Prompts para el Ocio (?)

1. Un patronus, con la forma de su patronus. Yun nunca había visto una declaración de amor más patética y cursi que esa. Sus recuerdos felices eran él. Había que ver, el zoquete de Dae podía llegar a ser tan penoso como lindo...

2. Reunirse en el pasillo secreto que daba al depósito no era la cita perfecta que habían esperado tener. El retrato de Wendelin la rara no dejaba de incordiar y además hacía un frío de mierda que les entumecía manos y pies.

Los dos sabían un simple hechizo para entrar en calor. Pero dadas las circunstancias, lo hacían mejor haciéndose los pendejos escondiendo las ganas de demostrarse cariño con un "te me acerco porque tengo frío".

3. Dae había sido tan estúpido como para caer en una poción de amor. Y si sabía de antemano que flotaba por las nubes a causa de eso ¿Por qué seguía con ganas de estrangularlo junto a esa mocosa de cuarto año?

1.

—Se llama: Blanca Nieves y los siete enanos.

Ronan frunció el ceño y tomó el libro de cuentos de Robert. No importaba como lo viese, parecía literatura pornográfica típica de muggles.

2.

Ver a Ronan subir y bajar por la escalera mecánica fue divertido hasta que el guardia de seguridad los expulsó del centro comercial.

3.

El patronus de Ronan era un puffin. Robert creyó que se mearía encima de la risa.

4.

Le importaba tres pimientos lo que hiciera Robert con su culo, pero no que fuera por ahí cual baboso por haber sido engañado por una poción de amor. Le partiría hasta su puta madre al culpable.

5.

Era un Gryffindor, pero poseía un carácter venenoso y una personalidad tan cruda como la de un Slytherin. Ronan tenía más amigos en la mesa de las serpientes que en la propia.

6.

Aja, Amortentia. Esa sopa con brillantina debía estar putrefacta. De otra forma, no se explicaba porque de pronto parecía tener el aroma del champú de Robert.

Un Au poco probable donde el corneado es Noah (?)

1. La preocupación era real, tanto así como la tristeza. Noah sonrío y tomó las manos de Dante entre las suyas. Sabía identificar un error cuando lo veía. Su novio era joven, idealizaba el amor de una forma casi esclavizante. No podía culparlo…de ninguna forma. Si Dante había considerado engañarle con otra persona, culpa suya debía ser. No le había dejado claro su amor o le había hecho sentir inseguro y desprotegido. La relación se desmoronaba y era a causa suya. Lo tranquilizó. Primero que todo era hacerle ver que no estaba enfadado, porque no lo estaba. Lo segundo era hacerle ver que la vida continuaba y que dependía de ellos que volviera a funcionar.

“Lo siento”. Dijo finalmente “Algo hice para que pensaras que besar a otra persona estaba bien”. Con un gesto calmado le hizo ver que aquello era un mutuo error. Le prometió entonces, no volver a dejarlo tan solo, ser una mejor persona…un mejor novio. Para que cuando se presentara la oportunidad, la dejase de lado con tal de resguardar lo importante.