[H e a d C a n o n s]

La debilidad de Dae.

Si bien Dae no tolera a casi ningún ser humano y trata de forma hostil a quien intente acercarse a él tiene debilidad hacía cierto tipo de personas con las cuales no puede ser cruel por más que se esfuerce en ello. Por ningún motivo podría burlarse o ser violento con otra persona que tuviera alguna discapacidad o que tuviera alguna enfermedad psiquiátrica. Esto debido a que ha tenido que cuidar durante años las medicaciones de su padre, quien tiene narcisismo perverso con arranques psicóticos. De tan solo un niño ha debido de soportar los arranques de histeria de su baba y se ha visto en la obligación de cuidarlo para que no se haga daño ni a él mismo ni a los demás sin estar plenamente consciente de ello. Esta muy especializado en el tema y es más que capaz de detectar si alguien tiene los mismos problemas o parecidos, también es muy hábil cuidando a este tipo de personas, le sobra paciencia para ellos. Por una razón parecida no puede ser bruto con quienes tengan alguna discapacidad física, aunque no lo admita abiertamente siente mucho aprecio por sus tíos Mao y Yuhanna, quienes se han visto en desventaja por sus necesidades diferentes.

Desde su nacimiento al igual que en su infancia temprana, Charlotte y Henrik han sido definidos como el clásica estereotipo del mellizo bueno y el mellizo malo. Ambos han tenido una historia muy dura en el que Charlotte permanecía como algo que no solo estaba dependiente de sus padres si no que también era dependiente de su hermano mayor por apenas unos minutos; Estas y muchas otras circunstancias llevaron a que cada uno creara una personalidad perfectamente adecuada al papel que debía representar para satisfacer a sus superiores, padres, etc. El problema deriva en que ninguno es la totalidad de lo que representa.

Henrik puede llegar a ser verdaderamente frío, cruel y egoísta con las personas que le rodean, pero de alguna forma a veces toma participación en buenas acciones de las cuales asegura que él no ha intervenido. Aquel sentimiento tan diferente que nace cálido en su pecho después de haber ayudado a alguien (no importando si esa persona le cae horriblemente mal o le da igual) le hace apenas sentir feliz para un rato enojarlo y frustrarlo.

Charlotte por su lado es posiblemente una de las chicas bastante sumisas que se pueden encontrar, dispuesta a brindar una pequeña ayuda o tratar de intervenir en una pelea para que esta pare en buenos términos, sin embargo, no todo es tan dulce en su superficie. Tras años de ser ignorada ha desarrollado un ligero desprecio por las personas o desinterés en ayudarlas verdaderamente sin que su ayuda le brinde un beneficio. En pocas palabras, si aquel problema que tienes su solución no le da algo a cambio simplemente no te va brindar auxilio, miente si es que puede.



Esto es un secreto que nadie ha logrado sacarle, ni siquiera su media hermana mayor. Sergey le tiene miedo, o más que este mismo, un pánico terrible al vacío en cualquiera de sus formas. Puede ser ese sentimiento tenebroso que le anuncia que algo no esta yendo como debería hacerlo, que algo falta o un cuarto que se encuentra sin nada más que una luz intensa u oscuridad brumosa. El simple hecho de que no pueda existir NADA a su alrededor le altera, le hace sentir un frío recorrer por su espalda hasta el punto en que le llega a dar un ataque de pánico terrible.



Thomas le tiene terror a los fantasmas. No en las películas por que aquellos sabe que son hechos por efectos especiales baratos del cine, pero si le hacen pensar lo suficiente en que no podría enfrentarse a un fantasma por que ellos no son sólidos, así que no puede dispararles, o golpearles, simplemente tiene que correr hasta escapar de ellos. Pero el motivo principal de que Thomas tiene cierto pavor a los fantasmas es que no solo cree que existen, puede verlos y a veces ellos a él...



Skye tiene conciencia de las tradiciones de su Oka-san a las cuales ha sido arraigada de forma ferviente hasta llegar a que no acepte tradiciones ajenas a la japonesa en su educación gracias a la mala experiencia que obtuvo Japón con Inglaterra. Una de las tradiciones que le prometió su Oka-san es que desde que cumpliera los 13 años, se llevaría a cabo un Miai continuo hasta que su pareja sea designada con el termino del mismo. Un Miai es un matrimonio arreglado. Este es bastante más especial por que en el momento en que ella cruce una mirada directa con los ojos de otra persona, esa persona será considerada su "futuro esposo", es por ese motivo que no permite que nadie más la vea a los ojos o que ella no decida mirar a nadie más, cubriendo su rostro con cabellos enmarañados.

