensación de paz le acompañó durante algunos días, aunque nunca supo quién era esa otra persona.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Abrió la puerta del corral y caminó hasta encontrar a Cocoa, y se quedó junto a ella el resto de la noche, abrazándola y acariciándola como si su vida dependiera de ello. Solo entrado el amanecer, pudo conciliar el sueño interrumpido por aquella horrible pesadilla.
Richelle alzó una ceja cuando, a las 4 de la tarde, vio a Alina ingresar a la casa por la puerta de la cocina bostezando, con pijama y llena de pajitas en su cabello.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acostaste con alguien, o cómo te imaginas que será.
Pfff. Ay, solo espera no morir de vergüenza, o risa, o de ambas. (?)
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Alina miraba a sus padres como si se tratara de un partido de tenis. Llevaban discutiendo más o menos unos 10 minutos. ‘’Estamos perdidos’’ ‘’No, tú solo dices eso para molestar. Estoy segura de que el lago estaba por acá’’ ‘’¡Llevas diciendo eso desde hace dos kilómetros!’’ ‘’Y si no fuera por tu distracción, ya hubieramos llegado. Alina, cielo, no te alejes de nosotros’’.
Su papá gruñía ante la descarada forma en que su madre le culpaba no solo por estar perdidos, sino por la forma en que pretendía ignorarlo. Alina solo asentía, bonita y gordita, esperando que el tormento acabara pronto.
Tal vez si los adultos no hubieran estado tan ocupados en su pequeña riña, hubieran notado el letrero que les señalaba el camino hacia su destino. Alina suspiró y, por su bien, se los llevó casi de la manito por el camino correcto.
Suficiente. Era la última vez que se iba de vacaciones con sus padres. El próximo año, huiría a casa de Al, Fadi, o de Albert.
15: Cuéntame sobre un momento en que fuiste muy feliz.
¡La habían aceptado en la Universidad de Música y Artes Escénicas de Viena!
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
No recuerda absolutamente nada. Tal vez por eso fue la mejor de todas. (?)
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Una vez conoció a un chico que se llamaba Adrik. Era altote y simpático. También de Sajani, ella tenía un cabello muy bonito, y era una chica adorable.
19: Cuéntame algo que pasó en secundaria.
Su negocio de vender panquecitos, galletas y cuanta chuchería pudiera cocinar iba viento en popa, tanto así que seguro podría acumular una fortuna parecida a la de Pablo Escobar(?). Lástima que los soplones envidiosos de su éxito empresarial le tumbaron el negocio, avisando a los profesores. ¿Qué tenía de malo el que vendiera dulces en el colegio? Ni que fuera droga. Pero no importaba, Alina es una mujer emprendedora, y de todas formas siguió con su venta, pero esta vez solo hacía pedidos.
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
Pateó una piedrita imaginaria. Había dejado que una compañera copiara sus respuestas en un exámen, y cuando les dieron los resultados, resulta que esa chica había sacado una mejor calificación que ella. Infló una mejilla, esto era una verdadera patada en el trasero de parte del karma. Nunca más iba a pasar ni siquiera una mísera palabra.
21: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
Fue un fin de semana que se quedó en casa de Al. Bélgica llegó de visita y le regaló chocolates a ella y su primo. Cuando volvió a casa, cometió el error de decir que ''Tía Bel hace los mejores chocolates'' frente a su padre.
Ups.
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
Decepcionar a su familia, puede ser. Ya habían pasado por una gran decepción y no quería ser el motivo de otra. Por eso trataba de aprender todo lo posible, valerse por sí misma y ayudar en lo que pudiera.
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
‘’¿Osea que Santa no existe?’’
La pregunta vino después de haber encontrado algunos obsequios en el closet del cuarto de sus padres.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
‘’La próxima vez, solo tienes que darle una patada en las bolas al desgraciado, querida. Estás a la altura perfecta para dejarlo sin descendencia’’.
Una semana luego de que Hakan le había dicho esas palabras, comprobó su efectividad con un rodillazo perfecto directo en la entrepierna de un tipo que tuvo la mala idea de propasarse.
25: Cuéntame sobre tu ex mejor amigo/a.
¡No tiene! Afortunadamente, las amistades que ha hecho, y que no son muchas, las ha podido mantener, viva ella.
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Rueda, y rueda sobre su cama. Si no tiene fiebre, le gusta continuar alguna serie de tv o libro pendientes. Pero por sobretodo duerme, le gusta y aprovecha para descansar sin que nadie le diga nada por dormir hasta las cinco de la tarde.
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Las manos de Al eran muy grandes. Le gustaba cuando acariciaba su cabello con ellas. O cuando hacían galletas <3.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
No es como si tuviera un mínimo de experiencia en ese tipo de cosas (?).
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
Misma respuesta de arriba
Pero… Besos lentos que siguienran la línea de la columna vertebral hasta el cuello debía ser algo que seguro se sentía muy bien.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
Definitivamente sería algo como hacer todo sola, o tener que estar como una estatua, sin hacer nada. Que aburrido(?).
Si había algo que, al menos, suponía, era que ese tipo de cosas debían disfrutarse.
31: Cuéntame sobre lo que crees es la muerte.
¿Todos vamos hacia allá?
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
Una pequeña colina que quedaba muy cerca de su casa. Ahí, Al y ella a veces llevaban a las cabras a pastar. Podían pasar todo el día en aquel lugar. El aroma del prado, el viento en su cara, todavía los recordaba con mucha claridad.
33: Cuéntame qué haces cuando estás triste.
Canta hasta que todo eso que envenena su corazón salga de su alma.
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
El golpe hizo eco en el living. Su mejilla se puso colorada casi al instante; seguro la mano de su madre, esa que siempre se deslizaba con suavidad por su cabello o por las cuerdas de un violín, ahora estaba marcada a fuego en su cara. Richelle la miraba con severidad, una que Alina no había visto nunca. Atrás, su padre miraba la escena en silencio, inmutable.
Estaba claro que Vash no intervendría a su favor.
Que estúpida e inmadura había sido. Faltar el respeto a sus padres era algo que en su vida volvería a hacer.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
Si las dejara de hacer, no sería ella.
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Ugh. No se decidía qué temporada de Power rangers comprar por internet. ¿Fuerza del tiempo? ¿Fuerza salvaje? ¿Tormenta ninja? ¡Hey! Hay una edición especial de Power rangers en el Espacio, debe tenerla a la voz de ya.
37: Cuéntame sobre alguien con quien creíste estar enamorado/a.
Esas galletas. Había sido amor a primera vista. Tres horas después estaba muriendo de dolor de estómago por comer ese plato lleno de galletas vencidas. Quien te ama no te daña, así que decidió que lo suyo con esas galletitas terminaba ahí. (?)
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Amar a dos es mi secreto escondido
del fruto prohibido y de un corazón.
Amar a dos, siempre camino en el filo
pendiendo de un hilo que me ata a su amor ~(8)
del fruto prohibido y de un corazón.
Amar a dos, siempre camino en el filo
pendiendo de un hilo que me ata a su amor ~(8)
Había escupido el té que bebía, y se puso a reír como loca, frente a Al, que justo pasaba por ahí cuando escuchaba esa canción.
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
‘’No debo comprar con la tarjeta de crédito hasta agotar el cupo’’.
A su favor, Alina diría que solo tenía 8 años, y que todo lo que compró había valido la pena, a pesar de aún hoy en día sufría las consecuencias de su travesura.
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
No estar cerca de Al la mayor parte del tiempo se sentía muy extraño.
Robert Beilschmidt
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por Hakan Santos Vie Mar 30, 2018 11:39 pm
¿Cómo leer?
x/38 es el orden de los fragmentos.
x, x ¼, x ½ , x ¾ corresponde a la edad que tenía el personaje en dicho fragmento.
Si no tiene esta descripción es en algo así como “presente”.
1: Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita.
No recuerda la primera vez que vio Hababam Sınıfı, pero sabe que es su película favorita desde que tiene memoria. Nunca falla en hacerle reír, ya sea con las continuas bromas sobre “La Vaca” o “Rechoncho”, o cualquier otra de las desventuras causadas por la naturaleza socarrona y floja del grupo de personajes de la película. Hasta cierto punto, podría afirmar que ahí nació su increíble sentido del humor.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
El beso fue muy breve para satisfacer su imaginación, y habría durado más de no ser porque la chica le empujó violentamente.
¡Eww! Te huele a ajo la boca. –Exclamó la chica, y luego los demás presentes también. Las risas no se hicieron esperar, y Hakan se mantuvo en la misma posición hasta que escuchó a la misma chica mirarle con asco y preguntar “por qué lo dejaste jugar”.
Él era quien más odiaba estar ahí, compartiendo oxígeno con gente que le caía mal, y se aseguraría de dejar eso bien claro agarrando la botella para patearla contra la pared más cercana. Antes de salir, deseó que ojalá todo lo que tocara se volviera mierda, así esa chica sería igual por dentro y por fuera.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
Hakan sabía que estaba buscándola en otras personas, e igual decidió enamorarse de una persona con rasgos finos, manos delicadas, piel de porcelana y cabello imposiblemente lacio, largo y negro.
Quizás era una forma de compensar lo mucho que la extrañaba, desde las mañanas cuando ambos amanecían revueltos en su cama matrimonial, hasta cuando ignoraba sus llamadas y días después le llamaba en la madrugada exigiendo su compañía. La adoraba tanto que su ira por haberle ignorado desaparecía, y se instalaba la urgencia de correr a su lado.
En un buen día, estaría en todos sus sentidos, y le recibiría con una sonrisa y un beso amable con sabor a whisky. En un día regular, le dejaría pasar y luego haría un comentario displicente sobre su apariencia, y sobre lo trágico que era conformarse con lo que tenía. En un mal día, el viaje habría sido en vano.
Solía creer que algún día ella le querría tanto como él la quería a ella, y entonces podrían dejar todo atrás. Tener una vida donde solo fueran los dos, lejos de Londres y su clima de mierda, en un lugar donde pudiesen ser felices.
Recordar esta aspiración era suficiente para mandarlo directo a un pozo de burla, auto aversión e ira. Su ingenuidad había sido ridícula, desproporcionada, y no le quedaba más que reírse de su propia necedad.
Aún no sabe cómo pudo querer tanto y tan estúpidamente a una sola persona.
Pero a veces, cuando daba media noche y no podía dormir, se le daba por esperar un mensaje de texto que nunca llegaría. A veces, cuando pasa por aquella calle tan familiar, decide sentarse en el andén para luego encender un cigarro. El sentimiento es tan familiar que casi lo extraña, pero al final los recuerdos le sofocan, y dispone levantarse sin mirar atrás.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
–Eso ya lo sé. –Respondió, levantándose de la cama después de responder su comentario, para instalarse en el marco del ventanal de la habitación. De pronto, le habían entrado muchas ganas de fumar un cigarro.
La hermosura de aquella mujer era tan incomparable como la frialdad de sus palabras. No era tan estúpido como para ignorar que esa era su forma de rechazarlo después de aquella parcial declaración. Era su forma sutil de decirle que solo lo estaba usando para divertirse.
– Por favor, no lo arruines. –Le había seguido hasta donde estaba para darle un beso en los labios, y acomodarle el cabello detrás de la oreja. Reconocía el tono condescendiente, así que se limitó a observar la calle a través de la tela de la cortina. –Prométeme que no lo arruinarás. –Ella tomó su barbilla, obligándole a mirarla a los ojos.
Hakan volteó la cara con brusquedad, y rápidamente se apartó para agarrar su camisa del suelo. Si pasaba un segundo más en la misma habitación, no estaba seguro de cómo podría reaccionar. Todavía su risa timbraba en sus oídos, y por más que cerrara los ojos e intentara calmarse, la ira amenazaba con destruirlo todo.
No entendía por qué tenía que haber sido tan bobo, o por qué había creído que aquella insignificante aventura podría haberse convertido en algo más; que ella dejaría a su esposo por un adolescente que no podía costearse ni un piso para mudarse de la casa de su padre y su madrastra.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
A los 8 años, su mamá había hecho un pastel de cumpleaños tan delicioso que se negó a compartirlo con los demás invitados. Tuvieron que comprar una tarta de emergencia.
Desde entonces, es la tarta especial de sus cumpleaños. A excepción de aquellos cumpleaños en Inglaterra, porque fue imposible conseguirla. Además, los brownies de mota respondían mejor a sus nuevos intereses.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
– ¿Vamos a coger o no? –Interrumpió, y ella atinó a darle una fuerte cachetada. Él se echó a reír, y la dejó irse con esa expresión de profunda indignación. Menudo drama innecesario.
Sus amigos se rieron con él, y pronto retornaron el curso de la noche.
Él estaba presente, pero sus pensamientos estaban en un lugar distinto.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
No solía tomar alcohol, pero ya que le llamaban “coraje líquido”, bebió la mitad de aquel destilado. Los efectos no tardaron en aparecer, y la citó lejos del suburbio donde vivían, en el motel de mala muerte en el que solían verse cuando no podían usar su habitación.
Cuando apareció en el marco de la puerta, Hakan intentó articular las palabras que cuidadosamente había escogido para ponerle fin a su relación. No obstante, ella se acercó a él con esa sonrisa confiada y omnisapiente que siempre tenía.
–Hakan, cariño, ¿de qué estás hablando? No cometas este error. –Su discurso ensayado no tenía contemplado que ella no deseara dejarlo. – ¿Crees que encontrarás a alguien que te quiera más que yo?
No lo creía, pero estaba cansado de llevar una doble vida llena de mentiras, y ya no podía pagar el precio que venía con quererla. El error había sido enamorarse cuando nunca había tenido ni la más mínima posibilidad de convertirse en alguien especial para ella.
–Ya sabes qué hacer si cambias de opinión.
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
Está orgulloso de… Lo magníficos que son sus abdominales.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
– Haré lo que sea, pero por favor… – “No me dejes”. Las palabras no habían salido, pero estaba convencido de que ella podía leer sus pensamientos. Pensar en una vida donde no estuvieran juntos le causaba un vacío insoportable. Hasta había caído a sus rodillas, humillándose hasta las últimas consecuencias.
Ahora, más que nunca, entendía las enseñanzas de Alá con respecto a las mujeres. Estas eran la consecuencia de no haber soportado la tentación, y no seguir sus benditas enseñanzas. Sin embargo, ya no había vuelta atrás.
En silencio, ella acercó su pie hasta su cara. Él levantó la vista, y a juzgar por su expresión, sabía lo que tenía que hacer. Estaba tan aliviado con que le dejara tocarle de nuevo, que su primer instinto fue besar la planta de su pie. Luego el empeine, su tobillo, sus pantorrillas… Un viaje necesario para llegar al lugar que más codiciaba.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Sobre unas nubes rodeado de setenta y dos mujeres vírgenes.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Lo único que quería en ese momento era llamar a su mamá para pedirle que le dejara volver pronto. Quería prometerle que no volvería a llegar tarde de la calle, y se metería en menos peleas. Eso tendría que ser suficiente para hacerle cambiar de idea.
Sin embargo, una mujer de lo más simpática se acercó a él con una sonrisa amable, e hizo lo que nadie había hecho desde que había llegado: Escucharlo. Sobre la nueva escuela, sobre el traje, sobre lo insípida de la comida.
Había dicho que también estaba aburrida, así que Hakan se empeñó en hacerla reír. No tenía muchos chistes en su “repertorio” angloparlante, pero ella parecía de lo más entretenida. Por primera vez en los últimos meses, había dejado de sentirse inadecuado. No duró mucho, pero fue suficiente para que la imagen de esa mujer se quedara grabada en su retina.
Ella no era más que una vecina, conocida de la madre de Jack y Joao. Sin embargo, le había parecido increíblemente divertida, y sobretodo guapa, a pesar de los años.
Como cualquier adolescente con una libido sana, esa noche Hakan tuvo un sueño húmedo pensando en ella, y de nuevo la noche del día siguiente, pensando en ese día que le reconoció mientras arreglaba su jardín, y luego le saludó con una sonrisa.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acostaste con alguien, o cómo te imaginas que será.
–Claro que sí. –Mintió, tratando de sorprenderla con una extensa experiencia que no poseía, y que iba con un mínimo de convicción. Entre sus brazos, lo último que quería era parecer un perdedor y que ella se arrepintiera de haber llegado a ese punto. Un perdedor que estaba excitado y que no podía dejar de acariciar su piel, pero tampoco dejaba de pensar que aquello era una falta gravísima ante los ojos de Alá.
–A ver, ¿cuántas?
