Another ship meme (?)

Rylan&Fadi

¿Quién es el gruñón por la mañana?

Fadi odia despertarse temprano y cuando ve que Rylan continua durmiendo plácidamente no puede más que detestarlo con toda su alma. Mientras él debe regresar a casa como si jamás hubiese ocurrido nada, el otro se quedaba de perezoso hasta pasado el mediodía. Antes de irse se asegura de despertarlo, como sea y como un objetivo que dejaría su alma en paz, aun si debe tragarse ese “vete a la mierda” de su parte.

¿Quién se preocupa más cuando el otro está enfermo o herido?

Aprender a cocinar era para la plebe y allí se encontraba él en la cocina revolviendo una sopa instantánea a falta de habilidad culinaria. Lo hacía por lastima, no porque le importara. Rylan ya se veía enfermo estando sano y cuando pescaba un resfriado tenía aspecto de que se iba a pirar en cualquier minuto.

Le obligaba a abrir la boca y comer, se quedaba allí todo el día, más de uno si era necesario. No podía regresar a su casa sin estar seguro de que ya se encontraba bien.

Y se repetía: no es que le importara…

¿Quién le juega bromas al otro?

Era tan divertido escuchar sus gritos coléricos desde el otro cuarto y él no podía más de la risa. Ver como ese principito perdía la cordura y se ponía a arrojar objetos pesados y a lanzar maldiciones no tenía el mendigo precio. La mejor parte no era ver su rostro engrifado hecho un basilisco dispuesto a matar, la mejor parte era cuando se lanzaba sobre él para hacerlo puré a punta de patadas y puñetazos. Una cosa llevaba a la otra y quien sabía como terminaban sin ropa en el suelo….

¿Quién es siempre el primero en sugerir darse arrumacos en el sofá?

Fadi era esponjoso y recortarse encima era agradable. Bastaba apoyar su cabeza encima de él para conciliar el sueño, quedarse dormido y despertar varias horas después. El chico continuaba leyendo como si nada, a excepción de algo que no estaba allí en un principio…una mano que acariciaba sus cabellos y le relajaba hasta donde le costaba creer que era posible.

-No sonrías semi dormido, es escalofriante-

¿Quién insiste en crear apodos para el otro?

-¿Dónde te has metido, Darling?-

-Honey~ no seas aburrido-

-Sweety, no te ponga así-

-Oh, Blondie, que humor-

-Little one…-Fadi se giró, ese era nuevo.

¿Quién babea al otro cuando están dormidos?

Fadi se muerde y se ríe bajo para no despertar a Ryl, cuando nanaisea su cabeza su rostro se relaja y comienza a babosearle la ropa como un grifo abierto. Le da igual, puede soportarlo es hasta simpático cuando no abre su boca y dice tonterías…puede que se vea adorable y le produzca un par de cosquillas en el estómago y por eso, le deja así por varias horas, hasta cuando sus ojos se cansan de leer.

¿Quién dice "Te amo" primero?

Ninguno. No directamente.

Fadi dejo muchos mensajes y espero una señal, una que nunca llegó.

¿Quién es el gruñón por la mañana? Técnicamente, ese vendría a ser Al y sólo porque él siempre el de la mala cara. No entiende como es que Yahan es capaz de abrir los ojos y estar fresco como una lechuga, sonriente y tan despierto como para hablar y hablar como si fuera medio día y no las seis de la mañana, quizá más temprano.

¿Quién se preocupa más cuando el otro está enfermo o herido? Alphonse. ¿Cómo es que el zoquete siempre tiene un hueso roto, un golpe en la cara o seis puntadas en el labio? Le altera que siempre haya alguna lesión en él, tanto que se ha planteado seriamente en ponerlo en una burbuja o de otra forma pasará todos sus días como enfermero (además, no es bueno para su alma).

A Yahan, por otra parte, le parece que estar lisiado no está tan mal si eso implica que le mimarán un poco. Por más que tener a mamá Al pisándole los talones pueda ser un dolor de culo.

¿Quién le juega bromas al otro? Definitivamente, ese es Yahan. Le encanta tomarle desprevenido, además de que si lo hace bien es más o menos la única forma en hacer que tenga brotes de expresión, aún si ello conlleva a ser acreedor de su furia titánica, ver su cara de sorpresa, a veces rubores, hace que todo valga la pena...