Tiene miedo a sufrir como su madre.

Felix, el gato~

Felix ha sido la única muestra infantil que ha dado Dae en todos sus años. Nunca sintió demasiado aprecio por la televisión y mucho menos por las caricaturas, pero hubo su excepción. La fisonomía tan estrafalaria y la forma tan anormal de ver el mundo que tenia aquella vieja animación en blanco y negro logro captar sus sentimientos al punto de pedirle en secreto a uno de sus tíos que le regalara dicho animal. El peluche llego a sus manos y fue su más preciado tesoro, su juguete favorito el cual debía mantener oculto, pues sabía que si alguien de su familia le veía muy seguido con él perdería el respeto que se estaba ganando. De niño era más obsesionado con el artilugio, actualmente lo deja escondido en alguna parte de su armario como un bonito recuerdo el cual le mantiene un enorme cariño.

Nadie sabe cómo o por qué, pero por alguna razón Yun y Shun son algo así como imanes para individuos blondos, especialmente Yun, a cuyo alrededor abundan sin que siquiera intente socializar lo mínimo para rodearse de gente, así en general. Shun por otra parte sí tiene un gusto particular por el cabello claro, pero tampoco es como si estuviese en caza de chic@s con esas características. Casi se puede decir que es suerte.

Hye Al Saud puede saberse de cabo a rabo el Corán entero, estar en facultades de exponer hasta el más mínimo detalle del budismo y explicar conceptos del confucianismo con la desenvoltura de un experto, todo con una convicción de temer. Justo como se esperaría de un musulmán tan ferviente como Irak y el meticuloso Corea del Norte.

Sí. Todo es parte del protocolo.

Hye no cree en nada de ello. Ni en nombres, en preceptos o prohibiciones. El origen de su postura tan agnóstica aún es difícil de discernir, pero en mayor parte se debe a su punto de vista bifurcado en doctrinas tan distintas entre sí. Hay que hacer hincapié en el hecho que ni bien el coreano-iraquí no profesa ninguna religión, se ha creado sus propios principios e inconscientemente sigue determinados puntos de éstas doctrinas.

Nunca se ha tomado la molestia de decirlo… a nadie, en realidad. La verdad es que tampoco planea hacerlo, pues apostaría su riñón derecho a que le desheredan… es más, hasta le prohíben usar el apellido “Al Saud” como propio.

Masa horneada con chocolate Oreo a media noche

Si hay algo que Joanne ame en el mundo son las Masa horneada con chocolate Oreo. Las adora en todas sus presentaciones, desde helados, pasteles, yogurt, no importa siempre y cuando las contengan. Las prefiere remojadas en un vaso de leche.

Las Masa horneada con chocolate también significan algo especial para ella: El único lazo afectivo que tiene con Andrei en la época en la que era pequeña.
Cuando ella era una niña de tres años solía tener muchas pesadillas. Jamás le dijo a nadie sobre ellas pero no hizo falta, Andrei se había dado cuenta de todo. Para reconfortar a su molesta hermana menor, Andrei corrió a la cocina a robar Masa horneada con chocolate y leche para llevárselas. Y así sucedió cada noche; Andy acudiría a su hermana con Masa horneada con chocolate para compartirlas hasta que a ella le diera sueño y pudiera dormir. Nunca faltaban Masa horneada con chocolate en la casa.

Con el tiempo fueron perdiendo esa costumbre. El único momento del día en el que no peleaban ni se insultaban dejó de existir y Andrei jamás volvió a ofrecerle Masa horneada con chocolate a su hermana. A pesar de eso, Joanne sigue comiéndolas porque gracias a esos días se volvieron sus favoritas.

Quién cuida de todos es…

A pesar de que Andrei sea el hermano mayor y de que Joanne sea la chica ruda y sobreprotectora, en realidad es Gabriel el que cuida de los dos. Y funciona así:

Todos los días los tres hacen su rutina de siempre. Sin embargo, es Gaby el que se asegura de que haya comida en la despensa o el que va a comprar lo que haga falta. En las mañanas Joanne prepara el desayuno, pero él le ayuda. Andrei es el encargado de la cena pero Gabriel supervisa. Y él se encarga de la hora de la comida.