–…Perdí la cuenta. –La mujer no aguantó las ganas de reírse, porque a juzgar por el inseguro agarre que tenía en su cintura, sumado al indudable hecho de que le estaban sudando las manos, Hakan no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba haciendo.
–Hakan, cariño, ya me has demostrado que sabes escuchar. No tienes nada de lo que preocuparte.
El aludido frunció el ceño, molesto por ese comentario. Estaba hiriendo su orgullo como hombre al creer que él no tenía ni la más mínima idea, aún si eso fuese cierto. Alguna vez había visto porno, y todo parecía bastante fácil. Solo consistía en tocar sus senos y meter y sacar su pene dentro de su vagina para que ella empezara a gemir, ¿o no era así?
–Y, solo por aclarar, más te vale no terminar antes de que tenga un orgasmo. No estoy dispuesta a fingir solo para alimentar tu frágil orgullo. –El tono había sido dulce, pero sabía que detrás de sus palabras había una clara advertencia.
Los primeros minutos fueron una completa mierda. Pensar que no podría complacerla le aterrorizaba, así que sus movimientos eran inseguros y vacilantes. Sus órdenes eran definitivas, pero aun así necesitó de una serie de intentos hasta que por fin lo logró. Su cuerpo convulsionó de placer, y él la contempló abrumado por las sensaciones que le embriagaron. Ella sonreía satisfecha, y con una señal de su mano, él quedó a completa merced de sus encantos.
En ese momento, y en adelante, nada más importó: La voluntad de ella se volvió absoluta.
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Era la primera vez que viajaba a Londres a conocer a sus hermanos menores y todo le deprimió, especialmente la horrible comida y el lluvioso clima.
15: Cuéntame sobre un momento en qué fuiste muy feliz.
No era normal que ahora prometiera comportarse “bien” para poder quedarse unos meses más.
Sin embargo, por muy insólito que fuese, estaban aliviados con el cambio. Iba al nuevo instituto, sacaba notas aceptables, no se metía en peleas y solía llegar antes del “toque de queda” a cenar en familia. Estaba cumpliendo con su palabra.
El detalle preocupante para su madrastra era que nunca estaba en casa. Intentaba tranquilizarse pensando que Jack (y quizás Joao, en algún punto), también actuarían de esa forma cuando llegaran a esa edad. Empezarían a buscar más independencia y pasarían más tiempo con amigos que con su familia. No quería sofocarlo, así que se limitaba a preguntar cómo había ido su día.
A Hakan le incomodaban sus preguntas, pero contestaba con sinceridad la mayor parte del tiempo. Sus días constaban de escuchar a profesores aburridos y jugar fútbol después de clases con sus amigos del antiguo instituto. Otras veces pasaba de jugar fútbol, e iba directamente a casa de su “futura esposa”.
Esta denominación imaginaria había sido la única forma de reconciliar las tensiones que yacían dentro de él, debido a la clandestinidad de su relación. Llamaba la atención que entre más días pasaban, más fácil era normalizar el vínculo que les unía.
Su parte favorita de sus visitas era cuando ambos se sentaban en el sofá a ver televisión. La primera vez que ella lo había sugerido, él estaba tan nervioso y amilanado que no había sido capaz de verle a la cara, y su torpeza no había tenido comparación. Además, su inseguridad aumentaba cuando la tela de su pantalón apretaba. Ella había sido paciente cada vez, indicándole con detalle cómo comportarse justo como le gustaba.
Con el tiempo, podía pasar horas enredado entre sus piernas, delineando su increíble figura, y acaparando sus labios. Había límites a lo que podía hacer y hasta donde podía tocar, pero para él era como el mismísimo paraíso. Había aprendido las enseñanzas del Islam, pero desde su corta experiencia le costaba imaginar una sensación más sublime que la de desear como nunca había deseado nada en la vida, y ser correspondido.
La adoraba, tanto que cuando estaba junto a ella, olvidaba por completo la nostalgia de estar en un lugar que a duras penas podía llamar “hogar”.
Por mucho que le disgustase admitirlo, el viejo tenía toda la razón. Pero, no fue hasta que su madre le sugirió intentar lucha, ya que era lo más cercano al yağlı güreş, que solía practicar con sus amigos en Turquía, que Hakan se inscribió a esta extracurricular. Las técnicas y el objetivo eran distintos, pero era lo más semejante que había disponible.
Desde entonces, sus días pasaban entre la escuela, la cancha de fútbol y sus prácticas de lucha. Los resultados no fueron inmediatos, pero poco a poco empezó a llevarse mejor con sus compañeros de clases. A quienes no les agradaba, evitaban meterse con él porque era “más músculo que cerebro”. Quienes se daban la oportunidad de conocerlo, se daban cuenta que era un chico como cualquier otro. Algunas chicas iban a animarlo, pero él nunca les prestaba atención porque no estaba interesado en ellas.
Lo cierto era que las luchas le ayudaban a lidiar con no poder visitarla, porque su esposo había vuelto para quedarse algunas semanas. Nada como imaginar la cara de su esposo en el contrincante para concentrar todo su poder destructivo, y reducir la posibilidad de perder.
Quería era crecer. Ser mayor y más fuerte. Dejar de ser un “niño” y ser independiente de verdad. Graduarse y trabajar, darle la vida que se merecía. Una vida en la que no tuviera que trabajar, sino que todo su tiempo estuviese dedicado a criar a sus hijos.
…Ok, estaba yendo muy lejos. Creía que podía quererla, aun si no quería tener hijos. Total, los niños eran un fastidio y no podía contar con que todos fueran como Jack.
Reformulando, quería era crecer, ser mayor y más fuerte, dejar de ser un “niño” y ser independiente de verdad, graduarse y trabajar, darle la vida que se merecía, sin el constante estrés del trabajo o un esposo que claramente no la hacía feliz.
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
Habían salido a un restaurante muy llamativo, inspirado en algo llamado “Harry Potter”. En general, no entendía ni paja de lo que hablaban Joao y Jack, pero disfrutó la jornada riendo de sus caras de emoción. También, cuando llegó el momento de soplar las velas, y Joao se enojó porque él las había apagado todas. Entre risas y conversaciones animadas, era la primera vez que se sentía parte genuina de esa familia.
16.5: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que no fuiste.
Hakan estaba más dormido que despierto, abrazado su cintura con apego. Había asentido, sin darle mayor importancia a que revisara los mensajes de su celular. No tenía nada que ocultar. La fiesta en cuestión iba a ser más tarde, y se suponía que estaría buenísima a juzgar por la fama que tenía. Él no bebía alcohol, pero eso nunca había sido un obstáculo para disfrutar las fiestas a las que iba. Siempre llegaba el punto donde todos perdían la memoria, y le hacía gracia cuidar gente ebria porque era divertido tener material de extorsión, aunque nunca lo usara para nada particular.
– ¿No preferirías quedarte conmigo? –La pregunta le tomó por sorpresa, pero no tuvo el valor de decirle que tenía muchas ganas de ir. Volvió a asentir, acercándose más a ella. Pronto se quedó dormido, entre las caricias que le daba en el cabello y el mismo sopor de la noche.
Nunca se enteró de los mensajes que le habían escrito preguntando por qué no estaba allí.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Le habría gustado ser amigo de Hanna, lástima que sus gustos fuesen demasiado parecidos.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Estaba sentado en la oficina del rector por intentar una broma que había visto en sus películas favoritas.
En su opinión, no había nada de malo en hacerle creer al más feo de la clase que tenía una novia que le dejaba notas, si hasta parecía feliz y todo. Estaba haciendo el trabajo de Alá.
Lo de esconder cigarros sería más difícil de justificar.
19: Cuéntame algo que pasó en secundaria.
Quizás tendría que haber escuchado a su mamá cuando le recordaba que debía practicar, si lo que quería era poder comunicarse con las personas que frecuentaría. Por ende, cuando le llamaba a preguntarle cómo iba todo, omitía ese detalle.
Odiaba cuando se ponía en ese plan de “te lo dije”.
Tampoco era capaz de revelárselo a su “nueva” familia, porque seguramente le juzgarían en silencio y en todo caso él no quería ayuda de ninguno de ellos. Primero iba su orgullo de hombre autosuficiente, y eso significaba que debía enfrentarse a los problemas por su cuenta.
Con todo y eso, había algo que necesitaba hacer con urgencia, y después de que estuviera hecho, le importaba poco si no volvía a ver el sol hasta que llegara el taxi que lo llevaría al aeropuerto. Por tal razón, saltó por la ventana de su habitación, y después de torcerse un tobillo al aterrizar, cojeó hasta la casa de su vecina.
Sentía que le debía una explicación, pues ella era la única que siempre había estado dispuesta a escucharle. Las despedidas eran una mierda, pero a Hakan no se le ocurría un mejor momento para ello. Por tal razón, timbró a la puerta, y cuando ella le abrió, Hakan se sintió mejor, pero a la vez algo abatido.
Una mano sobre su muslo, y una especie de emoción petrificante.
Una erección involuntaria, y la sorpresiva iniciativa de “ayudarle” con ello.
Hakan no salía de su estupor, aún cuando ya se había “venido”, y ella pasaba sus dedos entre su cabello para volver a besarle.
“No te vayas”, le había pedido, y él no fue capaz de negarse, por mucho que aquello se sintiera como lo más inapropiado que había hecho en toda su vida y que hubiese odiado la mayor parte del último año.
En sus pensamientos, todo giraba alrededor del anillo de matrimonio que ella siempre usaba. Sabía que estaba a punto de cometer un delito muy grave, y sin embargo le hacía falta entereza suficiente para rechazarla. No podía traicionar su confianza o sus sentimientos, cuando desde un principio él era quien se había negado a bajar la mirada y restringir sus deseos. Era un secreto que le debía, y él no planeaba incumplir su palabra.
Pero era difícil, y cada día que pasaba se sentía más ahogado por sus decisiones. No podía contarle a nadie, así que era agotador decidir si quería que predominara el revoltijo que tenía en el estómago o esta parte de él que le reclamaba y preguntaba por qué estaba de tal humor, si era afortunado al haber conquistado la atención de semejante mujer. No podía actuar como un estúpido cobarde cuando esto era lo mejor que alguna vez le había pasado.
Además, ella insistía en que no habían hecho nada malo, y por su propia sanidad, él decidió creerle.
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
No la merecía, y se había ganado que le tratara de esa forma.
En ocasiones, deseaba poder contarle a alguien diferente sus problemas. Antes se había conformado con solo tenerla a ella, pero ahora se daba cuenta de que no era suficiente.
Era tan difícil.
Quería saber si era normal sentirse como si le estuvieran aplastando el pecho todo el tiempo, o por lo menos distraerse para no ahogarse en sentimientos de odio y lástima por sí mismo. Ni siquiera podía pasar tiempo con Jack o Joao, porque solían preguntarle si estaba bien, como si no fuera capaz de disimular lo que le sucedía.
Incluso, ese día le habían suspendido de lucha, por perder el control y usar movimientos no permitidos contra un adversario. Intentó juntarse con sus amigos para jugar fútbol, pero le habían mandado directo a la banca porque su concentración estaba por el piso. Sin embargo, eso era lo mejor que podría haberle pasado, pues a su lado había otro chico que le ofreció de lo que estaba fumando.
Un par de caladas le habían dado la paz que tanto había deseado.
Aunque estaba suspendido de los enfrentamientos, Hakan tenía acceso al equipo para entrenar. Era mejor para él, pues los sacos no sangraban y no debía contenerse. Se quedaba hasta el momento de cerrar, cuando los músculos no le daban más, y caminaba hasta donde sus buenos amigos, que le ayudaban a comprar la hierba que tanto necesitaba.
Sin embargo, nunca se quedaba por mucho tiempo. Era desgastante escuchar a sus amigos charlar casualmente sobre sus novias y las citas que tenían, temas que se le antojaban ajenos. Cuando llegaba a casa, con los ojos rojos, y el mundo alterado, lo único que restaba era darse un baño y caer sobre su cama hasta el día siguiente.
Era una rutina necesaria.
Su actitud era justo como la esperaba, tan distante e indiferente como siempre. Había tanto que le estaba pasando por la cabeza, pero se limitó a suspirar y luego sonreír, como esperaban de él, cómo habría actuado si nunca en su vida se la hubiese cruzado.
“Lo siento”, intentó disculparse, aunque no sabía exactamente por qué.
21: Cuéntame sobre la(s) vez(ces) que decepcionaste a alguien.
Hakan se arrepintió de haberlo dicho al escuchar la pregunta del rubio, que le miraba fijamente, esperando su respuesta. Decirle la verdad estaba fuera de cuestión, así que optó por la segunda mejor opción: No es de tu incumbencia. Las palabras le salieron más crudas de lo que esperó, y Jack enseguida cambió de expresión.
Sin embargo, lo que buscaba era mantenerle alejado de sus asuntos, así que no se retractó. Jack no podría entender ni una fracción de los problemas que no lo dejaban dormir, y que incluían la necesidad de un teléfono celular para saber cómo se encontraba la mujer de la que estaba perdidamente enamorado.
Su plan para el siguiente fin de semana era salir a acampar con su padre y Jack.
“Me alegra que te lleves bien con tu hermano, pero quiero que te quedes conmigo”, le escuchó decir. Hakan levantó la mirada para observarla y, allí sentada, sonriendo y deleitándose con su desnudez, redescubría lo difícil que era decirle que no.
“No puedo ir, olvidé que tenía un compromiso con los chicos de la escuela”, mintió. Ese fin de semana fue incapaz de salir de debajo de sus sábanas.
Después del viaje, lo único que Jack comentó fue un "Realmente me habría gustado que vinieras con nosotros".
Fue inevitable sentirse culpable.
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
–Si he de decirte la verdad, sí me he enamorado. Pero, estoy convencido de que no es un sentimiento hecho para mí. –Hakan aplastó el cigarro contra el cenicero, al tiempo que sacaba otro para encenderlo.
–Esas son patrañas.
–Hye, cuando no tienes suerte, simplemente no la tienes. –Por un segundo, a Hye le dio la impresión de ver vulnerabilidad en los ojos del otro. Parecía estar recordando algo terriblemente nostálgico, pero así como aquello apareció, volvió a desaparecer.
– ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?
–Parecías… Nostálgico. –La reacción del otro fue reírse de su intuición; pero, de alguna forma, esa reacción afirmó la veracidad de su impresión.
–Me has descubierto. Tengo un antojo brutal de kebab.
¿Sabes? Todas las personas tienen una alma gemela. Seguro hay alguien por ahí para ti. –Hakan rodó los ojos e hizo una expresión aburrida, no quería escuchar lo que le seguía a eso.
–Por supuesto. –Respondió, sarcástico. Porque, no era que le molestara la idea de tener una alma gemela, sino el hecho de tener que probar montones de veces con personas distintas para tratar de encontrarle. Nadie le podía decir que no era una mierda creer haber encontrado su alma gemela y enterarse de que esa persona no lo era, y que sólo le estaba usando bajo fines totalmente egoístas. Si volvía a cometer ese error, entonces ya no podría vivir consigo mismo. Entonces, prefería no arriesgarse.
Por tal razón, en ese tipo de asuntos, la honestidad le parecía la mejor política. Si le necesitaban para divertirse un rato o fingir haber superado emocionalmente a otra persona, él no tendría mayor problema siempre y cuando eso estuviese claro desde un principio. Porque sería una verdadera mierda tropezarse con la misma piedra dos veces.
Ya sabía que tragarse su personalidad era algo prácticamente imposible, pero prefería mostrarse tal como era antes de engañar a alguien más con la ilusión de una persona que no existía. Él era frívolo, muchas veces deshonesto y otras más demasiado honesto. No servía de nada enamorar a alguien más con una proyección de sí mismo, si sabía que las personas se cansan de mentir, sin evaluar las consecuencias de sus acciones pasadas.
(Sin embargo a veces le inquietaba pensar que se quedaría solo para toda la vida).
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
Había vuelto a pedirle perdón, a prometerle que no lo arruinaría, a jurar que se desprendería de sus patéticos sentimientos. En sus palabras, “tenía que estar dispuesto a abandonar sus ridículos caprichos infantiles”.
Se obligó a observarle a los ojos con suficiente desinterés para pretender que aquello no le había importado, porque él no era un niño. Sin embargo, ella le devolvió una expresión burlona, señalando con diversión las grietas de su fachada.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
La seguía amando, pero ya no esperaba nada de su parte. Le bastaba con ser suyo.
Aunque eso no fuera mucho, porque él no era mucho.
–Te aprecio aunque seas un chiquillo enamoradizo. Lo sabes, ¿no es así? –Entonces, ella sonrió por primera vez desde aquel episodio y Hakan olvidó como por arte de magia el malestar que sentía en ese momento.