¿Quién es siempre el primero en sugerir darse arrumacos en el sofá? Yahan. Contra todo lo establecido, resultó que era como tener un chicle en la suela del zapato. A veces Al simplemente es incapaz de tolerar tanto amor y se ve forzado a cortarle el rollo, porque el asunto llega a un punto que supera sus estándares y alcanza el nivel de "vergüenza máxima".

La verdad es una experiencia... agradable, pero de todos modos tanto arrumaco le causa incomodidad. Yahan lo encuentra divertido e incluso pareciera que compite por ver quien se rinde primero (sí, muy maduro (?)).

¿Quién insiste en crear apodos para el otro? Ninguno. Se dedican más insultos que apodos, el asunto es que quién sabe cuando pero de pronto un idiota siseado con desprecio pasó a ser un su idiota mezcla de posesividad y un poco de afecto.  

Tardaron en darse cuenta de ese trascendental cambio, pero es que son tercos y ezpeziales. De no haber sido por los elocuentes comentarios de Aurora difícilmente habrían caído en ello.

¿Quién babea al otro cuando están dormidos? Que Yahan acabara dormido sobre el hombro o las piernas de Al no era raro. Que un delgado hilo de saliva terminara humedeciendo la ropa del rubio, tampoco. Si no fuera porque se veía casi inocente y adorable de esa forma, Al no dudaría en sacarse a esa plaga de encima y que fuera a ensuciar a otro lado.

Ngh, el consuelo que le quedaba es que afortundamente, no roncaba.

¿Quién dice "Te amo" primero? Al es el primero en caer en cuenta de que está condenado, sí, pero se lo ahorra como uno de sus secretos más celosamente guardados. Yahan, que siempre ha sido lento y disperso, tarda otro poco más en identificar aquel sentimiento que pensaba exclusivo para su hermano.

Pero como una persona tan simple es incapaz de tolerar el estrés psicológio de tener esa horrenda frase rondándole por la cabeza cada que el rubio pulula a su alrededor, llega a un punto en que de buenas a primeras suelta la bomba. Nada de cursilerías ni avisos. Y Al casi se atraganta porque, joder, le tomó por sorpresa.

Noah&Dante

¿Quién es el gruñón por la mañana?

Una almohada paso rosando sus cabellos en punta. Por un breve momento confundió esa imponente presencia con el padre alemán y era Dante con una cara de culo que no se soportaba y que resultaba ser hasta aterradora. Eran las seis de la mañana, seis en punto y la bestia que jamás imagino ver daba pisotones de tiranosaurio y refunfuñaba como si le acabará de hacer algo imperdonable.

-No me molestes-

-Está bien-Se hacía a un lado y pensaba para sus adentros que le agradaba más cuando no era tan pesado. Un Dante hiperventilado y sonriente le gustaba más. No volvería a molestarle antes de las once de la mañana, mejor aún, jamás le visitaría durante la mañana.

¿Quién se preocupa más cuando el otro está enfermo o herido?

-Te pasa por hacer surf en invierno ¿Quién hace eso? Además de ti, claro, claro…-Dante se cuestionaba pasar un fin de semana con un moribundo que le podía pegar la peste. De no ser porque eran amigos…

-Debiste verme sobre esa ola. Fue lo máximo-Lo máximo iba a ser cuando la fiebre le llegara a 40 y acabará delirando como solía hacerlo. Esa no era la peor parte, lo era cuando pensaba que tenía a su lado a Giselle y comenzaba con su coquetería de tercera y le tomaba las manos prometiéndole cielo, mar y tierra por su atención.

Bastante poco ¿Y las estrellas? ¿Y los planetas?  

¿Quién le juega bromas al otro?

Empezaron como bromitas y terminaron en una verdadera guerra de jugarretas. Bajar la guardia era dejarle el camino libre al otro y arriesgarse a ser víctima de una broma sádica. Dante no solía ser muy cruel, pero Noah a veces se esforzaba más de la cuenta y terminaba por realizar un acto satánico que iba desde susto de muerte hasta pantalones abajo. Generalmente se le iba de las manos, la broma inicial no contemplaba hacerlo sufrir, pero…bueno…el rubio natural reaccionaba de forma tan divertida que ni él podía resistirse a dejar latir una vena maligna en su interior.