Él limpia casi toda la casa, se asegura de que la ropa esté limpia y planchada y claro, siempre tiene los bocadillos favoritos de cada uno para cuando tienen que salir. Siempre pide sus opiniones a la hora de elegir un platillo. A pesar de ser muy torpe para casi todo, para administrar una casa es muy eficaz y eso lo hace feliz.

Y claro, siempre que uno de los dos está agobiado con sus deberes o su día entonces él asuma las responsabilidades de ellos para que se tomen un descanso. Él no se queja, ama lo que hace porque adora a sus hermanos mayores y haría lo que fuera por ellos.

Andrei y Joanne saben que si Gaby faltara en la casa, esta colapsaría.


Con un padre ausente y otro regañón a más no poder, Giovanni comenzó a buscar migajas de amor en cualquier persona. Pronto se dio cuenta de que siempre que actuaba de manera estúpida o un tanto despistada se ganaba las escasas risas de su padre italiano y el afecto de unos cuantos.

Comprendió que tenía el don de hacer reír a la gente y parecer un pobre diablo comenzó a tenerlo sin cuidado siempre y cuando pudiera conseguir eso.

Con el tiempo dejó de ser una parte actuada de su personalidad hasta que se volvió una persona realmente dispersa en sus pensamientos, en un mundo donde él siempre tiene una sonrisa en la cara para los demás, lo traten como lo traten. Su mundo era tan hermoso que siempre había razones para ser positivo en lugar de lamentarse por la vida real que le gustaría tener.
Y su mundo imaginario es, para él, mucho mejor.


Andrei jamás ha sido bueno para la escuela. No es que no le guste leer ni que le agraden las matemáticas. Tampoco detesta especialmente las leyes de la física. Pero jamás ha encontrado la misma adrenalina que encuentra en los deportes.

El primer deporte que llamó su atención fue el fútbol. Animado por un padre mexicano que gustaba de vestirlo con camisetas de la Selección Mexicana, comenzó a desenvolverse en el balón-pie con buenos resultados. Después comenzó con el baloncesto, equitación, natación e incluso beisbol.

No había deporte que no se le diera. No había deporte que no lo llenara de adrenalina. Y jamás cambiaría eso por horas de estudio.

Sergey siempre ha actuado de manera indiferente sobre cualquier actividad en la que el canto sea necesario, de hecho pareciera que aborrece todo eso. Sin embargo, cambia de manera absolutamente radical en cuanto las gotas de agua de una ducha caliente caen por su piel, sumergiéndolo en un mundo perfecto de canto y manipulación de agua.

Una vez en la ducha, empieza a cantar cualquier canción que se adecue a los últimos sentimientos que haya experimentado antes de entrar en la ducha y lo hace con mucha emoción, casi de forma inconsciente de que él hace eso. Hasta ahora solo Dylan lo ha escuchado cantar en la ducha y le ha asegurado que canta muy bien. Lo hace.

Zack, como aquel que se siente orgulloso de ser el hijo de la nación de la libertad (aunque Alfred realmente ocupe el número 16 en la lista de países con libertad), la proclama por todo el mundo y puede volverse sumamente irritante con todo eso. Claro que tiene sus propias formas de demostrar libertad y que no son precisamente algo de lo que sus padres se sientan orgullosos.

El anglo-americano puede amar la ropa o las combinaciones que puede hacer con ellas pero si hay algo que puede disfrutar mucho más que usar ropa que le quede bien a él es andar sin ella.

Se siente bien andar desnudo por la casa o al menos con un boxer como lo único que cubra sus partes nobles. No siente vergüenza alguna por su cuerpo así que es usual que salga hasta al jardín delantero de la casa para recoger algo o regar las plantas con un boxer cuando mucho (no es legal que salga desnudo).


También lo hace mucho por molestar a los que visitan a sus hermanos. Lo usa más como prueba a quienes se ven interesados sentimentalmente en ellos.

только один

There are in existence more of 32 new nations and he has only eyes for one of they... Zack, his eternal you're-my-hooker-and-boyfriend-but-more-like-my-fuckhole, is the only one who has seen his moments of weakness or true happiness sparkling in his usually harsh eyes, but more importantly; He has been the only one to hear the words that come straight from the warm center of his heart of stone.