25: Cuéntame sobre tu ex mejor amigo/a.
Cuando volvió a Turquía, resultó que su mejor amigo se había mudado.
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Encerrarse a morir. La única persona que puede verlo enfermo es su mamá.
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Nunca ocultó que el cabello largo y lacio de Hyoo era la fuente principal de su atracción.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
Hakan estaba en contra de la idea, pero negarse no era una opción. Tendría que disimular el asco absoluto que le causaba ver a otro tipo, más grande y más fuerte, tocando su piel y penetrándola una y otra vez. Había renunciado a poseerla, pero nunca se habría imaginado tener que verla así, abriéndose de piernas frente a otro hombre.
Como si aquello no hubiese sido suficiente, se le ocurrió la magnífica idea de cuán excitante sería verlo haciéndole una mamada al desconocido. Sonrió amargamente, recordando sus desesperadas palabras. Haría lo que sea, hasta meterse una polla en la boca.
El tipo no tuvo ninguna consideración con él después de asegurarse sobre su edad, tomándole con firmeza del cabello, guiándole con brusquedad hasta que terminó tosiendo violentamente debido a las arcadas y las ganas de vomitar.
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
Si le permitían ser exigente, un buen par de tetas y/o lindas piernas.
Sin embargo, ya que es un hombre saludable y con mucha imaginación, solo hace falta disposición para trabajar con cualquier cosa.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
Demasiada conversación.
31: Cuéntame sobre lo que crees es la muerte.
¿El descanso eterno?
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
Tenía buenos recuerdos de la praia marinha en Carvoeir. De vacaciones en la playa, era de esas pocas ocasiones en las que podía acercarse al hombre que había suministrado la mitad del contenido celular que le había dado la vida.
33: Cuéntame qué haces cuando estás triste.
Si está triste, deja de estarlo con ayuda de los tres jinetes esenciales de la vida: Drogas, comida y sexo.
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
Una vez le mordieron el pene. Le partió la cara al desgraciado.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
Estaría bueno dejar de ser tan malnacido, pero cuál sería la gracia de eso.
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Durante un tiempo se guardó lo mucho que le gustaban las novelas turcas. También le agradan los tés que hace Joao, pero nunca los pide, solo acepta cuando se lo ofrece.
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a.
A lo mejor lo de Hyoo solo era un reflejo de sentimientos demasiado engranados en su memoria.
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Propuesta Indecente de (su primo) Romeo Santos, para todos aquellos que han tirado con él. (¿)
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
Casarse por conveniencia es la mejor opción.
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
Si lo que solían hacer era tirar, no imaginaba que rechazara la idea. Claro que ahora era diferente, pues no era tan estúpido como para no saber diferenciar sus sentimientos de sus necesidades. Ella le aceptó con los brazos abiertos, pero las cosas no fueron como imaginó.
No hubo preliminares, y habían acabado poco después de que Hakan aprisionara sus brazos y le empujara contra la superficie sólida más cercana. Cuando se vino, después de penetrarla en repetidas ocasiones, y regando su semilla sobre su abdomen, procedió a acomodarse sus pantalones e irse.
Estaba enojada, y Hakan sonrió de medio lado, encogiéndose de hombros. –Sin sentimientos, ¿no era eso lo que querías?
De camino a casa, recordó su mirada de profundo resentimiento, y una parte dentro de él se contentó. Esa era una mirada que nunca había visto en todo ese tiempo, y no podría haber pensado que sería tan satisfactoria.
La seguía queriendo, pero ya que nunca le correspondería, pensaba que no estaba tan mal que ahora le despreciara. Nunca podría odiarla, porque él no era ningún malagradecido.
Gracias a ella ya no era un niño.
x/38 es el orden de los fragmentos.
x, x ¼, x ½ , x ¾ corresponde a la edad que tenía el personaje en dicho fragmento.
Si no tiene esta descripción es en algo así como “presente”.
- Spoiler:
- 1/38Tenía 14 y odiaba su vida.
14
No quería ser dramático, porque eso era para niñas, pero cada día que pasaba y se acercaba la fecha del viaje, estaba más convencido de que ir a vivir a Londres por un año le arruinaría la vida. No había forma de estar satisfecho con el hecho de estar obligado a vivir con “completos extraños” a miles de kilómetros de su hogar. Aunque les había ido a visitar un par de veces, para él eran el equivalente a los vecinos que su madre le obligaba a saludar por cortesía.
Su mamá había dicho que precisamente por eso quería que viviera con ellos una temporada, pero a él no le hacía gracia. Era miserable, pero por su propia integridad prefería obedecer. Su madre podría convertirse en un ogro cuando no se portaba bien. Sin embargo, no llevaba ni diez minutos en el avión cuando empezó a extrañarla a ella, a sus mejores amigos e incluso a la vecina de su edad que solía sonreírle cuando pasaba frente a su casa.
Lo único que le consolaba era la posibilidad de conocer chicas inglesas bonitas; aunque, sin ánimos de ofender, le desanimaba que a Joao lo confundieran con una niña porque él era más bien feo.
1: Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita.
No recuerda la primera vez que vio Hababam Sınıfı, pero sabe que es su película favorita desde que tiene memoria. Nunca falla en hacerle reír, ya sea con las continuas bromas sobre “La Vaca” o “Rechoncho”, o cualquier otra de las desventuras causadas por la naturaleza socarrona y floja del grupo de personajes de la película. Hasta cierto punto, podría afirmar que ahí nació su increíble sentido del humor.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
14 ¼
Pocas veces había visto a una chica más linda que la que tenía frente a él. El corazón le latía rápido, las manos le sudaban, y tragó en seco cuando la botella le apuntó a él. ¡A él! De todas las personas presentes, a él le había tocado darle un beso a la chica más linda del lugar. Su primer beso, aunque no planeara compartir ese detalle con ninguno de los presentes.El beso fue muy breve para satisfacer su imaginación, y habría durado más de no ser porque la chica le empujó violentamente.
¡Eww! Te huele a ajo la boca. –Exclamó la chica, y luego los demás presentes también. Las risas no se hicieron esperar, y Hakan se mantuvo en la misma posición hasta que escuchó a la misma chica mirarle con asco y preguntar “por qué lo dejaste jugar”.
Él era quien más odiaba estar ahí, compartiendo oxígeno con gente que le caía mal, y se aseguraría de dejar eso bien claro agarrando la botella para patearla contra la pared más cercana. Antes de salir, deseó que ojalá todo lo que tocara se volviera mierda, así esa chica sería igual por dentro y por fuera.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
Hakan sabía que estaba buscándola en otras personas, e igual decidió enamorarse de una persona con rasgos finos, manos delicadas, piel de porcelana y cabello imposiblemente lacio, largo y negro.
Quizás era una forma de compensar lo mucho que la extrañaba, desde las mañanas cuando ambos amanecían revueltos en su cama matrimonial, hasta cuando ignoraba sus llamadas y días después le llamaba en la madrugada exigiendo su compañía. La adoraba tanto que su ira por haberle ignorado desaparecía, y se instalaba la urgencia de correr a su lado.
En un buen día, estaría en todos sus sentidos, y le recibiría con una sonrisa y un beso amable con sabor a whisky. En un día regular, le dejaría pasar y luego haría un comentario displicente sobre su apariencia, y sobre lo trágico que era conformarse con lo que tenía. En un mal día, el viaje habría sido en vano.
Solía creer que algún día ella le querría tanto como él la quería a ella, y entonces podrían dejar todo atrás. Tener una vida donde solo fueran los dos, lejos de Londres y su clima de mierda, en un lugar donde pudiesen ser felices.
Recordar esta aspiración era suficiente para mandarlo directo a un pozo de burla, auto aversión e ira. Su ingenuidad había sido ridícula, desproporcionada, y no le quedaba más que reírse de su propia necedad.
Aún no sabe cómo pudo querer tanto y tan estúpidamente a una sola persona.
Pero a veces, cuando daba media noche y no podía dormir, se le daba por esperar un mensaje de texto que nunca llegaría. A veces, cuando pasa por aquella calle tan familiar, decide sentarse en el andén para luego encender un cigarro. El sentimiento es tan familiar que casi lo extraña, pero al final los recuerdos le sofocan, y dispone levantarse sin mirar atrás.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
24/38
16 ¼
–Hakan, cariño, lo has malentendido. –El adolescente escuchó a la mujer sin borrar la sonrisa ladina que siempre lo caracterizaba. 16 ¼
–Eso ya lo sé. –Respondió, levantándose de la cama después de responder su comentario, para instalarse en el marco del ventanal de la habitación. De pronto, le habían entrado muchas ganas de fumar un cigarro.
La hermosura de aquella mujer era tan incomparable como la frialdad de sus palabras. No era tan estúpido como para ignorar que esa era su forma de rechazarlo después de aquella parcial declaración. Era su forma sutil de decirle que solo lo estaba usando para divertirse.
– Por favor, no lo arruines. –Le había seguido hasta donde estaba para darle un beso en los labios, y acomodarle el cabello detrás de la oreja. Reconocía el tono condescendiente, así que se limitó a observar la calle a través de la tela de la cortina. –Prométeme que no lo arruinarás. –Ella tomó su barbilla, obligándole a mirarla a los ojos.
Hakan volteó la cara con brusquedad, y rápidamente se apartó para agarrar su camisa del suelo. Si pasaba un segundo más en la misma habitación, no estaba seguro de cómo podría reaccionar. Todavía su risa timbraba en sus oídos, y por más que cerrara los ojos e intentara calmarse, la ira amenazaba con destruirlo todo.
No entendía por qué tenía que haber sido tan bobo, o por qué había creído que aquella insignificante aventura podría haberse convertido en algo más; que ella dejaría a su esposo por un adolescente que no podía costearse ni un piso para mudarse de la casa de su padre y su madrastra.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
A los 8 años, su mamá había hecho un pastel de cumpleaños tan delicioso que se negó a compartirlo con los demás invitados. Tuvieron que comprar una tarta de emergencia.
Desde entonces, es la tarta especial de sus cumpleaños. A excepción de aquellos cumpleaños en Inglaterra, porque fue imposible conseguirla. Además, los brownies de mota respondían mejor a sus nuevos intereses.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
37/38
17
En su cumpleaños número 17, sus amigos insistieron en que conversara con la chica de cabello rubio que desde hacía un rato le estaba mirando. Tenía buenas tetas, así que accedió y se acercó con su mejor actitud. El único detalle fue que se aburrió en tiempo récord de los ridículos dilemas que planteaba como temas de conversación, y entre más hablaba, se retorcía más su humor.17
– ¿Vamos a coger o no? –Interrumpió, y ella atinó a darle una fuerte cachetada. Él se echó a reír, y la dejó irse con esa expresión de profunda indignación. Menudo drama innecesario.
Sus amigos se rieron con él, y pronto retornaron el curso de la noche.
Él estaba presente, pero sus pensamientos estaban en un lugar distinto.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
35/38
16 ¾
Su esposo había vuelto, y reconocía que no podía continuar de esa forma. Ella nunca se divorciaría, y no podía soportar los días en los que él estaba a su alrededor. Por más que le afligiera, tenía que terminar con su relación.16 ¾
No solía tomar alcohol, pero ya que le llamaban “coraje líquido”, bebió la mitad de aquel destilado. Los efectos no tardaron en aparecer, y la citó lejos del suburbio donde vivían, en el motel de mala muerte en el que solían verse cuando no podían usar su habitación.
Cuando apareció en el marco de la puerta, Hakan intentó articular las palabras que cuidadosamente había escogido para ponerle fin a su relación. No obstante, ella se acercó a él con esa sonrisa confiada y omnisapiente que siempre tenía.
–Hakan, cariño, ¿de qué estás hablando? No cometas este error. –Su discurso ensayado no tenía contemplado que ella no deseara dejarlo. – ¿Crees que encontrarás a alguien que te quiera más que yo?
No lo creía, pero estaba cansado de llevar una doble vida llena de mentiras, y ya no podía pagar el precio que venía con quererla. El error había sido enamorarse cuando nunca había tenido ni la más mínima posibilidad de convertirse en alguien especial para ella.
–Ya sabes qué hacer si cambias de opinión.
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
Está orgulloso de… Lo magníficos que son sus abdominales.
- Spoiler:
- 36/38Si él había terminado con ella, no sabía por qué tenía esa urgente necesidad de ir corriendo para retractarse de todo lo que había dicho. Estaba irritado consigo mismo y con la volatilidad de sus emociones. Estaba irritado con el mundo exterior, y con la vida misma.
16 ¾
Sus interacciones empezaron a volverse explosivas, y esto le trajo todo tipo de problemas en los lugares que frecuentaba. Profesores, compañeros de clase, amigos, su entrenador y el equipo de lucha, y finalmente su familia. Cualquier asunto mínimo podía convertirse en un detonante.
Solo podía balancear sus pésimos estados de ánimo con nicotina, ya que no podía oler a hierba todo el tiempo. Además, ya no le alcanzaba con la misma cantidad de dinero, así que decidió dejar el equipo de lucha y en cambio conseguir un trabajo de medio tiempo.
Fue difícil suprimir sus estados de ánimo para no perder el trabajo por cualquier estupidez, pero eventualmente lo logró. A cambio, tenía un salario que podía gastar en actividades recreativas. Sus nuevos compañeros de trabajo se juntaban en las noches para ir a “clubes”. No le tomó mucho conseguir un documento falso, y adquirió el hábito de acompañarlos a ver a las chicas bailar.
A veces, si una le interesaba lo suficiente, y estaba dentro de su presupuesto, se permitía el gusto. La técnica de “un clavo saca a otro clavo”, era más o menos efectiva, según lo que le dictaba su experiencia. La congestión emocional seguía intacta, pero la calidez de otro cuerpo le ayudaba a pensar que en el futuro estaría mejor.
Mientras tanto, cigarrillos, hierba y putas: Pura inversión de calidad.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
17/38
15 ¾
Estaba a punto de cumplir 16 años cuando empezó a salirle vello facial. No pudo contener su emoción, porque para él la barba era como la última frontera del crecimiento. Su esperanza era que cuando le saliera y le cubriera toda la cara, probablemente se vería como un hombre de verdad.15 ¾
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
33/38
16 ¾
–Y pensar que dices que me amas. –En su voz había resentimiento, y ni una pizca de compasión. 16 ¾
– Haré lo que sea, pero por favor… – “No me dejes”. Las palabras no habían salido, pero estaba convencido de que ella podía leer sus pensamientos. Pensar en una vida donde no estuvieran juntos le causaba un vacío insoportable. Hasta había caído a sus rodillas, humillándose hasta las últimas consecuencias.
Ahora, más que nunca, entendía las enseñanzas de Alá con respecto a las mujeres. Estas eran la consecuencia de no haber soportado la tentación, y no seguir sus benditas enseñanzas. Sin embargo, ya no había vuelta atrás.
En silencio, ella acercó su pie hasta su cara. Él levantó la vista, y a juzgar por su expresión, sabía lo que tenía que hacer. Estaba tan aliviado con que le dejara tocarle de nuevo, que su primer instinto fue besar la planta de su pie. Luego el empeine, su tobillo, sus pantorrillas… Un viaje necesario para llegar al lugar que más codiciaba.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Sobre unas nubes rodeado de setenta y dos mujeres vírgenes.
- Spoiler:
O esa ocasión en la que soñó que tenía una bonita esposa y tres hijos.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
3/38
14 ½
No entendía el propósito de tener que estar presente en una ridícula reunión de adultos. Estaba muy aburrido, y además sentía que se veía ridículo con ese traje “hecho a la medida”.14 ½
Lo único que quería en ese momento era llamar a su mamá para pedirle que le dejara volver pronto. Quería prometerle que no volvería a llegar tarde de la calle, y se metería en menos peleas. Eso tendría que ser suficiente para hacerle cambiar de idea.
Sin embargo, una mujer de lo más simpática se acercó a él con una sonrisa amable, e hizo lo que nadie había hecho desde que había llegado: Escucharlo. Sobre la nueva escuela, sobre el traje, sobre lo insípida de la comida.
Había dicho que también estaba aburrida, así que Hakan se empeñó en hacerla reír. No tenía muchos chistes en su “repertorio” angloparlante, pero ella parecía de lo más entretenida. Por primera vez en los últimos meses, había dejado de sentirse inadecuado. No duró mucho, pero fue suficiente para que la imagen de esa mujer se quedara grabada en su retina.
Ella no era más que una vecina, conocida de la madre de Jack y Joao. Sin embargo, le había parecido increíblemente divertida, y sobretodo guapa, a pesar de los años.