Amor y paz

Amor y paz

Al demonio, se moría por ver la expresión de Dante cuando viera la sorpresa que había dejado en su cajón.

¿Quién es siempre el primero en sugerir darse arrumacos en el sofá?

Unas veces es Noah, otras es Dante. Todo depende de quien cayó primero en el sofá y quien se arrojó encima después. Ninguno lo sugiere directamente, ni se menciona siquiera. Es un acto espontaneo que surge de la confianza que se tienen. Los amigos muy cercanos pueden acurrucase y darse mimos sin que eso se convierta en una relación homo disfrazada por esa palabra a la que le dicen: amistad.

Eran buenos amigos…si, muy buenos amigos.

¿Quién insiste en crear apodos para el otro?

A Noah le gusta el nombre Dante, lo suficiente para no usar un apodo.

A Dante le gusta el nombre Noah…y Nakoa también.

¿Quién babea al otro cuando están dormidos?

Dante descubrió que prefería la baba a que Noah empezara a tronar los dientes. Le daban escalofríos como esas paletas chocaban entre sí, se imaginaba como se iba astillando haciéndole sufrir. Tenía que cubrir sus oídos con tapones de algodón o una almohada y lograr cerrar los ojos. Eso hasta que hizo un nuevo descubrimiento.

Si lo abrazaba contra si no se movía ni hacía ruidos durante horas.

¿Quién dice "Te amo" primero?

Esa tarde Dante se puso a llorar. Noah entro en pánico, podía verlo estando flotando sobre la tabla a pocos metros de él ¿Cómo no hacerlo? Sus sollozos se escuchan hasta ese lugar. No imagino que se lo tomaría así ¿Por qué se lo habría dicho? Tan problemático.

Quiso nadar y perderse en el mar, ignorar esa cabeza que se escondía entre sus rodillas. Él no servía para enfrentar y darle la cara a las circunstancias difíciles.

-Dante…-Allí estaba, mojado por completo con la respiración acelerada, Giselle no existía en su cabeza, ya no, hacía tanto que no…insistía en ello por conveniencia, era más sencillo y era el plan original: hacerse amigo del hermano, para llegar a la chica.

Cosas que pasan, acabo enamorado del hermano y no de la chica.

-Te amo-Lo dijo sin más tan colapsado que tomo su tabla y se metió al agua. No saldría hasta el otro día o hasta que Dante se fuera.

Lo que no espero es que Dante le esperara hasta el amanecer para darle su respuesta.

-También te amo-

¿Quién es el gruñón por la mañana?
Aún es temprano, lo suficiente como para que apenas se empiecen a notar tímidos tintes de añil entre las cortinas. La cama se siente fría y vacía, pero eso no es nada fuera del otro mundo, de hecho, casi puede sentirse aliviado de sólo encontrar al lado un nudo de sabanas y edredones (alivio, claro que es alivio, aunque a veces eso le sepa más a decepción).

Desperezarse y salir a la cocina, desorientándose un poco en el proceso. A veces se le olvidaba que estaba en una casa ajena, especialmente cuando la mitad de su cerebro seguía dormido, por suerte volvía en sí antes de acabar en el baño.

―Hey~ ―Saluda, entre un bostezo y medio tallarse los ojos. Una taza de café recién hecho queda justo frente a él y Dari simplemente sonríe a forma de agradecimiento. Aún tiene sueño, pero aun así Assim le ganó a la hora de ser el primero en levantarse. Y nadie habla luego de ello; el penoso intento de desayuno transcurre silencioso e impersonal, pues Dari es casi mudo a esas hora y Assim, mañana, tarde o noche, sigue siendo el mismo gruñón de siempre, sólo que no se altera ya que el asiático prevalece en plan bulto hasta casi una hora después de salir de la cama.

¿Quién se preocupa más cuando el otro está enfermo o herido?
―Tienes buena cara hoy, ¿eh? ―Assim le mira con resentimiento, gruñendo algo inteligible entre dientes que se mezcla entre quejidos. Tener el labio reventado y hablar teniendo frenos no es muy inteligente, e igual a Dari no le importa, así que decide mandarlo al carajo. A él y su falsa amabilidad que solo va en pos a burlarse de su desgracia. Dari ríe entre dientes, sentado en la mesa. Assim está en una silla frente a él con toda la pinta de haber sido apaleado… ni siquiera ocupa explicaciones para saber que fue así. El que traiga esos enormes lentes pasados de moda sólo puede significar que perdió la lentilla de contacto mientras le hacían pebre su desgraciado rostro. ―Que patético eres.