I Love You.

Pese a todo lo que se puede pensar del menor de los Al Saud, él en realidad casi no tuvo la oportunidad de mirar a su padre… o cualquier familiar suyo de aquel lado de la familia. Entre el loco jefe de su madre, el papeleo interminable y la dificultad que representaba viajar a Oriente Medio, el siquiera pensar en ir a visitar Irak era un martirio con remuneraciones cuestionables. Sólo un par de semanas en casa de su padre sin duda no era un resultado favorable de sus intentos desesperados por sonsacar un permiso para salir del hermético país.

Pero de alguna forma, es realmente cercano a su algo-así-como-un-tío Irán. Cosa que por supuesto nunca habría sido posible sin la complicidad –sospechosa para la mayoría del mundo– de la nación en cuestión con Corea del Norte. Hye desde el primer momento en que vio al persa se volvió una sombra suya; siempre le pregunta todo tipo de cosas –hasta la más absurda e imprudente de todas, hincapié en “¿Por qué papá le llama ‘Barbie’?”– y posiblemente de él aprendió más cosas sobre el Islam que de cualquier otro [nunca se lo dirá a su papi Abi]. El coreano-iraquí adora escuchar sus historias de cuando era el Imperio Persa y a menudo le pregunta sobre cómo era su padre cuando pequeño [pese a que casi nunca logra sacarle mucha información].

El tío Amir es de los pocos a quien habla con propiedad, pues es algo muy parecido a la figura paternal que estuvo ausente gran parte de su vida y considera que debe guardarle al menos lo mínimo de respeto. Irán se refiere a él como “pulga” o “parásito”, ya que Hye tiene la mala costumbre de colgarse a él como si se tratara de un koala súper desarrollado.

Mujeres mayores y esas cosas~

"Cuando la pequeña rubia cruzo la puerta con ambas manos entrelazadas y aquella sonrisa cálida algo en su pecho golpeo con fuerza. Parecía ser del tipo de chica amable, aquella dulce y suave voz era embriagante y probablemente fuera el brillo de sus ojos lo que más le había cautivado. Ella era joven, muy joven y por supuesto, hermosa. Su nombre era tal cual se lo había imaginado, describía en pocas palabras su tierna personalidad. Deseaba a esta nueva ajt (hermana) como a ninguna otra persona, aunque su cabello fuera dorado y a pesar de que fuera un tantito incomodo tener el mismo color de ojos, no le importaba. El flechazo se había vuelvo inminente"

-Ella es la madre de Fadi. Tu hermano-

Ella es la madre de Fadi. Tu hermano.

Es la madre. Tu hermano.

Madre.

MADRE.

Desde aquel fatídico el pequeño Dae ignoro a la gente de su edad y menor. El solo trauma de aquel día le provoca una fuerte jaqueca y desde el mismo momento las mujeres mayores empezaron a parecerle más atractivas...


*La madre de su hermano menor Fadi es Liechtenstein.

Es simple, te detesto...

Rivalidad entre hermanos. Sería mucho decir que existe algo de esto de forma mutua. Muy lejano a la realidad, más que una competencia por ser el mejor, está el destronar al hijo "perfecto".

Él era varias veces más guapo que Dae. Lo sabía porque siempre era el primero en llamar la atención femenina en aquellas pocas oportunidades de ir juntos, no solo su rostro era mejor parecido, su cuerpo estaba en perfectas condiciones al punto de superar con creces a su hermano mayor. Pero bastaba un par de minutos para que toda la atención se fuera hacía el coreano-irakí y su presencia fuera más invisible que la de un canadiense.

Por supuesto, también era más listo, opacaba el resultado mediocre y casi deficiente de Dae. Mientras el mayor era diagnosticado con déficit atencional él era aplaudido por sus profesoras por su excelencia académica. Pero sabiendas de esto, su padre, insistía en escoger a Dae como su sucesor...no era él con un perfecto promedio de notas y disciplina quien se ganaba la confianza de su padre, si no, el idiota que tuvo dislexia hasta los 12 años...

Ni hablar de la fuerza ¡ni hablar siquiera! En un cara a cara Abry siempre era el ganador. Cada vez que se trataba de noquear a un enemigo, él podía hacerlo de un solo golpe, podía cargar con enormes cantidades de peso y derribar lo que le pusieran enfrente. Pero...pero incluso cuando era el ganador, era Dae quien recibía los aplausos y los elogios.