Como cualquier adolescente con una libido sana, esa noche Hakan tuvo un sueño húmedo pensando en ella, y de nuevo la noche del día siguiente, pensando en ese día que le reconoció mientras arreglaba su jardín, y luego le saludó con una sonrisa.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acostaste con alguien, o cómo te imaginas que será.
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– ¿Nunca has estado con una mujer? –Hakan apartó la mirada, mordiendo su labio inferior, mostrando los nervios que le recorrían en ese momento. Creía que ella sabía que no había otra mujer en su vida, y el tono burlón de su pregunta le llenaba de inseguridades. 16
–Claro que sí. –Mintió, tratando de sorprenderla con una extensa experiencia que no poseía, y que iba con un mínimo de convicción. Entre sus brazos, lo último que quería era parecer un perdedor y que ella se arrepintiera de haber llegado a ese punto. Un perdedor que estaba excitado y que no podía dejar de acariciar su piel, pero tampoco dejaba de pensar que aquello era una falta gravísima ante los ojos de Alá.
–A ver, ¿cuántas?
–…Perdí la cuenta. –La mujer no aguantó las ganas de reírse, porque a juzgar por el inseguro agarre que tenía en su cintura, sumado al indudable hecho de que le estaban sudando las manos, Hakan no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba haciendo.
–Hakan, cariño, ya me has demostrado que sabes escuchar. No tienes nada de lo que preocuparte.
El aludido frunció el ceño, molesto por ese comentario. Estaba hiriendo su orgullo como hombre al creer que él no tenía ni la más mínima idea, aún si eso fuese cierto. Alguna vez había visto porno, y todo parecía bastante fácil. Solo consistía en tocar sus senos y meter y sacar su pene dentro de su vagina para que ella empezara a gemir, ¿o no era así?
–Y, solo por aclarar, más te vale no terminar antes de que tenga un orgasmo. No estoy dispuesta a fingir solo para alimentar tu frágil orgullo. –El tono había sido dulce, pero sabía que detrás de sus palabras había una clara advertencia.
Los primeros minutos fueron una completa mierda. Pensar que no podría complacerla le aterrorizaba, así que sus movimientos eran inseguros y vacilantes. Sus órdenes eran definitivas, pero aun así necesitó de una serie de intentos hasta que por fin lo logró. Su cuerpo convulsionó de placer, y él la contempló abrumado por las sensaciones que le embriagaron. Ella sonreía satisfecha, y con una señal de su mano, él quedó a completa merced de sus encantos.
En ese momento, y en adelante, nada más importó: La voluntad de ella se volvió absoluta.
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Era la primera vez que viajaba a Londres a conocer a sus hermanos menores y todo le deprimió, especialmente la horrible comida y el lluvioso clima.
15: Cuéntame sobre un momento en qué fuiste muy feliz.
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Acababa de cumplir 15 años, y casi había suplicado para que le dieran una segunda oportunidad. Nadie se lo había dicho, pero todos pensaban que había algo extraño en su comportamiento. Su padre casi nunca estaba en Reino Unido, y su madrastra tenía deberes importantes, así que nunca estaban en casa, pero desde el principio habían tenido muy claro que Hakan era infeliz en aquel entorno. Incluso Joao y Jack, que desde el primer día habían intentado hacerle sentir bienvenido en la medida de sus posibilidades, podían percibir que resentía la situación. 15
No era normal que ahora prometiera comportarse “bien” para poder quedarse unos meses más.
Sin embargo, por muy insólito que fuese, estaban aliviados con el cambio. Iba al nuevo instituto, sacaba notas aceptables, no se metía en peleas y solía llegar antes del “toque de queda” a cenar en familia. Estaba cumpliendo con su palabra.
El detalle preocupante para su madrastra era que nunca estaba en casa. Intentaba tranquilizarse pensando que Jack (y quizás Joao, en algún punto), también actuarían de esa forma cuando llegaran a esa edad. Empezarían a buscar más independencia y pasarían más tiempo con amigos que con su familia. No quería sofocarlo, así que se limitaba a preguntar cómo había ido su día.
A Hakan le incomodaban sus preguntas, pero contestaba con sinceridad la mayor parte del tiempo. Sus días constaban de escuchar a profesores aburridos y jugar fútbol después de clases con sus amigos del antiguo instituto. Otras veces pasaba de jugar fútbol, e iba directamente a casa de su “futura esposa”.
Esta denominación imaginaria había sido la única forma de reconciliar las tensiones que yacían dentro de él, debido a la clandestinidad de su relación. Llamaba la atención que entre más días pasaban, más fácil era normalizar el vínculo que les unía.
Su parte favorita de sus visitas era cuando ambos se sentaban en el sofá a ver televisión. La primera vez que ella lo había sugerido, él estaba tan nervioso y amilanado que no había sido capaz de verle a la cara, y su torpeza no había tenido comparación. Además, su inseguridad aumentaba cuando la tela de su pantalón apretaba. Ella había sido paciente cada vez, indicándole con detalle cómo comportarse justo como le gustaba.
Con el tiempo, podía pasar horas enredado entre sus piernas, delineando su increíble figura, y acaparando sus labios. Había límites a lo que podía hacer y hasta donde podía tocar, pero para él era como el mismísimo paraíso. Había aprendido las enseñanzas del Islam, pero desde su corta experiencia le costaba imaginar una sensación más sublime que la de desear como nunca había deseado nada en la vida, y ser correspondido.
La adoraba, tanto que cuando estaba junto a ella, olvidaba por completo la nostalgia de estar en un lugar que a duras penas podía llamar “hogar”.
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No meterse en peleas era más difícil de lo que había pensado. No le agradaba que se metieran con él, y odiaba que le llamaran “cobarde” por evitar confrontaciones físicas para no terminar expulsado. Su padre había sugerido que intentara una extracurricular popular, como rugby, para hacer nuevos amigos. “El poder está en los números”, era lo que había dicho.13/38
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Por mucho que le disgustase admitirlo, el viejo tenía toda la razón. Pero, no fue hasta que su madre le sugirió intentar lucha, ya que era lo más cercano al yağlı güreş, que solía practicar con sus amigos en Turquía, que Hakan se inscribió a esta extracurricular. Las técnicas y el objetivo eran distintos, pero era lo más semejante que había disponible.
Desde entonces, sus días pasaban entre la escuela, la cancha de fútbol y sus prácticas de lucha. Los resultados no fueron inmediatos, pero poco a poco empezó a llevarse mejor con sus compañeros de clases. A quienes no les agradaba, evitaban meterse con él porque era “más músculo que cerebro”. Quienes se daban la oportunidad de conocerlo, se daban cuenta que era un chico como cualquier otro. Algunas chicas iban a animarlo, pero él nunca les prestaba atención porque no estaba interesado en ellas.
Lo cierto era que las luchas le ayudaban a lidiar con no poder visitarla, porque su esposo había vuelto para quedarse algunas semanas. Nada como imaginar la cara de su esposo en el contrincante para concentrar todo su poder destructivo, y reducir la posibilidad de perder.
Quería era crecer. Ser mayor y más fuerte. Dejar de ser un “niño” y ser independiente de verdad. Graduarse y trabajar, darle la vida que se merecía. Una vida en la que no tuviera que trabajar, sino que todo su tiempo estuviese dedicado a criar a sus hijos.
…Ok, estaba yendo muy lejos. Creía que podía quererla, aun si no quería tener hijos. Total, los niños eran un fastidio y no podía contar con que todos fueran como Jack.
Reformulando, quería era crecer, ser mayor y más fuerte, dejar de ser un “niño” y ser independiente de verdad, graduarse y trabajar, darle la vida que se merecía, sin el constante estrés del trabajo o un esposo que claramente no la hacía feliz.
16: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que has ido.
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En medio del cumpleaños de Joao, Hakan tomó la decisión sin precedentes de rechazar una de sus invitaciones. Pensaba que iba a comprender que no podía escapar en medio de la celebración. Hakan se despreocupó, creyendo que todo había ido bien porque recibió un “Ok”.16 ½
Habían salido a un restaurante muy llamativo, inspirado en algo llamado “Harry Potter”. En general, no entendía ni paja de lo que hablaban Joao y Jack, pero disfrutó la jornada riendo de sus caras de emoción. También, cuando llegó el momento de soplar las velas, y Joao se enojó porque él las había apagado todas. Entre risas y conversaciones animadas, era la primera vez que se sentía parte genuina de esa familia.
- Spoiler:
Sin embargo, pasaron varios días sin recibir ningún mensaje. Era obvio que algo iba muy mal, cuando tampoco le respondía ni los mensajes ni las llamadas. Estaba ignorándole a propósito, y sabía a la perfección cuál era la razón de su enojo.
Hakan intentó por todos los medios a que le perdonara; fácil recaer en viejos hábitos de extenuación, melancolía y hierba.
16.5: Cuéntame sobre la mejor fiesta a la que no fuiste.
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– ¿Vas a una fiesta?16 ½
Hakan estaba más dormido que despierto, abrazado su cintura con apego. Había asentido, sin darle mayor importancia a que revisara los mensajes de su celular. No tenía nada que ocultar. La fiesta en cuestión iba a ser más tarde, y se suponía que estaría buenísima a juzgar por la fama que tenía. Él no bebía alcohol, pero eso nunca había sido un obstáculo para disfrutar las fiestas a las que iba. Siempre llegaba el punto donde todos perdían la memoria, y le hacía gracia cuidar gente ebria porque era divertido tener material de extorsión, aunque nunca lo usara para nada particular.
– ¿No preferirías quedarte conmigo? –La pregunta le tomó por sorpresa, pero no tuvo el valor de decirle que tenía muchas ganas de ir. Volvió a asentir, acercándose más a ella. Pronto se quedó dormido, entre las caricias que le daba en el cabello y el mismo sopor de la noche.
Nunca se enteró de los mensajes que le habían escrito preguntando por qué no estaba allí.
17: Cuéntame sobre la persona de la que quieres ser amigo/a.
Le habría gustado ser amigo de Hanna, lástima que sus gustos fuesen demasiado parecidos.
18: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Estaba sentado en la oficina del rector por intentar una broma que había visto en sus películas favoritas.
En su opinión, no había nada de malo en hacerle creer al más feo de la clase que tenía una novia que le dejaba notas, si hasta parecía feliz y todo. Estaba haciendo el trabajo de Alá.
Lo de esconder cigarros sería más difícil de justificar.
19: Cuéntame algo que pasó en secundaria.
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Empezar desde cero en una escuela llena de personas que hablaban un idioma distinto al suyo había sido la peor experiencia. Las clases eran difíciles, se sentía estúpido y nadie se acercaba a hablar con él. Quizás era su expresión miserable, o las excusas que ponía para no tener que hablar en el inglés quebradizo que poco o nada era posible entender.14 ¼
Quizás tendría que haber escuchado a su mamá cuando le recordaba que debía practicar, si lo que quería era poder comunicarse con las personas que frecuentaría. Por ende, cuando le llamaba a preguntarle cómo iba todo, omitía ese detalle.
Odiaba cuando se ponía en ese plan de “te lo dije”.
Tampoco era capaz de revelárselo a su “nueva” familia, porque seguramente le juzgarían en silencio y en todo caso él no quería ayuda de ninguno de ellos. Primero iba su orgullo de hombre autosuficiente, y eso significaba que debía enfrentarse a los problemas por su cuenta.
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Después de haberle partido la cara a aquel idiota, su madrastra estaba muy descontenta y su padre no se iba a apiadar de él. La sentencia era clara: Estaba castigado hasta nuevo aviso. Todavía no sabía qué iban a hacer con él, pero tenía neuronas suficientes para saber que volvería pronto a Turquía. Estaba bastante satisfecho con eso, a pesar de que le intimidaba la reacción de su madre. Estaba aterrorizado, pero estaba seguro que tarde o temprano lo superaría.9/38
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Con todo y eso, había algo que necesitaba hacer con urgencia, y después de que estuviera hecho, le importaba poco si no volvía a ver el sol hasta que llegara el taxi que lo llevaría al aeropuerto. Por tal razón, saltó por la ventana de su habitación, y después de torcerse un tobillo al aterrizar, cojeó hasta la casa de su vecina.
Sentía que le debía una explicación, pues ella era la única que siempre había estado dispuesta a escucharle. Las despedidas eran una mierda, pero a Hakan no se le ocurría un mejor momento para ello. Por tal razón, timbró a la puerta, y cuando ella le abrió, Hakan se sintió mejor, pero a la vez algo abatido.
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Al cruzar el umbral de su puerta, nunca esperó escuchar algo semejante a “yo te extrañaría”, o que ella se inclinara y le diera un beso. 10/38
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Una mano sobre su muslo, y una especie de emoción petrificante.
Una erección involuntaria, y la sorpresiva iniciativa de “ayudarle” con ello.
Hakan no salía de su estupor, aún cuando ya se había “venido”, y ella pasaba sus dedos entre su cabello para volver a besarle.
“No te vayas”, le había pedido, y él no fue capaz de negarse, por mucho que aquello se sintiera como lo más inapropiado que había hecho en toda su vida y que hubiese odiado la mayor parte del último año.
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Por más que lo intentara, no podía dejar de pensar en lo que había pasado y tampoco estaba seguro de cómo debía sentirse. Tal era su estado de agitación, que ni siquiera podía concentrarse en el momento de la oración.11/38
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En sus pensamientos, todo giraba alrededor del anillo de matrimonio que ella siempre usaba. Sabía que estaba a punto de cometer un delito muy grave, y sin embargo le hacía falta entereza suficiente para rechazarla. No podía traicionar su confianza o sus sentimientos, cuando desde un principio él era quien se había negado a bajar la mirada y restringir sus deseos. Era un secreto que le debía, y él no planeaba incumplir su palabra.
Pero era difícil, y cada día que pasaba se sentía más ahogado por sus decisiones. No podía contarle a nadie, así que era agotador decidir si quería que predominara el revoltijo que tenía en el estómago o esta parte de él que le reclamaba y preguntaba por qué estaba de tal humor, si era afortunado al haber conquistado la atención de semejante mujer. No podía actuar como un estúpido cobarde cuando esto era lo mejor que alguna vez le había pasado.
Además, ella insistía en que no habían hecho nada malo, y por su propia sanidad, él decidió creerle.
20: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
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Había decidido no volver a llorar. Desde esa vez, sentado sobre aquel andén, con los sentimientos a flor de piel y el corazón desmoronándose, había determinado que no solucionaría nada con lágrimas. Es más, esa reacción solo le hacía más patético y débil, características que ninguna mujer querrían en un hombre de verdad. No era de extrañar que ella hubiese actuado de esa forma, si él no había hecho otra cosa que exigir derechos inexistentes.16 ¼
No la merecía, y se había ganado que le tratara de esa forma.
En ocasiones, deseaba poder contarle a alguien diferente sus problemas. Antes se había conformado con solo tenerla a ella, pero ahora se daba cuenta de que no era suficiente.
Era tan difícil.
Quería saber si era normal sentirse como si le estuvieran aplastando el pecho todo el tiempo, o por lo menos distraerse para no ahogarse en sentimientos de odio y lástima por sí mismo. Ni siquiera podía pasar tiempo con Jack o Joao, porque solían preguntarle si estaba bien, como si no fuera capaz de disimular lo que le sucedía.
Incluso, ese día le habían suspendido de lucha, por perder el control y usar movimientos no permitidos contra un adversario. Intentó juntarse con sus amigos para jugar fútbol, pero le habían mandado directo a la banca porque su concentración estaba por el piso. Sin embargo, eso era lo mejor que podría haberle pasado, pues a su lado había otro chico que le ofreció de lo que estaba fumando.
Un par de caladas le habían dado la paz que tanto había deseado.
Aunque estaba suspendido de los enfrentamientos, Hakan tenía acceso al equipo para entrenar. Era mejor para él, pues los sacos no sangraban y no debía contenerse. Se quedaba hasta el momento de cerrar, cuando los músculos no le daban más, y caminaba hasta donde sus buenos amigos, que le ayudaban a comprar la hierba que tanto necesitaba.
Sin embargo, nunca se quedaba por mucho tiempo. Era desgastante escuchar a sus amigos charlar casualmente sobre sus novias y las citas que tenían, temas que se le antojaban ajenos. Cuando llegaba a casa, con los ojos rojos, y el mundo alterado, lo único que restaba era darse un baño y caer sobre su cama hasta el día siguiente.
Era una rutina necesaria.