Dari le limpia una herida sin mucho cuidado, ganándose más quejidos. Lo hace casi con saña, porque sabe que Assim podría haber hecho algo para no acabar en tan penosa situación pero no lo hizo.

―¿Qué acaso ocupas que me encargue de los insectos que te molestan, patito~? ―Canturrea, observándole con una mezcla de sorna y seriedad. Odiaba limpiar desastres, lo mejor sería erradicar el factor problema de raíz ¿no?

¿Quién le juega bromas al otro?
―¡Largo! ―La voz de Dari se escucha chillona y quebrada desde el interior del baño. A Assim ya le duele la panza de todo lo que rió; era increíble el nivel de histeria que podía desatar con algo tan simple como apagar el switch de la electricidad, hacer crujir madera  y susurrar ominosamente el nombre del chino.

Sabe que pronto una terrible venganza caerá sobre él, pero la experiencia habrá sido invaluable.

¿Quién es siempre el primero en sugerir darse arrumacos en el sofá?
Caer encima de él, robar sus anteojos o usarle de radiador en tiempo de frío. Tal vez hacerle cosquillas, dejarle inmovilizado para que deje de joder o usar sus piernas como almohada. A veces espontáneo, otras con claras segundas intenciones. Ninguno sugiere algo como tumbarse a darse apapachos, no es su estilo ni tampoco lo encuentran natural, sin embargo se da como si fuera cosa de todos los días.

Pero si alguien pregunta, pfff. Tonterías. Ni que fueran algo para hacer esas cosas.

¿Quién insiste en crear apodos para el otro?
Si tuviera que elegir, posiblemente “patito” fuera el mote menos humillante que había recibido de su parte, con todo y que en realidad eso fuese por “patito feo”. No sabía que clase de impulso creativo maldito era el que se apoderaba de Dari como para sacarse de la manga cada apodo estúpido y vergonzoso, uno cada vez peor que el anterior.

Tenía que tomar su revancha, era lo justo. Por supuesto que esa era una labor difícil, especialmente si justo en ese momento el desgraciado había decidido ponerse un adorable conjunto de falda corta y medias. Parecía una muñequita…

Fingió frotarse el puente de la nariz con tal de ocultar el brutal rubor que se extendió hasta su cuello. Adiós con el plan de los apodos, no era bueno para eso.

¿Quién babea al otro cuando están dormidos?
Arrugó la nariz con disgusto, limpiándose el brazo con la pijama del contrario. No sabía como es que Assim era capaz de secretar tanta cantidad de fluídos. Y no es que le diera asco, pero siempre era desagradable despertar todo lleno de baba y quién sabe que más porque justo resultaba que empezaban sus tontas alergias de primavera.

Creyó que esa etapa de mocos había pasado cuando dejó de parecer un insecto, pero la buena apariencia no había sido suficiente como para que dejara de ser el perdedor de las mil y un alergias.

¿Quién dice "Te amo" primero?
Intentó mantener la sonrisa en el rostro, parecer inalterable y relajado como si lo que acababa de escuchar jamás hubiese pasado por sus oídos. Cosa que habría sido realmente fácil en el caso de que no le importara, pero no era así.

―Estás jugando sucio, patito. ― Rió débilmente. Tenía que ser una broma ¿no? Como cuando jugaba a ser un fantasma y le dejaba con el corazón en un puño, o como aquella vez que le engañó para pasar en un puente colgante asquerosamente alto. Se distrajo con sus manos, secándose el sudor sobre el pantalón, jugueteando con sus mangas, haciendo cosas extrañas con sus dedos.

(No quería que fuera una broma. ¿Pero qué tan solo era un juego? ¿Y si era en serio? Ni siquiera estaba seguro de cuál de las dos opciones era peor).

― Hablo en serio. ―Sujetó las manos del más bajo, enfermo de ese tic que podía ser hasta adorable pero hoy particularmente le parecía muy molesto. Ni siquiera fue precisamente amable, pero tan simple contacto fue suficiente para que el siempre natural Dari se pusiera rojo hasta las orejas. Y solo por presionar más, lo repitió. ―te amo.