Era como si no existiera, como si todo su talento no significara nada, para nadie. Por eso lo detestaba, lo odiaba con toda su alma y no podía tolerar tener que demostrar amor fraternal con ese insecto miserable a quien solo deseaba matar.
Odiaba a Dae.
Odiaba que se preocupara por él.
Odiaba que a pesar de sus trucos bastardos siempre tuviera un gesto lindo con el cual subirle el ánimo.
Lo odiaba, tanto hasta terminar detestándose así mismo.

Muchos han estereotipado a Hye de descuidado, caótico, un vago carente de disciplina y, en resumen, un reverendo desastre de la naturaleza. Una primera impresión que se ha ganado a pulso, sin darse el mínimo tiempo para aceptar o refutar dichas acusaciones.

Mentira más grande.

Ni bien el 80% de las cosas que creen de él son enteramente ciertas, hay que concederle el beneficio de ciertas cosas al menor de los coreano-irakí. Entre ellas destaca uno de los pocos, casi desconocidos al mundo, aspectos que heredó directamente de su norcoreano padre: el delirio por el orden. Sorprendente, pero cierto. Quizá se deba al constante lavado de cerebro que Hyung le impuso desde que tuvo uso de razón, empecinado con que su revoltoso hijo por lo menos no fuese una calamidad dentro de su meticuloso sistema.

Sea o no producto de la costumbre, Hye mantiene sus cosas casi inventariadas; tanto ropa sí como los diversos cachivaches electrónicos que mantiene ocultos religiosamente del alcance de las paranoicas garras de Hyung. Decir que hay cosas clasificadas por color no sólo es un eufemismo en este caso.

Es realmente limpio. Procura ser muy pulcro en sus cosas, desde académicas hasta la más cotidiana de sus costumbres, como escribir o su forma de vestir. No le gusta que otras personas intenten imponer orden en su habitación pues alteran el orden casi maniático que tiene en él.

¿Quién cambiaría excelentes dotes en música, artes plásticas y papiroflexia por un poco de sentido común? ¿Tal vez algo de habilidad de verbo? ¿Una patata, por lo menos? Probablemente pocos, si no es que nadie.

Excepto Yun.

No es algo de lo que hable muy seguido; ni siquiera se molesta en sacar el tema a flote pues además de no ser dado a presumir, no se trata de algo de lo que se sienta cómodo hablando (más de lo normal). Desde que Mei Lin [Nyo!Taiwan] descubrió su talento artístico las cosas se volvieron un poco confusas para Yun. Hablaban sobre lo asombroso que era que uno de sus pequeños hubiese heredado la vena artística de Hyung, el potencial que el entonces infante tenía y blablá, habladurías que no le importaban en lo mínimo.

Para Kim no fue más que una razón extra para detestarse un poquito más. No sólo era el más parecido en cuanto a la personalidad de mierda, ni el físico con tendencia al norcoreano. No, no era suficiente. También había acarreado con eso; lo cual no era malo, pero le acercaba un paso más a la persona que más detestaba en ese momento.

Pese a todo, se dejó instruir en varios instrumentos y diversas curiosidades en las que mostró facilidad sólo para complacer a su familia. Aprendió piano, guitarra acústica y violín, además de poseer talento en cuanto a dibujo, inclusive un poco en pintura además de aficionarse al origami. Nótese que también sabe cantar, bastante bien, pero es demasiado penoso para atreverse a hacerlo con público. Algo bastante notable para alguien tan torpe que no podía pelar una manzana sin causar una explosión dentro de la cocina o caminar sin tropezar o golpearse por lo menos una vez por trayecto.

Aún si se trata de un dato casi vergonzoso para él, su habitación es la muestra definitiva de que las artes son para él su mejor medio de expresión, aunque bien él pueda defender a capa y espada que esto es mentira. Tapizado de elaboradas figuritas de papel, pinturas colgadas en la pared y sus preciados instrumentos en una esquina especialmente consagrada para ellos, Yun presume de una pieza colorida y personal al cual sólo tres personas tienen acceso: su madre, Shun y Vietnam.

Según propias palabras de Jin Shun, parece más un museo que la guarida de un gruñón asocial.