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No estaba listo para verla. Sin embargo, su madrastra había organizado otra reunión con sus amigas. Ella estaba allí, en el jardín, con un encantador vestido blanco que le llegaba a las rodillas. Lo último que quería era acercarse, pero la empleada parecía tan ocupada que cuando le pidió el favor de que llevara los entremeses, él había aceptado sin pensar.27/38
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Su actitud era justo como la esperaba, tan distante e indiferente como siempre. Había tanto que le estaba pasando por la cabeza, pero se limitó a suspirar y luego sonreír, como esperaban de él, cómo habría actuado si nunca en su vida se la hubiese cruzado.
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Cuando le llamó, consideró no responder, pero al final tomó el celular entre sus manos. “Te extraño”, dijo con voz triste, y se sintió culpable por haber ignorado sus mensajes.28/38
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“Lo siento”, intentó disculparse, aunque no sabía exactamente por qué.
21: Cuéntame sobre la(s) vez(ces) que decepcionaste a alguien.
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“Necesito un teléfono celular”, había comentado con frustración un día, tirado sobre la grama después de un emocionante partido 1 contra 1 con Jack. No supo que le sobrevino, pero tuvo que decirlo. Jack, como el niño curioso que era, de inmediato preguntó por qué. 15 ¾
Hakan se arrepintió de haberlo dicho al escuchar la pregunta del rubio, que le miraba fijamente, esperando su respuesta. Decirle la verdad estaba fuera de cuestión, así que optó por la segunda mejor opción: No es de tu incumbencia. Las palabras le salieron más crudas de lo que esperó, y Jack enseguida cambió de expresión.
Sin embargo, lo que buscaba era mantenerle alejado de sus asuntos, así que no se retractó. Jack no podría entender ni una fracción de los problemas que no lo dejaban dormir, y que incluían la necesidad de un teléfono celular para saber cómo se encontraba la mujer de la que estaba perdidamente enamorado.
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Su plan para el siguiente fin de semana era salir a acampar con su padre y Jack.
“Me alegra que te lleves bien con tu hermano, pero quiero que te quedes conmigo”, le escuchó decir. Hakan levantó la mirada para observarla y, allí sentada, sonriendo y deleitándose con su desnudez, redescubría lo difícil que era decirle que no.
“No puedo ir, olvidé que tenía un compromiso con los chicos de la escuela”, mintió. Ese fin de semana fue incapaz de salir de debajo de sus sábanas.
Después del viaje, lo único que Jack comentó fue un "Realmente me habría gustado que vinieras con nosotros".
Fue inevitable sentirse culpable.
22: Cuéntame sobre tu mayor temor.
–Si he de decirte la verdad, sí me he enamorado. Pero, estoy convencido de que no es un sentimiento hecho para mí. –Hakan aplastó el cigarro contra el cenicero, al tiempo que sacaba otro para encenderlo.
–Esas son patrañas.
–Hye, cuando no tienes suerte, simplemente no la tienes. –Por un segundo, a Hye le dio la impresión de ver vulnerabilidad en los ojos del otro. Parecía estar recordando algo terriblemente nostálgico, pero así como aquello apareció, volvió a desaparecer.
– ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?
–Parecías… Nostálgico. –La reacción del otro fue reírse de su intuición; pero, de alguna forma, esa reacción afirmó la veracidad de su impresión.
–Me has descubierto. Tengo un antojo brutal de kebab.
¿Sabes? Todas las personas tienen una alma gemela. Seguro hay alguien por ahí para ti. –Hakan rodó los ojos e hizo una expresión aburrida, no quería escuchar lo que le seguía a eso.
–Por supuesto. –Respondió, sarcástico. Porque, no era que le molestara la idea de tener una alma gemela, sino el hecho de tener que probar montones de veces con personas distintas para tratar de encontrarle. Nadie le podía decir que no era una mierda creer haber encontrado su alma gemela y enterarse de que esa persona no lo era, y que sólo le estaba usando bajo fines totalmente egoístas. Si volvía a cometer ese error, entonces ya no podría vivir consigo mismo. Entonces, prefería no arriesgarse.
Por tal razón, en ese tipo de asuntos, la honestidad le parecía la mejor política. Si le necesitaban para divertirse un rato o fingir haber superado emocionalmente a otra persona, él no tendría mayor problema siempre y cuando eso estuviese claro desde un principio. Porque sería una verdadera mierda tropezarse con la misma piedra dos veces.
Ya sabía que tragarse su personalidad era algo prácticamente imposible, pero prefería mostrarse tal como era antes de engañar a alguien más con la ilusión de una persona que no existía. Él era frívolo, muchas veces deshonesto y otras más demasiado honesto. No servía de nada enamorar a alguien más con una proyección de sí mismo, si sabía que las personas se cansan de mentir, sin evaluar las consecuencias de sus acciones pasadas.
(Sin embargo a veces le inquietaba pensar que se quedaría solo para toda la vida).
23: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
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Tenía 16 años y unos cuantos meses, y nunca habría imaginado que unas cuantas palabras podrían doler tanto.16 ¼
Había vuelto a pedirle perdón, a prometerle que no lo arruinaría, a jurar que se desprendería de sus patéticos sentimientos. En sus palabras, “tenía que estar dispuesto a abandonar sus ridículos caprichos infantiles”.
Se obligó a observarle a los ojos con suficiente desinterés para pretender que aquello no le había importado, porque él no era un niño. Sin embargo, ella le devolvió una expresión burlona, señalando con diversión las grietas de su fachada.
24: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
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A los pocos días, se volvieron a ver. Ella le había besado, pero él ya no se sentía igual. 16 ½
La seguía amando, pero ya no esperaba nada de su parte. Le bastaba con ser suyo.
Aunque eso no fuera mucho, porque él no era mucho.
–Te aprecio aunque seas un chiquillo enamoradizo. Lo sabes, ¿no es así? –Entonces, ella sonrió por primera vez desde aquel episodio y Hakan olvidó como por arte de magia el malestar que sentía en ese momento.
25: Cuéntame sobre tu ex mejor amigo/a.
Cuando volvió a Turquía, resultó que su mejor amigo se había mudado.
26: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Encerrarse a morir. La única persona que puede verlo enfermo es su mamá.
27: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Nunca ocultó que el cabello largo y lacio de Hyoo era la fuente principal de su atracción.
28: Cuéntame sobre tus fetiches.
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– Quiero hacer un trío.16 ¾
Hakan estaba en contra de la idea, pero negarse no era una opción. Tendría que disimular el asco absoluto que le causaba ver a otro tipo, más grande y más fuerte, tocando su piel y penetrándola una y otra vez. Había renunciado a poseerla, pero nunca se habría imaginado tener que verla así, abriéndose de piernas frente a otro hombre.
Como si aquello no hubiese sido suficiente, se le ocurrió la magnífica idea de cuán excitante sería verlo haciéndole una mamada al desconocido. Sonrió amargamente, recordando sus desesperadas palabras. Haría lo que sea, hasta meterse una polla en la boca.
El tipo no tuvo ninguna consideración con él después de asegurarse sobre su edad, tomándole con firmeza del cabello, guiándole con brusquedad hasta que terminó tosiendo violentamente debido a las arcadas y las ganas de vomitar.
29: Cuéntame sobre las cosas que te excitan.
Si le permitían ser exigente, un buen par de tetas y/o lindas piernas.
Sin embargo, ya que es un hombre saludable y con mucha imaginación, solo hace falta disposición para trabajar con cualquier cosa.
30: Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas.
Demasiada conversación.
31: Cuéntame sobre lo que crees es la muerte.
¿El descanso eterno?
32: Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia.
Tenía buenos recuerdos de la praia marinha en Carvoeir. De vacaciones en la playa, era de esas pocas ocasiones en las que podía acercarse al hombre que había suministrado la mitad del contenido celular que le había dado la vida.
33: Cuéntame qué haces cuando estás triste.
Si está triste, deja de estarlo con ayuda de los tres jinetes esenciales de la vida: Drogas, comida y sexo.
34: Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido.
Una vez le mordieron el pene. Le partió la cara al desgraciado.
35: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
Estaría bueno dejar de ser tan malnacido, pero cuál sería la gracia de eso.
36: Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos.
Durante un tiempo se guardó lo mucho que le gustaban las novelas turcas. También le agradan los tés que hace Joao, pero nunca los pide, solo acepta cuando se lo ofrece.
37: Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado/a.
A lo mejor lo de Hyoo solo era un reflejo de sentimientos demasiado engranados en su memoria.
38: Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas.
Propuesta Indecente de (su primo) Romeo Santos, para todos aquellos que han tirado con él. (¿)
39: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
Casarse por conveniencia es la mejor opción.
40: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
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La próxima vez que la volvió a ver, estaba sola y él estaba aburrido. No había cambiado de opinión, pero se le había acabado el efectivo y eso significaba que no podía conseguirse una puta regular.17 ¾
Si lo que solían hacer era tirar, no imaginaba que rechazara la idea. Claro que ahora era diferente, pues no era tan estúpido como para no saber diferenciar sus sentimientos de sus necesidades. Ella le aceptó con los brazos abiertos, pero las cosas no fueron como imaginó.
No hubo preliminares, y habían acabado poco después de que Hakan aprisionara sus brazos y le empujara contra la superficie sólida más cercana. Cuando se vino, después de penetrarla en repetidas ocasiones, y regando su semilla sobre su abdomen, procedió a acomodarse sus pantalones e irse.
Estaba enojada, y Hakan sonrió de medio lado, encogiéndose de hombros. –Sin sentimientos, ¿no era eso lo que querías?
De camino a casa, recordó su mirada de profundo resentimiento, y una parte dentro de él se contentó. Esa era una mirada que nunca había visto en todo ese tiempo, y no podría haber pensado que sería tan satisfactoria.
La seguía queriendo, pero ya que nunca le correspondería, pensaba que no estaba tan mal que ahora le despreciara. Nunca podría odiarla, porque él no era ningún malagradecido.
Gracias a ella ya no era un niño.
Hakan Santos
El más gross
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por Assim Al Saud Lun Ene 07, 2019 9:25 pm
1. Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita
Quería un romance duradero y real. Como en The Notebook.
2. Cuéntame sobre tu primer beso.
Gustaba de Lanai y ella gustaba de él. Pero al entrar al armario a jugar siete minutos en el cielo, lo hizo con Sophia Wilson. Ella venía de California y decían que besaba con lengua.
¡Y si lo hacía!
3. Cuéntame de la persona que hayas querido más intensamente de forma romántica.
“…El reciente campeón de surf Nakoa Kanaʻina no pudo romper su propio record en la Fiji pro, pero se lleva consigo por segundo año consecutivo la copa y también”
Noah cambió la televisión. Al canal siguiente del Fox Sport un vídeo musical protagonizado por un muchacho.
Un fugaz recuerdo lo llevó a recordar a Dante y sus numerosos ensayos de baile. Y aunque el chico no compartía ningún rasgo con Dante, una punzada en la boca del estómago le hizo rememorar el tiempo que fueron novios.
4. Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho
—Nakoa ¿nombre indígena?
—Duh, claro que lo es. Es prueba viviente de que existieron cavernícolas en Hawái.
—Entonces ¿eres un troglodita?
—¿Lo eres? Porque mi mamá dice que los indígenas de Hawái son trogloditas.
Hasta ese día, Nakoa no había reparado en lo oscura que era su piel. En lo espeso de su pelo negro y porque su nombre era diferente al de sus compañeros.
—¡Pueden decirme Noah!
5. Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños
—¿Lo sientes, Nakoa?
Mamá lo sostenía sobre su tabla, tan confiada de que nada sucedería que le permitió avanzar hasta el otro extremo aun si su hijo de cuatro años aun no aprendía a nadar del todo bien.
Tocó el agua, traslucida y pacífica.
—El agua es vida ¿listo para sentirla correr a través de tu cuerpo?
El mar infinito se proyectaba desde el otro lado, con las suaves olas golpeando la tabla. El sol aparecía en un cielo que teñido de rojo y naranja, se transformaba lentamente en azul.
Quería quedarse allí para siempre.
6. Cuéntame sobre tu peor cumpleaños
—Joe Carter ¿te acomoda decirme Joe?
Noah se alzó de hombros. Imaginó a su padre muchas veces y ninguna de ellas había acertado a la figura que tenía delante de él.
—A mí puedes decirme Noah.
Imaginaba a su madre, Kiannah lo había engendrado en una maravillosa aventura por las islas de Hawái; de la mano de un hombre que representara a todos los espíritus libres de la tierra.
No a ese abogado de cabello engominado hacía atrás.
—Joe ¿te gusta surfear?
—¡No, por Dios! Lo detesto.
Desde entonces, odia los largos silencios.
7. Cuéntame sobre tu mayor inseguridad
—¡Eres perfecto para nuestra publicidad! Pero ¿Crees que podrías tinturarte el cabello? Ya sabes…a los extranjeros les encanta ver a los hawaianos rubios.
Tocó uno de sus largos mechones negros y se alzó de hombros. No perdería otro empleo por no tener el cabello rubio.
8. Cuéntame sobre qué estas más orgulloso/a en tu vida
—¿Y cómo te fue? — Noor estiró la cabeza viendo como Noah arrojaba su chaqueta sobre la mesa y se balanceaba sobre la hamaca de la sala.
—Increíble. Era súper sexy…ya sabes, de esas que me gustan un montón.
—¿…Pero?— Tomando asiento en la alfombra y las almohadas, Noor esperó más detalles de parte de su amigo y su primera cita tras el quiebre de su noviazgo.
—Pero esperaba que dejara de vivir con mi mejor amiga porque las lesbianas no me hacen bien.
Una risa que suplantaba a las lágrimas por escuchar tremenda estupidez retumbó por toda la casa.
Noah estaba orgullo de muchas cosas. De su habilidad en el surf, de su respeto a la vida y la naturaleza, pero sobretodo, estaba orgulloso de que Noor fuese su amiga. Era parte de su familia y nadie podía ocupar un lugar más importante.
—En fin, como dicen los antiguos hawaianos…Maui es el paraíso de las tetas. Donde pierdes un par, encuentras otro.
9. Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan
Sus tatuajes. Ninguno estaba allí porque si. Cada uno tenía un momento importante, una persona valiosa o una lección aprendida.
10. Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido
Molestarse no estaba en él. Noah era un chico pacifico que buscaba evitar los conflictos. Solía intervenir en discusiones ajenas, tranquilizar a las personas y cantar una vez ya todos eran amigos.
Y lo escuchó.
Ya no era su problema. Había terminado con Dante hacía meses, pero allí estaba en el lugar y momento equivocado. Sentado en la mesa contigua de ese bar, bebiendo y fumando sus problemas.
—Voy a romperle las piernas a ese hijo de puta. Dante se cree el dueño del maldito escenario...
Fue como si algo dormido durante años acabara de despertar. Cual volcán en erupción, Noah se abalanzó sobre las mesas y sillas, asestándole al sujeto tantos golpes como le fueron posibles.
—¡Atrévete! Tócale un pelo y volveré a terminar de romperte todos los dientes.
Al final resultó ser que el chico hablaba más por sentimiento de frustración que por querer cometer tal crimen de verdad.
Aun así, Noah no se disculpó.
11. Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Le sentó terrible despertar y ver que no estaba domando la ola más grande del mundo.
12. Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido
—¡NOOR! ¡Tócame y dime que no estoy gordo!— no que a Noor le provocase placer aquella petición tan desesperada, pero en vista de que estaba al borde de las lágrimas…
—Todo muy firme. Pero por hoy…no fumes más hierba.
13. Cuéntame sobre la primera vez que te acostaste con alguien, o cómo te imaginas que será.
Tenía catorce años y ella era la maestra de biología.
Noah ni siquiera entendía de qué iba biología, pero ¡oigan! Le traía gustando la maestra desde que había ingresado a lo que sería su último año de estudios voluntarios.
14. Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
—Woooow ¿¡y dónde está la torre de Pisa!?
—Noah, por el amor de Dios, estamos en Roma.
—Ah… ¿y dónde está la torre de Pisa entonces?
Dante sostuvo el puente de su nariz, enrojeciendo porque su novio era un imbécil, pero además…era un imbécil delante de sus padres.
15. Cuéntame sobre algo que pasó en primaria
—¡Ahhh! ¡AHHH! ¡A tatatatatatata! ¡AYYY!
Y por las patillas, el papá de su novia lo sacó del dormitorio y lo largó a la calle prohibiéndoles volver a salir juntos.
—¡Se lo juro, casi no le toque los pechos!
¡Si no los tenía!
16. Cuéntame sobre algo que pasó en secundaria
—¡No! No, no, no, no, no dispare. No hay necesidad de recurrir a la violencia.
Noah alzó ambas manos, dejando su entrepierna al descubierto con el caño de un rifle apuntando justo sobre su cabeza.