Dari ahogó un gemido, no encontrando forma para hacerse bolita y fingir demencia. Assim encontró un placer incalculable en avergonzarlo, con todo y que para ello tuvo que armarse de fuerza y pretender que decir eso en voz alta no le dejaba hecho un manojo de nervios y torpeza.

Si no se daba cuenta de que tenía el pulso a mil, todo iba a salir de perlas.

YuroxAlina...y Al (?)

¿Quién es el gruñón por la mañana?

Yuro está molesto. Al se ha interpuesto entre él, la puerta y Alina al fondo en su cuarto. Su alerta se ha despertado y ha avecinado sus movimientos. Por su aspecto, lleva ahí horas, casi parecieran días, eso no permitirá que no pueda llegar hasta la chica. Lo hará. Todavía puede escalar la pared, entrar por la ventana y abrazarla antes de que abriera sus ojos.

¿Quién se preocupa más cuando el otro está enfermo o herido?

Alina sabe que Yuro no demuestra enfermedad, tampoco cuando esta lastimado. Ha logrado identificar sus pocas expresiones y conocerlo a la perfección. Él puede fingir estar fuerte cuando la fiebre le golpea, sin embargo, no se lo permite. Ella puede ser tan o más fuerte que él (porque lo es...) y lo demuestra cuidando que no empeore siendo firme y hasta un poco pesada. No dice mucho al respecto, guardia silencio cuando ha terminado de regañarlo y le toma una mano recibiendo un apretón de su parte, es el momento indicado.

-¿Te recuestas un minuto?-Es allí cuando se queda dormido y puede velar para que descanse.

¿Quién le juega bromas al otro?

Alina es la prueba de que las apariencias engañan. No es la primera vez que Yuro se encuentra con una sorpresa inesperada. No puede meter los pies en la cama porque la sabana le impide el paso. Los cordones de sus zapatos están atados y debes desanudarlos, la tapa de la sal estaba suelta…una risita se escucha desde el fondo y sabe de inmediato quien fue…

¿Quién es siempre el primero en sugerir darse arrumacos en el sofá?

Yuro lo odia.

Para cuando se dirige hacía el sofá allí ya se encuentra Al y Alina esta al lado de él recibiendo unos cuantos mimos y comiendo galletas caceras. Lo detesta y se pregunta porque el tonto escandaloso que le rodea todo el tiempo no se apresura y se lo lleva lejos.

Alina esta consiente de lo que sucede y cuando Al no está cerca es ella quien toma la iniciativa. Va lento, de forma delicada, toma asiento a su lado y sin previo aviso se echa encima para aplastarle hasta la muerte. No lo sabe bien, le parece haber visto algo que simulaba ser una sonrisa. Eso le basta a ella, es lindo cuando son escasas las oportunidades en que lo hace, puede disfrutarlo al máximo y extorsionarlo por eso.

-Tome una foto~-

¿Quién insiste en crear apodos para el otro?

¿Yuro ya no es un apodo? Alina parpadea con media galleta en la mejilla. No ve sentido de usar algo más que eso.

Por su parte, Yuro le llama por su nombre. Agrega de forma escalofriante el “eres mía, te amo, te necesito” a continuación que le hace ver como un tipo enfermo más que un romántico empedernido.

¿Quién babea al otro cuando están dormidos?

¿Se le cayó el vaso de agua encima mientras dormía? Recordaba haberlo dejado en la mesillla...ah, no. Era Yuro baboseando su cabello, su hombro y su cuello. Se mueve lentamente, toma su celular y le saca una foto. Tiene que morderse la lengua para no reír de forma escandalosa.

Bah, seguro a los demás se les haría igual de gracioso. Si hasta era lindo...si lo estaba subiendo a las redes sociales era por amor.

Por amor...

Pfffffff

¿Quién dice "Te amo" primero?

Yuro, lo dice tantas veces como si esperase convencer a Alina que es verdad. Ella ya lo sabe, lo comprende y le corresponde. Que no lo diga abiertamente es netamente porque Al esta delante suyo y no ve sentido en responder sin verle a la cara a Yuro. Saca la cabeza y le guiña un ojo, tendrá que esperar un poco más.