Salió en pelotas, pitando del dormitorio de su novia y prometiendo no volver a meter su mano debajo de su sostén hasta que fuese mayor de edad.
17. Cuéntame algo que pasó en preparatoria
—¡Te lo juro, cariño! No sabía que era ¡AY! ¡Ahh! Oush cariño, no sabía que era tu hermana. Te lo juro ¡Agggggggggggg!
Nunca imaginó que dolería tanto que golpearan su cabeza con un alisador de pelo.
18. Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien
Era tan poco para Dante que, se le hizo muy fácil cortar la relación.
Era un sujeto decepcionante…sin nada bueno que ofrecer.
Nadie vivía de amor. Pero por un segundo…un hermoso segundo, pensó que sí.
19. Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho
[No llores porque terminó, sonríe porque ocurrió.]
Noah no creía tener nada en común con aquel hombre que decía ser su padre. Detrás del traje, la corbata y la mirada seria, era un sujeto de temple calmado que sabía qué decir y cuándo decirlo.
20. Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo
Fumar hierba jejeje
21. Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más
Pese a todo, lo que más le gustaba de Dante era su sonrisa. No existía algo más puro y bello que una sonrisa que viniera desde lo profundo del alma.
22. Cuéntame sobre tus fetiches
Era un hombre normal de gustos mundanos. Hasta que tuvo su primer novio y le agarró gusto a la sumisión.
23. Cuéntame sobre las cosas que te excitan
Lencería femenina en un cuerpo masculino bien trabajado.
Maldita sea…
24. Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas
—¿Quieres tener hijos?
Bueno eh…….adiós
25. Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia
Halau, la primera escuela de baile hula a la que asistió. Al oeste de Oahu, donde entrenaba como un guerrero para poder bailar.
Aun recuerda como escalaba los cocoteros, con las manos desnudas y los pies atados.
Allí conoció lo que significaba Aloha…
26. Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido
Cayó, la tabla se partió y los pedazos desaparecieron en el aire. Noah esitró los brazos buscando aferrarse a lo que fuera. Su cuerpo se azotó contra el mar y el ruido que hizo fue el de un hombre rompiéndose contra el pavimento. La ola de varios metros cubrió su espalda y lo dejó inconsciente.
27. Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer
¿Se podía dejar de ser tan estúpido? Como odiaba ser un retrasado…
28. Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos
¿Tiene secretos?
29. Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado
Es que Gise era tan hermosa que Noah pensó que estaba enamorado. Esta vez era de verdad (?)
30. Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas
¡MOANA ERA IGUAL A MAMÁ!
“Cuán lejos voy” se parecía a su madre…llevándole la contraria hasta a las fuerzas de la naturaleza por hacer lo que se le daba la regalada gana.
31. Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido antes
No era buena idea tatuarse el nombre de un ex.
No entendía una mierda de La divina comedia de Dante Alighieri ¿cuándo se ponía gracioso el libro?
32. Cuéntame sobre el final de algo en tu vida
Honrando a sus antepasados, se convirtió en uno de los miembros más activos de Ka Lahui Hawaii y dedicó su vida al turismo aventura. Le gustaba educar en base a la experiencia. Si alguien deseaba cuidar a la naturaleza, primero debía sentirla.
Para no olvidar las enseñanzas de su madre, plantó hisbiscos en el jardín…de todos los colores que pudo obtener.
Les costaba ponerse de acuerdo. De hecho, rara vez estaban de acuerdo. Discutían todo el tiempo y se desafiaban todos los días. Pero a pesar de sus diferencias, tenían algo en común. Estaban locos el uno por el otro.
Quería un romance duradero y real. Como en The Notebook.
2. Cuéntame sobre tu primer beso.
Gustaba de Lanai y ella gustaba de él. Pero al entrar al armario a jugar siete minutos en el cielo, lo hizo con Sophia Wilson. Ella venía de California y decían que besaba con lengua.
¡Y si lo hacía!
3. Cuéntame de la persona que hayas querido más intensamente de forma romántica.
“…El reciente campeón de surf Nakoa Kanaʻina no pudo romper su propio record en la Fiji pro, pero se lleva consigo por segundo año consecutivo la copa y también”
Noah cambió la televisión. Al canal siguiente del Fox Sport un vídeo musical protagonizado por un muchacho.
Un fugaz recuerdo lo llevó a recordar a Dante y sus numerosos ensayos de baile. Y aunque el chico no compartía ningún rasgo con Dante, una punzada en la boca del estómago le hizo rememorar el tiempo que fueron novios.
4. Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho
—Nakoa ¿nombre indígena?
—Duh, claro que lo es. Es prueba viviente de que existieron cavernícolas en Hawái.
—Entonces ¿eres un troglodita?
—¿Lo eres? Porque mi mamá dice que los indígenas de Hawái son trogloditas.
Hasta ese día, Nakoa no había reparado en lo oscura que era su piel. En lo espeso de su pelo negro y porque su nombre era diferente al de sus compañeros.
—¡Pueden decirme Noah!
5. Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños
—¿Lo sientes, Nakoa?
Mamá lo sostenía sobre su tabla, tan confiada de que nada sucedería que le permitió avanzar hasta el otro extremo aun si su hijo de cuatro años aun no aprendía a nadar del todo bien.
Tocó el agua, traslucida y pacífica.
—El agua es vida ¿listo para sentirla correr a través de tu cuerpo?
El mar infinito se proyectaba desde el otro lado, con las suaves olas golpeando la tabla. El sol aparecía en un cielo que teñido de rojo y naranja, se transformaba lentamente en azul.
Quería quedarse allí para siempre.
6. Cuéntame sobre tu peor cumpleaños
—Joe Carter ¿te acomoda decirme Joe?
Noah se alzó de hombros. Imaginó a su padre muchas veces y ninguna de ellas había acertado a la figura que tenía delante de él.
—A mí puedes decirme Noah.
Imaginaba a su madre, Kiannah lo había engendrado en una maravillosa aventura por las islas de Hawái; de la mano de un hombre que representara a todos los espíritus libres de la tierra.
No a ese abogado de cabello engominado hacía atrás.
—Joe ¿te gusta surfear?
—¡No, por Dios! Lo detesto.
Desde entonces, odia los largos silencios.
7. Cuéntame sobre tu mayor inseguridad
—¡Eres perfecto para nuestra publicidad! Pero ¿Crees que podrías tinturarte el cabello? Ya sabes…a los extranjeros les encanta ver a los hawaianos rubios.
Tocó uno de sus largos mechones negros y se alzó de hombros. No perdería otro empleo por no tener el cabello rubio.
8. Cuéntame sobre qué estas más orgulloso/a en tu vida
—¿Y cómo te fue? — Noor estiró la cabeza viendo como Noah arrojaba su chaqueta sobre la mesa y se balanceaba sobre la hamaca de la sala.
—Increíble. Era súper sexy…ya sabes, de esas que me gustan un montón.
—¿…Pero?— Tomando asiento en la alfombra y las almohadas, Noor esperó más detalles de parte de su amigo y su primera cita tras el quiebre de su noviazgo.
—Pero esperaba que dejara de vivir con mi mejor amiga porque las lesbianas no me hacen bien.
Una risa que suplantaba a las lágrimas por escuchar tremenda estupidez retumbó por toda la casa.
Noah estaba orgullo de muchas cosas. De su habilidad en el surf, de su respeto a la vida y la naturaleza, pero sobretodo, estaba orgulloso de que Noor fuese su amiga. Era parte de su familia y nadie podía ocupar un lugar más importante.
—En fin, como dicen los antiguos hawaianos…Maui es el paraíso de las tetas. Donde pierdes un par, encuentras otro.
9. Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan
Sus tatuajes. Ninguno estaba allí porque si. Cada uno tenía un momento importante, una persona valiosa o una lección aprendida.
10. Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido
Molestarse no estaba en él. Noah era un chico pacifico que buscaba evitar los conflictos. Solía intervenir en discusiones ajenas, tranquilizar a las personas y cantar una vez ya todos eran amigos.
Y lo escuchó.
Ya no era su problema. Había terminado con Dante hacía meses, pero allí estaba en el lugar y momento equivocado. Sentado en la mesa contigua de ese bar, bebiendo y fumando sus problemas.
—Voy a romperle las piernas a ese hijo de puta. Dante se cree el dueño del maldito escenario...
Fue como si algo dormido durante años acabara de despertar. Cual volcán en erupción, Noah se abalanzó sobre las mesas y sillas, asestándole al sujeto tantos golpes como le fueron posibles.
—¡Atrévete! Tócale un pelo y volveré a terminar de romperte todos los dientes.
Al final resultó ser que el chico hablaba más por sentimiento de frustración que por querer cometer tal crimen de verdad.
Aun así, Noah no se disculpó.
11. Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
Le sentó terrible despertar y ver que no estaba domando la ola más grande del mundo.
12. Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido
—¡NOOR! ¡Tócame y dime que no estoy gordo!— no que a Noor le provocase placer aquella petición tan desesperada, pero en vista de que estaba al borde de las lágrimas…
—Todo muy firme. Pero por hoy…no fumes más hierba.
13. Cuéntame sobre la primera vez que te acostaste con alguien, o cómo te imaginas que será.
Tenía catorce años y ella era la maestra de biología.
Noah ni siquiera entendía de qué iba biología, pero ¡oigan! Le traía gustando la maestra desde que había ingresado a lo que sería su último año de estudios voluntarios.
14. Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
—Woooow ¿¡y dónde está la torre de Pisa!?
—Noah, por el amor de Dios, estamos en Roma.
—Ah… ¿y dónde está la torre de Pisa entonces?
Dante sostuvo el puente de su nariz, enrojeciendo porque su novio era un imbécil, pero además…era un imbécil delante de sus padres.
15. Cuéntame sobre algo que pasó en primaria
—¡Ahhh! ¡AHHH! ¡A tatatatatatata! ¡AYYY!
Y por las patillas, el papá de su novia lo sacó del dormitorio y lo largó a la calle prohibiéndoles volver a salir juntos.
—¡Se lo juro, casi no le toque los pechos!
¡Si no los tenía!
16. Cuéntame sobre algo que pasó en secundaria
—¡No! No, no, no, no, no dispare. No hay necesidad de recurrir a la violencia.
Noah alzó ambas manos, dejando su entrepierna al descubierto con el caño de un rifle apuntando justo sobre su cabeza.
Salió en pelotas, pitando del dormitorio de su novia y prometiendo no volver a meter su mano debajo de su sostén hasta que fuese mayor de edad.
17. Cuéntame algo que pasó en preparatoria
—¡Te lo juro, cariño! No sabía que era ¡AY! ¡Ahh! Oush cariño, no sabía que era tu hermana. Te lo juro ¡Agggggggggggg!
Nunca imaginó que dolería tanto que golpearan su cabeza con un alisador de pelo.
18. Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien
Era tan poco para Dante que, se le hizo muy fácil cortar la relación.
Era un sujeto decepcionante…sin nada bueno que ofrecer.
Nadie vivía de amor. Pero por un segundo…un hermoso segundo, pensó que sí.
19. Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho
[No llores porque terminó, sonríe porque ocurrió.]
Noah no creía tener nada en común con aquel hombre que decía ser su padre. Detrás del traje, la corbata y la mirada seria, era un sujeto de temple calmado que sabía qué decir y cuándo decirlo.
20. Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo
Fumar hierba jejeje
21. Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más
Pese a todo, lo que más le gustaba de Dante era su sonrisa. No existía algo más puro y bello que una sonrisa que viniera desde lo profundo del alma.
22. Cuéntame sobre tus fetiches
Era un hombre normal de gustos mundanos. Hasta que tuvo su primer novio y le agarró gusto a la sumisión.
23. Cuéntame sobre las cosas que te excitan
Lencería femenina en un cuerpo masculino bien trabajado.
Maldita sea…
24. Cuéntame sobre las cosas que te bajan las ganas
—¿Quieres tener hijos?
Bueno eh…….adiós
25. Cuéntame sobre un lugar que recuerdes de tu infancia
Halau, la primera escuela de baile hula a la que asistió. Al oeste de Oahu, donde entrenaba como un guerrero para poder bailar.
Aun recuerda como escalaba los cocoteros, con las manos desnudas y los pies atados.
Allí conoció lo que significaba Aloha…
26. Cuéntame sobre el mayor dolor físico que has sentido
Cayó, la tabla se partió y los pedazos desaparecieron en el aire. Noah esitró los brazos buscando aferrarse a lo que fuera. Su cuerpo se azotó contra el mar y el ruido que hizo fue el de un hombre rompiéndose contra el pavimento. La ola de varios metros cubrió su espalda y lo dejó inconsciente.
27. Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer
¿Se podía dejar de ser tan estúpido? Como odiaba ser un retrasado…
28. Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos
¿Tiene secretos?
29. Cuéntame sobre alguien con quien creías estar enamorado
Es que Gise era tan hermosa que Noah pensó que estaba enamorado. Esta vez era de verdad (?)
30. Cuéntame sobre una canción que te recuerde a ciertas personas
¡MOANA ERA IGUAL A MAMÁ!
“Cuán lejos voy” se parecía a su madre…llevándole la contraria hasta a las fuerzas de la naturaleza por hacer lo que se le daba la regalada gana.
31. Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido antes
No era buena idea tatuarse el nombre de un ex.
No entendía una mierda de La divina comedia de Dante Alighieri ¿cuándo se ponía gracioso el libro?
32. Cuéntame sobre el final de algo en tu vida
Honrando a sus antepasados, se convirtió en uno de los miembros más activos de Ka Lahui Hawaii y dedicó su vida al turismo aventura. Le gustaba educar en base a la experiencia. Si alguien deseaba cuidar a la naturaleza, primero debía sentirla.
Para no olvidar las enseñanzas de su madre, plantó hisbiscos en el jardín…de todos los colores que pudo obtener.
Assim Al Saud
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20151
por Assim Al Saud Jue Ene 10, 2019 3:46 pm
1. Cuéntame sobre la primera vez que viste tu película favorita
Era un consumidor de música por excelencia. Ignoraba la enorme gama de películas y series de televisión. Sin embargo…
Ahí era donde lloraban los hombres.
2. Cuéntame sobre tu primer beso
A los pocos meses de conocer a Robert, por motivos que no logra recordar, besó su frente.
Se pregunta por qué no lo ha olvidado.
3. Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
—¿Te quieres medir la pija conmigo?— Ronan dejó caer su pie sobre la boca de su estómago— Te tiembla el culo cuando te pueden devolver el golpe ¿ah que sí, hijo de la gran perra?
Un desaire y una mala palabra. El insulto de un desconocido hacía Robert y su maquillaje que hizo enloquecer a Ronan.
4. Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho
—Si a ti todo te vale tres tiras de verga, pues tú también me vales tres tiras de verga.
Luego de eso, no volvió a saber de su madre. Quien no podía importarle menos. Se lo había prometido. Lo había prometido ante su abuela: que intentaría aprender a quererla.
5. Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños
—Ronan ¿quieres cantar para mí?
Sonrío. Se sentó sobre la camilla, sosteniendo sus débiles manos y acariciando sobre las cientos de arrugas que le había dado la edad, pero sin borrar la suavidad que (sin falta) conseguía tranquilizarlo hasta donde se convertía en un niño otra vez.
—¿Sabes quién soy?— lo dijo sin más, temeroso de la respuesta.
—Mi nieto, mi Ronan.
6. Cuéntame sobre tu peor cumpleaños
—¡Arriba pequeñas mierdas! El maldito sistema de este país ha decidido mantener a la escoria con nuestros impuestos. Si yo debo pagar para que lacras como ustedes sigan respirando el mismo oxigeno que mis hijos, por lo menos me aseguraré de hacer su instancia un infierno.
Su primer día en el centro de reclusión juvenil había coincidido con el de su cumpleaños. Tampoco que le emocionara la fecha, pero esperaba hacer algo más en ese día además de tener una porra azotándole los muslos.
7. Cuéntame sobre tu mayor inseguridad
Era común en su madre desaparecer por largos periodos y fingir que todo era su maldita culpa. No sabía que había esperado de ella al verla regresar antes de que transcurriese un año de su partida.
—Haces sentir al mundo como si tuviese algo que ver con que tu vida sea una basura.
—No culpo al mundo. En realidad se resume a una persona y da la casualidad que está enfrente de mí.
Limpió las lágrimas antes de que estas cayeran. A diferencia de otras veces, no tomó su bolso ni dio un portazo al marcharse. Porque esta vez (según ella) no se marcharía.
O eso presumía. Porque Ronan sabía que se largaría.
Al cabo que todos se iban, por uno u otro motivo.
8. Cuéntame sobre que estas más orgulloso en tu vida
—Te concebimos sobre esta larga mesa— Escocia apagó el resto de habano sobre un viejo cenicero. Ante la asqueada expresión de su hijo, cuyos aportes sobre su pasado le interesaban tanto o más que los chicles pegados debajo de las mesas.
—Viejo, no quiero detalles sobre tu verga. Y pasó ¿tengo pinta de saber algo sobre administración?
Escocia sacó otro habano, lo encendió con tranquilidad y respondió con tal parsimonia que a poco Ronan se convenció de que le estaba viendo la cara.
—¿Tengo pinta de saber algo sobre paternidad? — Ante la negativa de su hijo, asintió con la cabeza y le apuntó con el dedo índice— Exacto. Y fui mejor padre de lo que pude imaginar que sería.
Ronan no interrumpió su discurso, muy si a su pesar ponía en duda cada palabra. Ya que ¿Aló? Sólo no era peor padre porque el de Robert le ganaba por montones.
—Entonces. No tengo caraja idea de administración, ni de cómo llevar un bar, pero ¿puedo hacerlo sólo porque me gusta beber?
—¡Bien dicho, muchacho!
Escocia podía ser muchas cosas, casi todas malas. No obstante, no se podía negar que tenía buen ojo para captar los talentos ocultos de las personas.
Vaya, si resultó ser un súper administrador.
9. Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan
Le agradaba su voz y por eso amaba cantar.
10. Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido
Lmao diariamente se gastaba una gran pelea.
11. Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido
Fue una mamada, pero de esas grandes mamadas. Vivía en un mundo de fantasía donde era el puto hijo de Thor. Era un cabronazo usando el garrote y lo impactaba sobre cráneos de monstruos, descargando a su vez, electricidad sobre estos.
Era tan bueno matando monstruos.
12. Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido
Aunque todo el sueño haya sido increíble, una parte…una pequeña parte lo convertía en una horrible pesadilla.
Robert lo había matado.
Traicionado por la única persona de la que no lo esperaba.
13. Cuéntame sobre la primera vez que te acostaste con alguien, o cómo te imaginas que será.
Un gemido deliró entre los labios enzarzados que se mantenían en una ridícula lucha por el dominio.
Ronan sabía que el cuerpo de Robert era delgado, pero hasta ese preciso momento no había reparado en que era más bien esbelto. Tenía un largo cuello, cubierto por cortinas de pelo en muchos colores. Sus manos que antes recorrían su espalda, se aferraban a esos mechones azules y violetas, mordiendo esos labios donde ya no quedaba nada del ChapStick, pero donde muy bien se mantenía el sabor dulzón.
La ropa que quedaba, comenzaba a sobrar conforme el calor iba en aumento. La ansiedad que los cuerpos tenían el uno del otro ya no era misterio para ninguno. Las manos rápidas y más experimentadas de Robert no parecían conocer pausas y pronto acorralaba a Ronan contra el borde de la cama. Hacerlo caer y terminar sentado a horcajadas, podía ser él el más endeble de carácter de los dos, pero era evidente que era quien mandaba.
14. Cuéntame sobre un viaje de vacaciones
—¿Recuerdas que una vez viste por la televisión una atardecer en San Petersburgo y dijiste que morías por estar ahí?
—Eh…No.
¡Era verdad! Robert no podía recordar haber mencionado aquello alguna vez. Si Ronan lo decía con tanta seguridad, así debía ser.
—Joder, entonces ¿para qué gasté dinero en boletos para ir Rusia?
Fuese que lo hubiese dicho o no, Ronan estaba a gusto con la expresión contenta de Robert.
15. Cuéntame sobre un momento en que fuiste muy feliz
—Ese chico es marica por ti— Escocia escupió aquello como si nada, junto al humo del habano que caía en toda la cara de Ronan.
—¿Quién? ¿Robert?—imitando la grosería, le regresó por tanda doble el humo y le sirvió un trago de Whisky para que dejase de hablar tantas porquerías por minuto— No seas ridículo.
Mentiría si dijera que en su momento, eso no le hizo muy feliz.
16. Cuéntame sobre algo que pasó en primaria
—Me llamo Ronan y soy tu vecino… ¿eres tonto o no sabes saludar?
Robert le estrechó la mano, aun muy tímido e inseguro de querer relacionarse con él o con cualquier otra persona de por ahí.
17. Cuéntame sobre algo que pasó en secundaria
—¿Crees que no tengo las pelotas para enchufarme esa madre?
Se drogó para probar agallas y nunca más se detuvo.
18. Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria
—Te acostumbras a que la gente se vaya— Escocia le sirvió un vaso de whisky y a continuación, sirvió otro más para él.
—Que fiaca ¿no? Vivir tanto…
Chocaron sus vasos y se sirvieron la botella completa.
19. Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien
Tenía once años y su abuela, desde el otro lado del salón, cabizbaja y avergonzada asentía con la cabeza a las palabras del director.
Al salir, guardó silencio hasta llegar a casa.
—Mañana buscaremos otra escuela.
20. Cuéntame sobre tu mayor temor
—Decker, no te vayas nunca.
Robert dejó de barrer y alzó las cejas.
—Perdón, no te escuche.
Ronan no se lo volvió a repetir.
21. Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó
—Ronan, cariño. Me iré por unos días. Dejé repleta la despensa. De todos modos hay dinero en el cajón de la cocina. Volveré pronto.
Vio a su madre salir a tropezones, con una maleta tan grande con más prendas de las que usaría en un par de días…
22. Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho
—Deja que te ayude.
Tomó las bolsas de las compras, sin permitirle a su abuela cargar ni con su bolso de mano. Al llegar a casa, le ayudo a subir las escaleras.
Si la cuidaba mucho, se quedaría para siempre.
—Eres un buen niño, Ronan. Un muy buen niño.
23. Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo
—¡Estoy bien! No necesito nada.
Y dando un portazo, se encerraba en su lecho de muerte a dormir hasta mejorar.
24. Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más
Un día se atrapó a si mismo fijándose demasiado en el pelo de Robert.
Y fue incómodo.
25. Cuéntame sobre lo que crees que es la muerte
Una chorrada…como todo.
26. Cuéntame qué haces cuando estás triste
Beber cuando está feliz, beber cuando está molesto, beber cuando esta triste…pfffffff
27. Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer
Con la jeringa entre sus dientes, ajustó la banda elástica alrededor de su brazo. Un pinchazo y adiós.
28. Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos
No era secreto que cuidase tanto de Robert. Lo que sí era secreto es que disfrutaba haciéndolo.
29. Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes
Algunos artículos de aseo con muy inflamables.
30. Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
Ronan alzó el puño al cielo. Dos malditos años de rehabilitación y por fin podía decir: fase de mierda superada.
Era un consumidor de música por excelencia. Ignoraba la enorme gama de películas y series de televisión. Sin embargo…
Recuérdame, hoy me tengo que ir mi amor. Recuérdame. No llores, por favor, te llevo en mi corazón y cerca me tendrás…
Ahí era donde lloraban los hombres.
2. Cuéntame sobre tu primer beso
A los pocos meses de conocer a Robert, por motivos que no logra recordar, besó su frente.
Se pregunta por qué no lo ha olvidado.
3. Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
—¿Te quieres medir la pija conmigo?— Ronan dejó caer su pie sobre la boca de su estómago— Te tiembla el culo cuando te pueden devolver el golpe ¿ah que sí, hijo de la gran perra?
Un desaire y una mala palabra. El insulto de un desconocido hacía Robert y su maquillaje que hizo enloquecer a Ronan.
4. Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho
—Si a ti todo te vale tres tiras de verga, pues tú también me vales tres tiras de verga.
Luego de eso, no volvió a saber de su madre. Quien no podía importarle menos. Se lo había prometido. Lo había prometido ante su abuela: que intentaría aprender a quererla.
5. Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños
—Ronan ¿quieres cantar para mí?
Sonrío. Se sentó sobre la camilla, sosteniendo sus débiles manos y acariciando sobre las cientos de arrugas que le había dado la edad, pero sin borrar la suavidad que (sin falta) conseguía tranquilizarlo hasta donde se convertía en un niño otra vez.
—¿Sabes quién soy?— lo dijo sin más, temeroso de la respuesta.
—Mi nieto, mi Ronan.
6. Cuéntame sobre tu peor cumpleaños
—¡Arriba pequeñas mierdas! El maldito sistema de este país ha decidido mantener a la escoria con nuestros impuestos. Si yo debo pagar para que lacras como ustedes sigan respirando el mismo oxigeno que mis hijos, por lo menos me aseguraré de hacer su instancia un infierno.
Su primer día en el centro de reclusión juvenil había coincidido con el de su cumpleaños. Tampoco que le emocionara la fecha, pero esperaba hacer algo más en ese día además de tener una porra azotándole los muslos.
7. Cuéntame sobre tu mayor inseguridad
Era común en su madre desaparecer por largos periodos y fingir que todo era su maldita culpa. No sabía que había esperado de ella al verla regresar antes de que transcurriese un año de su partida.
—Haces sentir al mundo como si tuviese algo que ver con que tu vida sea una basura.
—No culpo al mundo. En realidad se resume a una persona y da la casualidad que está enfrente de mí.
Limpió las lágrimas antes de que estas cayeran. A diferencia de otras veces, no tomó su bolso ni dio un portazo al marcharse. Porque esta vez (según ella) no se marcharía.
O eso presumía. Porque Ronan sabía que se largaría.
Al cabo que todos se iban, por uno u otro motivo.
8. Cuéntame sobre que estas más orgulloso en tu vida
—Te concebimos sobre esta larga mesa— Escocia apagó el resto de habano sobre un viejo cenicero. Ante la asqueada expresión de su hijo, cuyos aportes sobre su pasado le interesaban tanto o más que los chicles pegados debajo de las mesas.
—Viejo, no quiero detalles sobre tu verga. Y pasó ¿tengo pinta de saber algo sobre administración?
Escocia sacó otro habano, lo encendió con tranquilidad y respondió con tal parsimonia que a poco Ronan se convenció de que le estaba viendo la cara.
—¿Tengo pinta de saber algo sobre paternidad? — Ante la negativa de su hijo, asintió con la cabeza y le apuntó con el dedo índice— Exacto. Y fui mejor padre de lo que pude imaginar que sería.
Ronan no interrumpió su discurso, muy si a su pesar ponía en duda cada palabra. Ya que ¿Aló? Sólo no era peor padre porque el de Robert le ganaba por montones.
—Entonces. No tengo caraja idea de administración, ni de cómo llevar un bar, pero ¿puedo hacerlo sólo porque me gusta beber?
—¡Bien dicho, muchacho!
Escocia podía ser muchas cosas, casi todas malas. No obstante, no se podía negar que tenía buen ojo para captar los talentos ocultos de las personas.
Vaya, si resultó ser un súper administrador.
9. Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan
Le agradaba su voz y por eso amaba cantar.
10. Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido
Lmao diariamente se gastaba una gran pelea.
11. Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido
Fue una mamada, pero de esas grandes mamadas. Vivía en un mundo de fantasía donde era el puto hijo de Thor. Era un cabronazo usando el garrote y lo impactaba sobre cráneos de monstruos, descargando a su vez, electricidad sobre estos.
Era tan bueno matando monstruos.
12. Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido
Aunque todo el sueño haya sido increíble, una parte…una pequeña parte lo convertía en una horrible pesadilla.
Robert lo había matado.
Traicionado por la única persona de la que no lo esperaba.
13. Cuéntame sobre la primera vez que te acostaste con alguien, o cómo te imaginas que será.
Un gemido deliró entre los labios enzarzados que se mantenían en una ridícula lucha por el dominio.
Ronan sabía que el cuerpo de Robert era delgado, pero hasta ese preciso momento no había reparado en que era más bien esbelto. Tenía un largo cuello, cubierto por cortinas de pelo en muchos colores. Sus manos que antes recorrían su espalda, se aferraban a esos mechones azules y violetas, mordiendo esos labios donde ya no quedaba nada del ChapStick, pero donde muy bien se mantenía el sabor dulzón.
La ropa que quedaba, comenzaba a sobrar conforme el calor iba en aumento. La ansiedad que los cuerpos tenían el uno del otro ya no era misterio para ninguno. Las manos rápidas y más experimentadas de Robert no parecían conocer pausas y pronto acorralaba a Ronan contra el borde de la cama. Hacerlo caer y terminar sentado a horcajadas, podía ser él el más endeble de carácter de los dos, pero era evidente que era quien mandaba.
14. Cuéntame sobre un viaje de vacaciones
—¿Recuerdas que una vez viste por la televisión una atardecer en San Petersburgo y dijiste que morías por estar ahí?
—Eh…No.
¡Era verdad! Robert no podía recordar haber mencionado aquello alguna vez. Si Ronan lo decía con tanta seguridad, así debía ser.
—Joder, entonces ¿para qué gasté dinero en boletos para ir Rusia?
Fuese que lo hubiese dicho o no, Ronan estaba a gusto con la expresión contenta de Robert.
15. Cuéntame sobre un momento en que fuiste muy feliz
—Ese chico es marica por ti— Escocia escupió aquello como si nada, junto al humo del habano que caía en toda la cara de Ronan.
—¿Quién? ¿Robert?—imitando la grosería, le regresó por tanda doble el humo y le sirvió un trago de Whisky para que dejase de hablar tantas porquerías por minuto— No seas ridículo.
Mentiría si dijera que en su momento, eso no le hizo muy feliz.
16. Cuéntame sobre algo que pasó en primaria
—Me llamo Ronan y soy tu vecino… ¿eres tonto o no sabes saludar?
Robert le estrechó la mano, aun muy tímido e inseguro de querer relacionarse con él o con cualquier otra persona de por ahí.
17. Cuéntame sobre algo que pasó en secundaria
—¿Crees que no tengo las pelotas para enchufarme esa madre?
Se drogó para probar agallas y nunca más se detuvo.
18. Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria
—Te acostumbras a que la gente se vaya— Escocia le sirvió un vaso de whisky y a continuación, sirvió otro más para él.
—Que fiaca ¿no? Vivir tanto…
Chocaron sus vasos y se sirvieron la botella completa.
19. Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien
Tenía once años y su abuela, desde el otro lado del salón, cabizbaja y avergonzada asentía con la cabeza a las palabras del director.
Al salir, guardó silencio hasta llegar a casa.
—Mañana buscaremos otra escuela.
20. Cuéntame sobre tu mayor temor
—Decker, no te vayas nunca.
Robert dejó de barrer y alzó las cejas.
—Perdón, no te escuche.
Ronan no se lo volvió a repetir.
21. Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó
—Ronan, cariño. Me iré por unos días. Dejé repleta la despensa. De todos modos hay dinero en el cajón de la cocina. Volveré pronto.
Vio a su madre salir a tropezones, con una maleta tan grande con más prendas de las que usaría en un par de días…
22. Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho
—Deja que te ayude.
Tomó las bolsas de las compras, sin permitirle a su abuela cargar ni con su bolso de mano. Al llegar a casa, le ayudo a subir las escaleras.
Si la cuidaba mucho, se quedaría para siempre.
—Eres un buen niño, Ronan. Un muy buen niño.
23. Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo
—¡Estoy bien! No necesito nada.
Y dando un portazo, se encerraba en su lecho de muerte a dormir hasta mejorar.
24. Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más
Un día se atrapó a si mismo fijándose demasiado en el pelo de Robert.
Y fue incómodo.
25. Cuéntame sobre lo que crees que es la muerte
Una chorrada…como todo.
26. Cuéntame qué haces cuando estás triste
Beber cuando está feliz, beber cuando está molesto, beber cuando esta triste…pfffffff
27. Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer
Con la jeringa entre sus dientes, ajustó la banda elástica alrededor de su brazo. Un pinchazo y adiós.
28. Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos
No era secreto que cuidase tanto de Robert. Lo que sí era secreto es que disfrutaba haciéndolo.
29. Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes
Algunos artículos de aseo con muy inflamables.
30. Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
Ronan alzó el puño al cielo. Dos malditos años de rehabilitación y por fin podía decir: fase de mierda superada.
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por Dylan J. Kirkland Jue Ene 10, 2019 5:27 pm
1: Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita.
Su padre se había quedado dormido en la sala y había dejado la televisión encendida. Robert se había acomodado en el rincón de la sala viendo aquella vieja película animada y con toda la inocencia del mundo, se preguntó si Bernardo y Bianca vendrían a verlo a él también.
2: Cuéntame sobre tu primer beso.
Robert no podía recordar exactamente cuándo había comenzado a sentir cosas por Ronan más allá de algo platónico. Pero si tenía que elegir, tal vez fue cuando Ronan lo había besado en la frente. Para cuando se fue a su cuarto a dormir, todavía podía recordar la sensación de los labios de su amigo en su frente.