Aunque eso le tome un par de días…

A veces una semana…

¿Quién es el gruñón por la mañana?

Ares dio otro manotazo al aire, alejando a esa fuerza oscura que trata de interrumpir su sueño a base de cosquillas y pokeos en la nariz. Se cubre con las mantas hasta que apenas se veían las puntas de su cabello rojo. No puede despertar, por ningún motivo; no ahora que Scarlett Johansson había accedido a tener una cita con él.

Nada haría que despertara, ¡nada!

Ni siquiera esa importante reunión que tenía a primera hora de la mañana.

 ...

—¡POR QUÉ NO ME DESPERTASTE! —Ares corría con los pantalones a medio trasero y la camisa mal abrochada, buscando desesperado el par de calcetines que debía estar dobladito sobre una silla, cerca de la cama, pero que por algún extraño motivo ya no estaban donde se suponía. Gruñía maldiciones al mundo mientras terminaba de vestirse.

—Te pokié con unos cotonitos, pero parecía que estabas muy entretenido en tu sueño. Tú culpa. Enserio, no entiendo por qué sueñas conmigo si me tienes al lado —Susi desayunaba tranquilamente en la cama mientras la tormenta de pelo rojo corría de un lado a otro. Le terminó de poner mermelada a su tostada y luego le dió un vistazo a su reloj de muñeca —Ups. Diez minutos de retraso.

—ARRG —Ares soltó una última palabrota y salió de la casa como alma que lleva al diablo.

—Que te vaya bonito~ —le deseó Susi cuando escuchó la puerta de la casa cerrarse de un portazo —Pffff, Scarlett Johansson...

Susi algún día le contaría que fue ella quién le desactivó la alarma ese día, cuando había escuchado cómo Ares le decía a la tal Johansson que era más bonita que ella.


¿Quién se preocupa más cuando el otro está enfermo o herido?

Ares la miraba con insistencia, ceño ligeramente fruncido. Y entonces, Susi estornudó. El entrecejo de Ares se arrugó más. Susi se la había pasado todo el día estornudando y, de hecho, tenía las mejillas algo coloradas. Lo que confirmaba que algo no andaba bien era el hecho de que no andubiera molestando ni escribiendo en su famosa libreta de chismes.

—A la cama —sentenció el griego con una voz que no admitía réplica. Tomó a Susi de los hombros y se la llevó por el pasillo hacia la habitación.

—Hey, todavía es muy temprano, golozo~ —Susi volteó su rostro sonriente y  levantó las cejas de forma sugerente, solo para ver como Ares gruñía y se le coloreaba un poco el rostro.

—Serás tonta —fue su escueto comentario al llegar a la habitación, y otra vez Susi no había seguido molestando, lo cual era muy malo.

Mientras Susi se ponía pijama y se metía a la cama, Ares preparaba una sopa ligera.

Susi no se sentía tan mal como parecía, de verdad, pero le gustaba poner un poco más de drama una vez Ares se daba cuenta de que estaba resfriada, así tenía una excusa para tener una cuota extra de mimos diarios.




¿Quién le juega bromas al otro?

—Lo siento. La Barbie del Lago de los Cisnes ya no estaba en Stock —Susi hablaba como si estuviera anunciando la muerte de algún familiar —. Solo pude encontrar este modelito en una tienda de tercera...cuarta mano —Susi le entregó a Ares un paquete con una muñeca barbie pirata...muy pirata.

Y a Ares se le vino el mundo encima.

—Pero ... —Ares vio el feo envoltorio de la fea muñeca de plástico de mala calidad. El horror.

Susi no podía negar que estaba disfrutando la cara desolada de Ares, pero una parte de ella, esa pequeña luz de consciencia en ella, le decía que el chico no merecía esta tortura...no ahora.

—Era broma —Susi sacó otra caja de un bolso y le entregó a Ares la muñeca original, del año nosécuánto de la edición yoquésé; y para Ares el mundo volvió a tener sentido.

—No eres graciosa. ¡Ni un poco! Pero gracias.


¿Quién es siempre el primero en sugerir darse arrumacos en el sofá?

—¿Qué ves? ¿Quién es el protagonista? ¿Y cómo se llama ese tipo? Es el malo, ¿cierto? ¿Y la heroína? Tengo hambre, ¿no trajiste papitas?