3: Cuéntame sobre la persona a la que hayas querido más intensamente de forma romántica.
No necesitaba ni pensarlo. Para Robert, desde que era un niño, solo había existido una persona.
4: Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
Podía seguir intentado, de mil y un maneras, pero sabía bien que nunca recibiría nada de su padre.
5: Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños.
No le dijo a Ronan que era su cumpleaños, y tal vez por eso fue tan especial. Su padre se había ido a pasar la noche con sus amigos y probablemente no volvería hasta la mañana siguiente. Así que había ido a buscar a su amigo para jugar.
Robert no necesitaba mucho para ser feliz.
6: Cuéntame sobre tu peor cumpleaños.
No se atrevió a salir de la casa toda la semana. Le dijo a Ronan que estaba enfermo y era muy contagioso pero seguro sabía ¿Cómo no saberlo? Si al lunes siguiente todavía se podían ver los moretones.
7: Cuéntame sobre tu mayor inseguridad.
Era difícil elegir solo una, pero suponía que nunca querer hacerlo con la luz encendida era una de ellas. No le gustaba su cuerpo, por algo usaba suéteres incluso en la temporada más calurosa del año.
8: Cuéntame sobre qué estás más orgulloso/a en tu vida.
Robert se acomodó en el cuarto de Ronan, aquel lugar que consideraba más su hogar que cualquier otro. Todavía recuerda a la perfección la manera en que Ronan estaba sentando en la pequeña silla junto a la venta, un cigarro a medio acabar entre sus dedos y la recién empezada cerveza en la otra mano.
─Me voy a mudar.
9: Cuéntame sobre las pequeñas cosas en tu cuerpo que te gustan.
Le gusta, por sobre todas las cosas, aquello que podía modificar. Le gustaba la manera en que sus ojos resaltaban cuando usaba delineador. Le encantaba como el color en su cabello le hacía parecer vivo.
Le fascinaba que cuando se ponía todo eso, ya no se parecía a su padre.
10: Cuéntame sobre la más grande pelea que hayas tenido.
Todavía no puede creer que aquel día salió de su casa y vivió para contarlo.
11: Cuéntame sobre el mejor sueño que hayas tenido.
En sala estaba su madre, pero no había rastros de su padre.
12: Cuéntame sobre el peor sueño que hayas tenido.
Ni si quiera en sus sueños, su padre lo dejaba tranquilo.
13: Cuéntame sobre la primera vez que te acóstate con alguien, o cómo te imaginas que será.
Había perdido a Ronan en la multitud de la fiesta. Se había emborrachado lo suficiente como para pensar que era buena idea irse con aquel guapo muchacho que se le acercó. Fue apresurado. Fue un desastre. Al día siguiente que se levantó sin ropa casi tuvo un ataque de pánico y terminó vomitando en el armario del muchacho guapo.
14: Cuéntame sobre un viaje de vacaciones.
Nunca había salido de aquel barrio hasta que Ronan le comentó sobre los boletos para Rusia. Casi lloró de pura felicidad.
15: Cuéntame sobre un momento en qué fuiste muy feliz.
Su padre lo había sentado en sus rodillas y pasó el resto de la tarde contándole todas esas fascinantes historias sobre su madre. Él no había tenido el placer de conocerla, pero aquel día, por primera y única vez sintió que la conocía tan bien como su padre.
Fue la última vez que su padre fue amable con él.
16: Cuéntame sobre algo que pasó en primaria.
Robert aprendió a falsificar la firma de su padre a muy temprana edad. Dudaba poder sobrevivir la clase de deportes, no en las semanas en que su padre… bueno. Era difícil jugar quemados cuando no podías levantar los brazos.
17: Cuéntame algo que pasó en secundaria.
Robert se paseó por los pasillos de la tienda de maquillaje, era enorme y los precios eran desorbitantes, pero había estado tomando trabajos aquí y allá solo para esto. Se acercó a la muchacha y le pidió ayuda.
Con esto no tendría por qué ocultarse tanto tiempo en su casa después de uno de los ataques de ira de su padre.
18: Cuéntame algo que pasó en bachillerato/preparatoria.
No se atrevió a ir a casa por días, aun que sabía bien que eso solo lo empeoraba. Se refugió en el baño de Ronan con un par de tintes que había comprado. Rojo fue el primer color que usó en su cabello.
19: Cuéntame sobre la vez que decepcionaste a alguien.
Creció pensando que era su culpa. Si hacía las cosas bien, tal vez su padre no se enojaría tanto.
20: Cuéntame sobre tu mayor temor.
A veces, todavía sentía que su padre podía entrar por la puerta y comenzar a gritarle por el plato que había dejado caer por accidente. La puerta de la cochera del vecino le hacía pensar, sin razón, que su padre había vuelto de una noche en el bar con sus amigos.
21: Cuéntame sobre la vez que alguien te decepcionó.
─Te prometo que será la última vez, Robert. Me duele tanto como a ti, pero tengo que educarte. Te has portado muy mal.
No fue la última vez.
22: Cuéntame sobre algo que alguien te haya dicho que haya significado mucho.
—Me llamo Ronan y soy tu vecino… ¿eres tonto o no sabes saludar?
No era nada especial ni fuera del otro mundo, pero a veces, cuando se sentía con ganas de acabarse el resto de la botella de whisky que tenía escondida en la cama, se preguntaba dónde estaría si aquel día Ronan no le hubiese hablado.
Probablemente…
23: Cuéntame sobre lo que haces cuando estás enfermo/a.
Se levantaba y continuaba el día como si fuera cualquier otro.
24: Cuéntame sobre tu parte favorita del cuerpo de alguien más.
Por alguna razón, le gustaban las manos de Ronan. Con sus dedos torcidos, de heridas que nunca sanaron bien. Sus nudillos con raspones que todavía trataban de sanar. Robert podría pasar horas y horas viéndolas (Cuando estaba solo, incluso se imaginaba cómo se sentirían recorriendo su cuerpo)
25: Cuéntame sobre lo que crees es la muerte.
Finalmente, podría descansar.
26: Cuéntame qué haces cuando estás tristes.
La cama de Ronan, aunque apestosa porque no le había cambiado las sábanas en mucho tiempo, era el mejor refugio.
27: Cuéntame sobre las cosas que desearías dejar de hacer.
Pasó sus dedos por las pequeñas pero notorias cicatrices en su brazo mientras escuchaba a su padre gritarle a la televisión a lo lejos. Si tenía suerte, tal vez su padre se quedaba dormido antes de que ese partido lo hiciera perder los estribos. Si tenía suerte, tal vez no tendría que recurrir a aquello para sobrevivir la noche.
28. Cuéntame sobre tus gustos o placeres secretos
Había estado enamorado de Ronan por tanto tiempo en secreto, que no se podía imaginar la vida de otra manera.
29: Cuéntame sobre las cosas que desearías haber sabido desde antes.
A veces, por mucho que lo intentes y desees, la gente no cambia.
30: Cuéntame sobre el final de algo en tu vida.
Dormir en un piso sin tener que pensar en qué momento su padre iba a entrar a gritarle, fue la mejor sensación del mundo. Incluso si movió el mueble de la sala para bloquear la puerta, nunca se sintió tan libre como aquella primera noche.
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por Assim Al Saud Dom Mayo 12, 2019 4:14 pm
1. Cuéntame de la primera vez que viste tu película favorita
La épica fórmula para controlar a una manada de pequeños demonios. Abi podía fumar, con tranquilad, vigilando desde el extremo más lejano de la sala con sus hijos hipnotizados con los autos, las carreras ilegales y la música prohibida en cada rincón de Irak.
La calma que se respiraba en casa sólo era equiparable a la misma que existía en las madrugadas cuando todos caían dormidos allí donde encontraran espacio.
Abi disfrutaba momentos como aquellos. Con Yuhanna y Dae, sus bocotas abiertas cuando el capot de los autos tuning dejaba al descubierto un motor que sólo imaginaban en sus sueños. Yahan y Abraham, tan perdidos en la acción y que no sufrían ni mella cuando los choques despedazaban las pinturas multicolores. Dae sufría, como si viese morir a un amigo y Assim sencillamente se mordía más insistentemente el dedo cuando Paul Walker acaparaba los primeros planos.
2. Cuéntame sobre tu primer beso
—Ven aquí, pequeña cerda— la boca desdentada de Min se abría y cerraba como la de un pez fuera del agua. Sus manos regordetas buscaban tantear el cuerpo desconocido. Sus labios repletos de baba se aferraron a la mejilla de Abi, succionando…hambrienta.
Fue la primera y última vez que Abi pudo sostenerla sin que se pusiera a llorar.
3. Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
—Te enviaría a morir a la vanguardia, si con eso ayudo a mi país. Aquí no existe la fraternidad, eres un soldado más, un mártir dispuesto a todo por el objetivo de tu pueblo.
Dae el que obedecía sin cuestionar. El niño que solía callar durante horas para no molestar. Quien no daba más problemas de los que lo buscaban a él y que le excusaba hasta lo absurdo e indefendible. Porque para agradarle, Dae le vendía el alma al diablo sin esperar nada a cambio. Abi era consciente y abusaba con descaro de ello. Que su primogénito haría cualquier cosa esperando sus alabanzas de un trabajo bien hecho.
Y a ese hijo que nunca le recriminaba nada, no pudo entregarle un discurso mejor. Abi sabía que su obediencia era absoluta y que, al final del día, caminaría como una sombra silenciosa detrás de su espalda, conteniendo la ira y los desacuerdos; como un buen soldado. Paciente a que se dirigiera y le dijera un simple: estoy orgulloso de ti.
En su inmenso egoísmo, se lo negaba sin más. Sin estar dispuesto a desperdiciar o perder el control que ejercía sobre él. Porque mientras Abi se sintiera bien, lo demás ya eran contratiempos en sus planes.
Escogió el peor momento para rebelarse, el instante más desafortunado para contrariar sus órdenes o tal vez, realmente deseando morir porque le había dejado claro que no significaba nada para él.
4. Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños
¿Cuál? ¿Cuál había sido la maldita rata soplona? Abi Al Saud le tenía terminantemente prohibido a sus hijos mayores revelar la fecha de su cumpleaños. Ahorcaría de las bolas al bastardo traidor.
Abraham, seguro había sido él. O Assim, que escupiría sobre su sopa con tal de obtener una ganancia. Yahan, quien mal influenciado por las dos basuras anteriores perdía todo código de honor.
Con el ceño fruncido, Abi no agradecía la celebración. Buscaba culpables y los quería encontrar ya.
Tomando café, en el más incómodo de los silencios, acusaba a cada uno de los presentes y actualizaba mentalmente su base de datos.
Fateen, tenía excusas de sobra para jugarle una treta malvada. Allí sentado, junto a Fadi con esa sonrisa bobalicona de quién no tiene ni repajolera idea de qué está sucediendo. Pero lo sabía todo.
¿Y Fadi? La expresión de no romper un huevo ni tocar cojones. Tan concentrado en su tarta ¿estaría realmente concentrado o se regocijaría en su maquiavélico y exitoso plan? Por eso no se fiaba de los hombres rubios. Ni de los latinos con síndrome de Laron o lo que fuese que hacía de Luis tan pigmeo como una ardilla.
Un sorbo más de su café ¿quién más? ¿Tae? Muy habladora con Hye. Ambos cómplices de un mismo crimen ¿qué seguiría? ¿ahogarlo con la almohada mientras dormía? Los rasgos de corea del norte estaban tatuados en sus venas. Pronto se convirtieron en sus principales sospechosos…junto a Mishal. Babeaba y dormía tranquilamente, como un enemigo en paz con su espíritu tras conseguir su objetivo.
The fast & the furious
La épica fórmula para controlar a una manada de pequeños demonios. Abi podía fumar, con tranquilad, vigilando desde el extremo más lejano de la sala con sus hijos hipnotizados con los autos, las carreras ilegales y la música prohibida en cada rincón de Irak.
La calma que se respiraba en casa sólo era equiparable a la misma que existía en las madrugadas cuando todos caían dormidos allí donde encontraran espacio.
Abi disfrutaba momentos como aquellos. Con Yuhanna y Dae, sus bocotas abiertas cuando el capot de los autos tuning dejaba al descubierto un motor que sólo imaginaban en sus sueños. Yahan y Abraham, tan perdidos en la acción y que no sufrían ni mella cuando los choques despedazaban las pinturas multicolores. Dae sufría, como si viese morir a un amigo y Assim sencillamente se mordía más insistentemente el dedo cuando Paul Walker acaparaba los primeros planos.
2. Cuéntame sobre tu primer beso
—Ven aquí, pequeña cerda— la boca desdentada de Min se abría y cerraba como la de un pez fuera del agua. Sus manos regordetas buscaban tantear el cuerpo desconocido. Sus labios repletos de baba se aferraron a la mejilla de Abi, succionando…hambrienta.
Fue la primera y última vez que Abi pudo sostenerla sin que se pusiera a llorar.
3. Cuéntame sobre lo que más te arrepientes de haber hecho.
—Te enviaría a morir a la vanguardia, si con eso ayudo a mi país. Aquí no existe la fraternidad, eres un soldado más, un mártir dispuesto a todo por el objetivo de tu pueblo.
Dae el que obedecía sin cuestionar. El niño que solía callar durante horas para no molestar. Quien no daba más problemas de los que lo buscaban a él y que le excusaba hasta lo absurdo e indefendible. Porque para agradarle, Dae le vendía el alma al diablo sin esperar nada a cambio. Abi era consciente y abusaba con descaro de ello. Que su primogénito haría cualquier cosa esperando sus alabanzas de un trabajo bien hecho.
Y a ese hijo que nunca le recriminaba nada, no pudo entregarle un discurso mejor. Abi sabía que su obediencia era absoluta y que, al final del día, caminaría como una sombra silenciosa detrás de su espalda, conteniendo la ira y los desacuerdos; como un buen soldado. Paciente a que se dirigiera y le dijera un simple: estoy orgulloso de ti.
En su inmenso egoísmo, se lo negaba sin más. Sin estar dispuesto a desperdiciar o perder el control que ejercía sobre él. Porque mientras Abi se sintiera bien, lo demás ya eran contratiempos en sus planes.
Te enviaría a morir a la vanguardia,
si con eso ayudo a mi país.
si con eso ayudo a mi país.
Escogió el peor momento para rebelarse, el instante más desafortunado para contrariar sus órdenes o tal vez, realmente deseando morir porque le había dejado claro que no significaba nada para él.
Alá.
Si realmente era misericordioso y compasivo
Que le regresara a su hijo.
Que no partiera hasta disculparse.
Necesitaba decirle eso que tanto esperaba escuchar.
Si realmente era misericordioso y compasivo
Que le regresara a su hijo.
Que no partiera hasta disculparse.
Necesitaba decirle eso que tanto esperaba escuchar.
4. Cuéntame sobre tu mejor cumpleaños
¿Cuál? ¿Cuál había sido la maldita rata soplona? Abi Al Saud le tenía terminantemente prohibido a sus hijos mayores revelar la fecha de su cumpleaños. Ahorcaría de las bolas al bastardo traidor.
Abraham, seguro había sido él. O Assim, que escupiría sobre su sopa con tal de obtener una ganancia. Yahan, quien mal influenciado por las dos basuras anteriores perdía todo código de honor.
Con el ceño fruncido, Abi no agradecía la celebración. Buscaba culpables y los quería encontrar ya.
Tomando café, en el más incómodo de los silencios, acusaba a cada uno de los presentes y actualizaba mentalmente su base de datos.
Fateen, tenía excusas de sobra para jugarle una treta malvada. Allí sentado, junto a Fadi con esa sonrisa bobalicona de quién no tiene ni repajolera idea de qué está sucediendo. Pero lo sabía todo.
¿Y Fadi? La expresión de no romper un huevo ni tocar cojones. Tan concentrado en su tarta ¿estaría realmente concentrado o se regocijaría en su maquiavélico y exitoso plan? Por eso no se fiaba de los hombres rubios. Ni de los latinos con síndrome de Laron o lo que fuese que hacía de Luis tan pigmeo como una ardilla.
Un sorbo más de su café ¿quién más? ¿Tae? Muy habladora con Hye. Ambos cómplices de un mismo crimen ¿qué seguiría? ¿ahogarlo con la almohada mientras dormía? Los rasgos de corea del norte estaban tatuados en sus venas. Pronto se convirtieron en sus principales sospechosos…junto a Mishal. Babeaba y dormía tranquilamente, como un enemigo en paz con su espíritu tras conseguir su objetivo.
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