Ares tenía una pequeña vena en la sien derecha. Susi no paraba de hacer preguntas. Había llegado sigilosa hasta el sofá y se había pegado a él, supuestamente para ver la película, pero ya llevaba 5 minutos de preguntas incesantes y él lo único que quería era saber si al final el protagonista volvía a su casa luego de la guerra.

Pero Ares tenía un arma bajo su manga. O más bien, en sus manos.

Llevó la mano derecha al cabello de Susi y comenzó a cepillarlo suavemente, caricias discretas, piojito por aquí y por allá, y al cabo de tres minutos Susi ya se había callado, dejándose hacer.

Quince minutos después, Ares apagó el televisor y se llevó en brazos a una dormida y acurrucada Susanna a la habitación.

Otro día vería el final de la película.



¿Quién insiste en crear apodos para el otro?

—Susanna. Mi cielo, mi tesoro, mi vida~~~.

—YA. De acuerdo. Puedes poner una repisa más para tu colección. Pero por favor, no sigas con eso.

Ares por poco salta en un pie. Ya tendría un espacio para la Barbie Blanca Nieves.


¿Quién babea al otro cuando están dormidos?

Ares tenía un tic en el ojo derecho. Susi dormía plácidamente, sobre su pecho. Tenía un charco de baba sobre uno de sus pectorales, y su ronquido parecía el ruido de una camioneta al partir. Pura finura.

Que bueno que al día siguiente era su día libre, de lo contrario no hubiera podido evitar caer en coma durante el trabajo.


¿Quién dice ''Te amo'' primero?

Aprendió que él no decía esas cosas con palabras.


Susi estaba tan ensimismada en su parloteo que no se dio cuenta cuando unas manos tomaron su rostro. Lo siguiente que supo fueron los labios de Ares presionando los suyos, suaves y algo torpes al principio, pero pronto lograron amoldarse a los labios ajenos. Cuando el contacto finalizó, el ver el rostro sonrojado de Susi, y su expresión de incredulidad, tan raros en ella, produjo cierta sensación de satisfacción en Ares, y poco le importó el que su cara estuviera tan o más roja que su cabello. Sonrió.

—Lo siento. Lo repetías tantas veces que creo que comencé a creerte.

¿Quién es el gruñón por la mañana?

Robert posee un cuerpo ligero. Sus pasos son suaves por la mañana. Bien sabe él que despertar a Ronan antes de que lo haga por su propia cuenta es tentar a la muerte (?).

¿Quién se preocupa más cuando el otro está enfermo o herido?

Ronan regresó a casa con medio rostro desfigurado. Se sentó junto a Robert y le extendió un cigarro. Las preguntas estaban demás.

—Les partí hasta su puta madre. No van a volver a molestarte.

En silencio, Ronan fue por un botiquín y curó las heridas de Robert. Por supuesto, no se permitió recibir el mismo trato. No quería sus "atenciones culeras" y mucho menos cuando no había curado del todo.

Ronan lo veía feliz y si bien no conseguía que su nariz dejase de doler, le hacía parecer que el dolor valía la pena.

¿Quién le juega bromas al otro?

Robert niega con la cabeza y sigue caminando. No tiene el valor para decirle a Ronan que sus bromas de verdad duelen...

¿Quién es siempre el primero en sugerir darse arrumacos en el sofá?

Robert usa una técnica especial para niños especiales: coqueteo descarado. A las buenas o a las malas, consigue arrumarse sobre Ronan. El otro puede quejarse hasta el cansancio, más sabe que no le desagrada cuando sus manos le acarician el cuello.

¿Quién insiste en crear apodos para el otro?

Maldito Ronan y su eterno repertorio de apodos mierdosos.

¿Quién babea al otro cuando están dormidos?

Robert está admirado de que exista un sujeto tan gruñón que ni en la cama pueda estar en paz. Ronan no tiene tiempo de babearlo, porque gruñe, discute y se mueve como un condenado cuando está durmiendo.

¿Quién dice "Te amo" primero?

—...Te amo.

Ronan quiso golpearlo ¿Por qué tenía que arruinarlo de ese modo? El maldito mundo estaba sobre poblado ¿no podía escoger a otro? Cualquiera podía corresponderle, era un buen sujeto...daría con alguien que pudiese sentir lo mismo. Pero ese alguien no era él.